Cultura

Artistas demandan mayor gestión del Gobierno para reactivar economía del sector

Trabajadores del arte y la cultura presionan a la jerarca de Cultura con el fin de negociar sus propuestas ante el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa para reactivar la golpeada economía del sector.

La programación anual y los fondos concursables que habitualmente desarrolla el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) y que serán retomados a partir de setiembre se proponen como la ruta para “reactivar” al sector artístico cultural, duramente golpeado por la pandemia del COVID-19.

Algunos colectivos y organizaciones gremiales del sector artístico cultural independiente han enviado cartas para interpelar a la ministra, Sylvie Durán, con el fin de que haga una labor de cabildeo ante instancias como la Asamblea Legislativa y el Ministerio de Hacienda, para tomar medidas que permitan solventar la apremiante situación que los aqueja.

La Feria del Libro es una de las actividades reprogramadas, la cual deberá dar un importante empujón a librerías, editoriales y autores y autoras independientes. (Foto: Miriet Ábrego)

Además de aducir que Durán no se ha comunicado de forma clara y precisa y que no escucha las demandas, el sector propone una serie de acciones para enfrentar la crisis a la brevedad posible.

En términos generales, las peticiones van dirigidas a la ampliación del bono Proteger,  la exoneración temporal del cobro al Impuesto del Valor Agregado (IVA) y del seguro social, la agilización del trámite sobre las modificaciones a la Ley de alquileres, y la inclusión en la reactivación del sector turismo y educativo, mediante la labor del Ministerio de Educación Pública.

Molestia y preocupación

Una parte del sector ha mostrado molestia y preocupación constantes con el manejo de la crisis por parte del MCJ.

El lunes 27 de abril, el Ministerio de Salud adoptó medidas sanitarias para los teatros que fueron valoradas como inoportunas e inadecuadas por artistas escénicos directamente afectados, ya que establecieron que las salas podían funcionar de lunes a viernes de 5 de la mañana a 7 de la noche.

En este contexto, la gota que derramó el vaso fue un video grabado y puesto a circular en Facebook por la actriz María Torres, quien expresó su enojo con la ministra por no haber contravenido la decisión del Ministerio de Salud de reabrir las salas entre semana y con ese horario.

Torres es actriz y empresaria de teatro con una reconocida trayectoria. En el video dice estar “peleada” con la ministra Durán por no ayudar “en lo más mínimo” al gremio escénico. “Estoy muy molesta porque tuvo que decir que esas disposiciones no ayudan en nada al movimiento cultural costarricense”.

La artista señala que Durán fue estudiante y egresada de la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica y que estuvo parada en los escenarios.

“¿En qué cabeza no se le ocurrió decir que no se podían abrir los teatros porque ninguno funciona con ese horario? Tampoco puede funcionar con un aforo de dos metros entre personas; ningún teatro puede pagar sus deudas en esas condiciones”, reclamó.

En respuesta a las nuevas medidas adoptadas que afectan a las salas de teatro, el 28 de abril la Unión de Espacios Independientes (UEI) envió una carta (la más reciente de varias misivas suscritas por diversos representantes del sector) al presidente de República, Carlos Alvarado; al ministro de Salud, Daniel Salas; al ministro de Hacienda, Rodrigo Chávez; y a la ministra de Cultura y Juventud, Sylvie Durán.

En esta, la UEI expone su inconformidad con “los nuevos lineamientos protocolarios de reactivación de los espacios culturales”. La organización aduce que lejos de reactivar al gremio, “nos llevaría en la dirección contraria”.

Con el afán no poner una queja y ser propositivos, en el documento la UEI apunta varios aspectos para mejorar su precaria coyuntura.

Por ejemplo, solicitan ser parte de las discusiones para establecer protocolos para la reapertura de los espacios culturales; asimismo, apelan a otras medidas de implementación inmediata, sin las cuales la disposición de reabrir “es insostenible”.

Escuchar al sector

Sobre el plan de reprogramación de los eventos anuales que estableció el MCJ y la consecución de los fondos concursables, la titiritera y miembro de la Unión Internacional de la Marioneta Costa Rica (UNIMA), Kembly Aguilar, declaró a UNIVERSIDAD que el MCJ “debió tener una mejor comunicación desde el principio, porque el sector manifestó muchas inquietudes y preocupaciones, y parecía que no las estaba oyendo”.

Para Aguilar, la desatención inicial de la jerarca hizo que se generara un ambiente de mucha incertidumbre.

Uno de los aspectos que más preocupa a Aguilar es que hay respuestas para la última parte del año, pero no para estos primeros meses de la crisis: “Prque somos los primeros en ser desactivados y los últimos en activarnos. Esto quiere decir que nos quedamos cuatro tres meses al garete”.

Según Aguilar, el MCJ debería ser el interlocutor entre el sector cultural y los otros agentes de Gobierno y el Estado, para que se puedan extender plazos en ciertas áreas como los alquileres y los impuestos. “De aquí a septiembre con dificultad veo que sobreviva un teatro”.

Por su parte, el actor, gestor, educador musical y presidente de Cooperartes, José Luis Solano, afirmó que la propuesta ministerial “está bien”, aunque la implementación sea a un plazo no inmediato.

