Cultura

Aún lo más cotidiano de la pandemia construye historias

La serie Días Comunes ofrece cinco historias que no tienen nada en común, excepto el choque de los personajes con la realidad del confinamiento sanitario.

En el centro del universo del primer capítulo de la serie, titulado con el acrónimo gringo BYOB, se sitúa una joven que vive para, por y sobre todo del privilegio. Para Heather —así se llama— la pandemia y el confinamiento no son más que un tedio, una necedad por encima de la cual siempre va a pasar el cortejo del fiestón.

La historia, que busca ser reflejo de un aspecto de la realidad del coronavirus en Costa Rica, inauguró los cinco episodios de Días Comunes, producida por un grupo de estudiantes de la Universidad Veritas. Se trata de una serie de antología, es decir, en la que cada entrega ofrece personajes y hechos diferentes.

Los trabajos de estudiantes de producción audiovisual ofrecen normalmente la oportunidad de apreciar lo que debe ser los primeros pasos en la búsqueda de una estética narrativa propia. Días Comunes atrae, además, porque se trata de producciones llevadas a cabo bajo las reglas e imposiciones de los protocolos sanitarios.

La pandemia no detiene al arte. Más bien inspira más”, Yanteé Hernández.

La trama de cada episodio es entonces independiente, pero siempre basada en las situaciones típicas del confinamiento, “llevadas al extremo”, según un comunicado. Fiestas clandestinas, o sufrir el encierro confinado con un agresor, las interacciones virtuales educativas, relaciones de pareja o las vicisitudes de trabajadores sexuales. Se trata, en términos generales, de una visión de cómo se transforma y adecua la sociedad a los tiempos de pandemia.

Yanteé Hernández, directora de ese primer episodio y de Cierre, el tercero,  explicó que la premisa de la serie es “contar el mismo contexto pero de diferentes maneras”. En su caso, se abocó a relatar la historia de una chica que organiza una fiesta como “un reflejo de lo que pasa ahora, funciona como enseñanza de que esto está pasando: que cierto tipo de adolescentes o jóvenes no se lo están tomando en serio, que hacen fiestas y no siguen las reglas”.

“Empezó como una historia sobre la negación de lo que pasa —detalló Hernández—, luego se construyó el personaje, ¿qué tipo de persona haría eso?, tal vez alguien que no ha tenido que sufrir mucho las consecuencias de sus actos. Se construyó el personaje para eso y también con referencias a The Bling Ring, de Sofía Coppola: hay un límite que cruzan que es casi sátira, para que no sea como enseñanza de iglesia: ‘no tienen que beber’; pero tampoco glamourizado a un nivel que no se entiende el mensaje de que eso está mal”.

“Todos queremos volver a la normalidad, solo que espero que la mayoría estemos conscientes de las consecuencias y no podemos hacer lo que hace Heather”, subrayó. La directora de 20 años de edad aseveró además que “para mí lo más interesante es contar historias que puedan llegarle a las personas y ser importantes en su vida, tal como ciertas historias fueron importantes en mi vida”.

BYOB se estrenó el 22 de noviembre. Poco después se divulgó ¿Y Nosotros?, el día 26. Esta segunda entrega cuenta el periplo de una joven pareja que ve sus planes nupciales pospuestos de manera intempestiva e indefinida gracias al coronavirus. Recién este domingo 29 se mostró también Cierre, una historia basada en un suspenso ominoso bien logrado.

Adaptación

José Carlos López es director de dos capítulos: ¿Y Nosotros?, el segundo, y Figuras familiares, que “es como de terror”.

Además es coordinador de guion, cuyo trabajo consiste en el trabajo con cada uno de los textos escritos para la serie, con el fin de “darles forma para que tuvieran cierto grado de consistencia a nivel de estructura dramática”.

“Obviamente son de antología y tienen su propia trama y personajes, solo comparten el contexto, pero teníamos que dar una consistencia, todos apuntando a diferentes géneros”.

