Cultura

En Casa Rodante danza la memoria de lo cotidiano

La obra estará en cartelera del 21 al 30 de abril en el Teatro de la Danza.

Un recorrido por una casa que alberga memorias y nostalgia, un tránsito por las experiencias acumuladas en los rincones cotidianos. En Casa Rodante, Danza Universitaria abre las puertas de su hogar –sus bastidores y su teatro– y comparte con el público una  mirada íntima al pasado.

La obra, que se estrenó por primera vez en el 2010, se presentará en el Teatro Montes de Oca del 21 al 30 de abril. Las funciones serán a las 8 p.m. de jueves a sábado y los domingos, a las 6 p.m.

La pieza, diseñada por la coreógrafa Gloriana Retana, invita al público a atravesar una casa llena de actividades cotidianas y a sentir el paso del tiempo sobre los cuerpos que danzan, como forma de transitar a través de la memoria y el tiempo.

La creadora de la obra comentó que la inquietud surgió de un momento de introspección sobre la vida personal: “ver atrás, percatarse de la experiencia acumulada, del camino recorrido, de las personas que te marcan –como la madre y la bisabuela en mi caso–, el ser madre; fue un momento de recorrer con la memoria el tiempo pasado, y eso motivó la búsqueda”.

Así, dijo, en conjunto con los bailarines de la compañía emprendieron una búsqueda que culminó en las dos partes que integran la pieza. Primeramente, se recorren los rincones de una casa, desde una mirada cotidiana pero nostálgica, pues se recuperan recuerdos de la niñez, recuerdos vinculados con las casas donde crecimos, olores, sabores, la loza de la cocina”. En esta primera parte la coreógrafa destacó los aportes escenográficos de Rebeca Woodbridge

En la segunda parte, el público se enfrenta con el pasar del tiempo y los recuerdos sobre el escenario, que comparte con los bailarines. Los aportes de Gustavo Vargas en la iluminación se convierten, entonces, en el pulso de los movimientos en escena. “La luz casi siempre la manejan los bailarines y llega a representar una pulsión de vida, que se enciende, se apaga, que a veces es intensa o tenue; hay una relación tiempo, espacio, luz”.

Según la coreógrafa, esta pieza pretende despertar percepciones y sensaciones vinculadas con la memoria, al tiempo que busca que las personas del público se identifiquen con lo que le ocurre, en escena, a los cuerpos de los bailarines.

Si bien la obra se creó hace varios años, la compañía considera que sigue vigente. La productora de Danza Universitaria, Carolina Valenzuela, considera muy importante mantener en repertorio la piezas que, por su lenguaje coreográfico, su tratamiento del espacio escénico o por su temática, no pierden fuerza, como Casa Rodante.

Gloriana Retana comentó que la recuperación de repertorio ha sido una de las tareas de la directora de Danza Universitaria, Hazel González, y que responde a una necesidad de mantener vivos los aportes de la compañía a la danza nacional. “Creo que en este país todo se olvida y hay muchas cosas valiosas que no se deben olvidar. La danza es un arte tan efímero que ni siquiera el video puede captar lo que pasa en vivo, por eso es que es necesario rescatar obras”, rescató Retana.

Además, opinó que el conocimiento que genera Danza U a través de sus puestas en escena no debe quedar en un fin de semana, sino que debe estar a disposición para ser disfrutado por muchas generaciones. “En medio de una sociedad que todo lo desecha rápido, mantener repertorio es conservar el conocimiento en el consciente social”.

Para las ocho funciones de esta temporada de Casa rodante, las entradas tendrán un costo de ¢4.000 (estudiantes y personas adultas mayores pagan ¢2.500). La producción recomienda reservar el espacio con antelación pues el uso del escenario limita el cupo.

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