Cultura En el marco del XI Encuentro Nacional de Teatro

Colectivo teatral protesta contra el Melico Salazar a raíz del plan fiscal

Colectivo Autónomo Teatral exige disculpas del Melico Salazar y posicionamiento del Ministerio de Cultura frente a la reforma fiscal

En una esquina del Parque Central de San José, un grupo de estudiantes de teatro de instituciones estatales permanecían reunidos luego de la jornada de protesta en contra del Plan fiscal, protagonizada en el Teatro Popular Melico Salazar el martes 2 de octubre por la noche en el marco del XI Encuentro Nacional de Teatro, que a las 8 p.m. fue inaugurado.   

La política también es teatral o el teatro también es político, y en estos días de polarización por el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas actualmente en discusión en la Asamblea Legislativa, las artes escénicas no escapan a la confrontación de quienes se oponen o apoyan las medidas propuestas en el expediente 20.580.

Para muestra un botón -dramático y escénico, en el sentido estricto-.

El acto protocolario de inauguración del XI Encuentro Nacional de Teatro fue territorio de esa disputa, que finalmente este viernes 5 de octubre se dirimirá en el Plenario en primer debate por diputados, quienes no lograrán -o no querrán- satisfacer las demandas de todas las partes en conflicto, como nos imaginamos debería suceder a la ‘usanza tica’.

Si la metáfora del arte y la política se concretó en algún suceso fue en el acaecido en la sala misma del Teatro, en donde la Ministra de Cultura y Juventud, Sylvie Durán, y el director del Melico, Fernando Rodríguez, fueron también ‘actores’ de las acciones protagonizadas por el Colectivo Autónomo Teatral (CAT) -instancia que agrupa a cerca de 50 estudiantes de las artes escénicas costarricenses- contra el llamado combo fiscal.

Con un performance intitulado “Los desinformantes/desinformados”, presentado en el lobby del Teatro de 7 a 8 de la noche antes del acto inaugural, el CAT hizo patente su disconformidad, específicamente hacia el impuesto del 13 % a los servicios profesionales del sector Cultura que establece el gravamen al valor agregado (IVA), en su respectivo capítulo primero, inciso c.

Los estudiantes de teatro tomaron la entrada principal del Melico y, lo que comúnmente es un entorno de gente comprando boletos, conversando y esperando a que den puerta para entrar a ver el espectáculo, se convirtió en una expresión de auténtico artivismo: muchachos y muchachas que maquillados, actuaban, tocaban música y entrevistaban a los asistentes al evento en representación teatral de la prensa farandulera que, según la premisa del CAT, desinforma a la ciudadanía.  

“Yo lo que creo es que el arte tiene que estar generando conciencia política”, le respondió a un miembro del CAT el profesor, filósofo y crítico teatral argentino Jorge Dubatti, quien es uno de los principales invitados a la onceava edición del Encuentro, en una de las entrevistas grabada en video.

En este video, el CAT entrevista a varios trabajadores del teatro:

https://www.facebook.com/450320625493210/videos/762512314091688/

 

Precisamente de eso se trataba todo: la manifestación genuina de la política en un ámbito de la cultura que por lo general los costarricenses estamos mal habituados a que se exponga solamente por medio de una obra sobre el escenario.

Una vez que se dio puerta para ingresar a la sala, y cuando ya había avanzado el acto protocolario con el discurso de la ministra Durán, que versaba sobre el tema en disputa -es decir el plan fiscal-, una analogía entre un mal cuidado paciente diabético crónico que necesitaba un bypass y estaba a punto de morir y la Costa Rica de este contexto generó malestar en algunos espectadores.

Cuando estaba a punto de terminar su alocución, uno de los asistentes al evento le gritó a la ministra desde las butacas que no se refiriera sobre el plan fiscal sino que se circunscribiera al tema que nos tenía reunidos: el teatro.

Segundos después -como en un efecto dominó- en el ala izquierda de la sala, otra asistente también gritó que dejaran entrar a los estudiantes de artes dramáticas (los miembros del CAT) que se habían quedado afuera en el lobby. Una pequeña escaramuza de voces se desató hasta que la ministra retomó su discurso y lo finalizó.