Dijo que el trabajo se vio marcado por los cambios forzados al inicio de las medidas de confinamiento, allá por marzo, abril. Tuvieron que trabajar como todo el mundo, adaptándose al consabido Zoom y a no verse, no poder sentar a los guionistas en una misma sala.

Dijo que lo que se buscó fue “tratar una realidad que sea de importancia para estas épocas”, ofrecer “algo con lo que la audiencia pueda conectar y también tenga entretenimiento desde un lugar más relevante a nivel social”.

López, de 21 años, celebró el hecho de “tener la oportunidad de hacer una carrera que tenga que ver con comunicar a través del arte y que lleve todas las áreas. Ser director es divertido porque uno tiene control sobre la puesta en escena, entender el lenguaje cinematográfico, justificar movimientos de cámara, trabajar con el fotógrafo para la puesta en escena, trabajar con el sonidista para el diseño sonoro, trabajar con los actores para interpretación”.

Dijo que entonces, al final, “el cine o el audiovisual es algo catártico con lo que la gente conecta, es algo que uno aprecia cuando lo consume, entonces tiene que ver mucho con conectar con personas y si uno tiene la posibilidad de hablar lenguaje cinematográfico y hacer a la audiencia sentir o pensar algo, uno descubre mucho de sí mismo”.

Detalló que el rodaje de la serie se llevó a cabo a finales de setiembre y principios de octubre. Aunque el inicio del proyecto con la escritura de guiones data de abril. Ello implicó que con el paso del tiempo esos guiones debieron ser adaptados para responder a situaciones cambiantes, como la misma forma de entender el virus en la sociedad.

“Hay guiones que terminaron modificándose mucho el mes antes de grabar”, relató. López además explicó que el orden de los capítulos se corresponde a los diferentes momentos de la pandemia. Por ejemplo, los primeros dos capítulos retratan esos momentos iniciales de marzo o abril, mientras que otros capítulos más bien muestran el momento de junio o julio, cuando “el temor y el nivel de cuidado bajan considerablemente”.

“Teníamos que estar pendientes de lo que pasaba en el país para adaptarnos donde podíamos”, puntualizó.

Dirigir en pandemia

Parte de las alteraciones que se debieron hacer a las historias tuvieron que ver con adecuar cada producción a las medidas de protocolos sanitarios, como que no se podía trabajar con personas adultas mayores, ni superar cierta cantidad de días de trabajo; además de mayores dificultades para explorar, visitar y conseguir locaciones.

López así aseveró que dirigir en el contexto de la pandemia presentó retos: “al principio todo fue complicado para todos, luego uno se adapta de cierta manera”. Detalló, por ejemplo, la imposición de tener que llevar a cabo el proceso de casting a través de Zoom y por esa misma vía informarle a quienes audicionaron que fueron seleccionados, o que no lo fueron.

También citó el hecho de llevar a cabo ensayos a través de esa plataforma, o trabajar el desarrollo de personajes por videollamadas o por conversaciones de WhastApp.

Sin embargo, destacó que en este momento en el país se llevan a cabo producciones como comerciales, videoclips,  o cortos, “esta serie también es una prueba de que no es imposible hacerlo, mientra se sigan ciertos protocolos. Toca adaptarse, no es imposible”. Añadió que el trabajo en esos términos es “mucho más ordenado y más al grano, da una perspectiva diferente de cómo hacer los rodajes”.

Por su parte, Yanteé Hernández relató que “a inicio de año la idea era totalmente diferente, luego sucedió lo de la cuarentena, tuvimos que replantear todo y llegamos a esta idea de diferentes historias, todas bajo un mismo contexto pero que el tema no sea la cuarentena en sí, porque la gente ya está cansada de ver eso”.

Especificó que debió replantear totalmente la escena de una fiesta, “la grabamos a punta de detalles, las personas son las mismas que estaban en set: el sonidista, el productor de arte. En realidad el elenco fue de dos personas”. Por ello dijo tener “mucho respeto a las personas que tuvieron que ir todos los días de producción, yo solo fui cuando me tocaba dirigir”.

Con no poco idealismo, aseveró que “la pandemia no detiene al arte. Más bien inspira más”.

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