Finalmente, los chicos del Colectivo ingresaron a la sala cuando recién había iniciado la obra de teatro elegida para inaugurar el Encuentro.

¿Qué pasó en ese interín?

Al día siguiente el miércoles 3 de octubre, miembros del CAT contactaron a UNIVERSIDAD y en una reunión con alrededor de 20 estudiantes de la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica y de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad Nacional expusieron su versión de los hechos.

De acuerdo con el relato del Colectivo planteado este jueves 4 de octubre en un comunicado de prensa subido al Facebook de la agrupación, el objetivo de la acción fue hacer una crítica a la falta de pronunciamiento del gremio artístico costarricense ante el rechazo de la moción que proponía la exoneración del 13 % por servicios profesionales del sector Cultura.

“Consideramos la inauguración del Encuentro Nacional de Teatro como (un) espacio vital para realizar nuestra intervención artística y así generar reflexión con respecto a la situación del arte en nuestro país, ante una inminente reforma fiscal que afectará la producción artística”, continúa el documento.

Al término de la intervención, con entrada en mano se dispusieron a hacer ingreso a la sala, sin embargo, se toparon con la negativa de los funcionarios del Melico que adujeron reservarse el derecho de admisión.

Los miembros del CAT se mantuvieron en la entrada ejerciendo presión, hasta que finalmente el director del Melico, Fernando Rodríguez, dio la orden de dejarlos entrar para que participaran como espectadores de la obra, pero no así en el acto protocolario.

“Consideramos que este accionar es vergonzoso, reprochable e incongruente con el concepto de “encuentro”, en donde se debería buscar la unidad del sector teatral, en lugar de dejar por fuera del acto inaugural a los participantes de la acción realizada, los cuales somos artistas teatrales. Siendo nuestro accionar en todas las intervenciones realizadas, actuar de manera pacífica, respetuosa, no ofensiva, buscando distintas formas de diálogo y expresión de manera crítica”, indica el comunicado.

En el documento, el Colectivo condena la decisión de las autoridades del Melico y a la vez exige una disculpa pública por lo que considera “actos represivos y excluyentes” hacia los integrantes de la agrupación.

Asimismo, el CAT exige “el posicionamiento del Ministerio de Cultura y sus demás entes adscritos sobre las repercusiones que tendrá la aprobación de esta reforma fiscal, directamente en el sector cultural”.

Versión del Melico

Sobre los sucesos, el director del Melico Salazar, Fernando Rodríguez, aclaró que la información de que el acto performático se iba a llevar a cabo en el lobby  antes de la inauguración se filtró y él mismo se comunicó con el director de la EAD, Juan Carlos Calderón, para corroborar el dato.

Posteriormente, la actividad se realizó sin contratiempos, pero cuando intentaron ingresar a la sala, efectivamente se les negó la entrada a los estudiantes.

“No se les permitió entrar al acto inaugural previendo que pudiera existir algún tipo de manifestación que fuera a interrumpir los discursos”, puntualizó Rodríguez, “como efectivamente sucedió: hubo un lamentable acontecimiento, pues interrumpieron a la ministra, no necesariamente esos muchachos; pero nos ratifica que el clima no era favorable para permitirles hacer una actividad performática o permitirles estar con el riesgo de que hubiera un acto de irrespeto”.

En el momento que terminaron los actos protocolarios, un representante del  CAT le pidió permiso a Rodríguez para ver la obra: “le dije que si se comprometía a que no hubiera un acto pasado, como espectadores, como debía ser, y efectivamente pasaron y vieron la obra”, dijo.

De acuerdo con Rodríguez previeron que el CAT tuviera intenciones de interrumpir el acto protocolario. “Es un síntoma de lo que el país está viviendo y me ratifica que actuamos con prudencia y buena fe evitándole la entrada; no fue ningún un acto represivo ni tratando de coartar la libertad de expresión, sino justo entendiendo cómo está el país y que se están dando esos brotes y síntomas, tratando de evitar un mal mayor y de que se nos saliera de las manos”, concluyó Rodríguez.

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