“Un sentir del sector es que la reacción del MCJ fue un poco tardía o que las propuestas no han sido concretas hasta ahora que se presentan estas estrategias y eso es lo que reclama”, detalló Solano.

Solano enfatizó que el MCJ no es el ente encargado de paliar esta crisis inmediata. “No puede dar subsidios, a nivel legal es imposible, pero sí puede ser el puente y plataforma para que las diferentes manifestaciones artísticas puedan conversar y puedan canalizar y negociar sus planteamientos”.

Agregó que el sector independiente debe coordinar y tener propuestas para reactivar su economía, aunque existe la percepción de que las autoridades no las escuchan o reciben. “El Ministerio debe robustecerse ya no con reunitis ni cuadernitis ni propuestitis, sino con acciones concretas”, señaló.

El dramaturgo y actor Sergio Masís coincidió en que el principal problema del Ministerio radica en su reacción tardía, “porque esto cambia todos los días, y si nunca conviene reaccionar tarde menos ahora porque el panorama varía día con día”.

Para Masís, la reprogramación y los fondos concursables responden a las necesidades expresadas en algún momento por las organizaciones, solo que ahora “la angustia anda por otro lado”.

“El sector sigue esperando reacciones de la ministra a nivel de lobby, de cabildeo, porque ¿quién sino ella podría promover frente al sistema bancario nacional que el cumplimiento de las deudas que tienen los dueños de salas de teatro se prorrogue?”.

Masís sostiene que quien tiene la autoridad y el músculo político para hacer algo así es Durán. Además, la institución es la que tiene la responsabilidad y los recursos para mapear al sector y tener un panorama estadístico claro sobre su conformación y dinámica.

Con el fin de solventar estos tres meses, como contrapropuesta, Masís plantea que “el Ministerio mapee las necesidades concretas: ocho días seguidos de reuniones con los diferentes subsectores, escucharlos. Agarrar esos 500 millones de colones –o no sé cuánto– destinados a la reprogramación de eventos y trasladarlos a un fondo para dar trabajo de fácil y rápida ejecución”.

Cauteloso optimismo

En medio de la angustia y los retos que ha enfrentado el sector, un atisbo de recuperación empezó a vislumbrarse la semana pasada, cuando el MCJ anunció la reprogramación de todos los eventos que se habían suspendido a raíz de la crisis sanitaria. Todo ello sujeto a la evolución de la crisis sanitaria.

Se trata de citas importantes del calendario cultural costarricense, como el Festival Nacional de las Artes (FNA), la Feria Internacional del Libro (FILCR), el Costa Rica Festival Internacional de Cine (CRFIC) o el Festival de Coreógrafos Graciela Moreno.

Ada Acuña, directora del Centro de Producción Artística y Cultural (CPAC), informó que “en pocos días nos reunimos en etapa de preproducción con el sector independiente para conocer y tener devolución de parte de ellos sobre la situación por la que están pasando”.

El CPAC en este contexto asume responsabilidades como la organización del FNA o la coproducción de la FILCR.

“Tenemos que construir juntos. Nuestras actividades culturales han sido las más afectadas en muchos campos”, reconoció y añadió que la reactivación de los eventos se recibió “de forma positiva”.

Informó respecto al FNA que se mantiene tal cual fue diseñado y que se trabaja en la coordinación con la comunidad de Barva, Heredia, pues ahora funge un nuevo gobierno local. “Para la última suspensión sanitaria antes de abril, el Festival estaba listo; por lo tanto, lo que hicimos en paquete fue cambiar las fechas”.

Subrayó, además, que todas las actividades serán gratuitas, “es una oportunidad para que la comunidad pueda asistir al festival en todos sus formatos, talleres, actividades con y desde la comunidad, conciertos, teatro, todo”.

De acuerdo a los parámetros del Ministerio de Salud, cuando arranque la FILCR el 30 de octubre tendrá que tener un aforo máximo del 75%, pero podrá realizarse la mayor parte de los días del evento al 100%, algo que celebró Álvaro Rojas, coordinador del Colegio Costa Rica, entidad del MCJ que funge como enlace en la coproducción con la Cámara Costarricense del Libro.

Sin embargo, observó que se trabaja en protocolos de seguridad sanitaria que incidirán en convenios y contrataciones para producir el evento.

Un detalle que no pasa por alto es que la FILCR y el CRFIC tendrán lugar al mismo tiempo, pues arrancan con un día de diferencia. Rojas reconoció que ese tipo de coincidencias es algo que “se veía venir, porque al suspenderse todas las actividades y ante las directrices de Salud sobre los porcentajes de aforo, necesariamente se iban a juntar, porque si no se nos acaba el año, no era mucho el espacio que quedaba”.

Al respecto, celebró también que será positivo para el público porque habrá mucha oferta cultural de diferentes tipos “después de todos estos meses de encierro tener esa posibilidad, siendo optimistas y pensando que las condiciones lo van a permitir”.

Ana Xóchitl Alarcón, directora del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica (CCPC), recordó el dramatismo cuando en marzo el CRFIC recibió la orden de suspensión el mismo día que debía comenzar y festejó que se podrá realizar con la reprogramación de más del 80% de las películas originalmente calendarizadas.

Tras informar que se logró “rescatar” 16 pasajes para invitados internacionales, se refirió a la coincidencia con la FILCR y dijo que “desde el MCJ y CCPC hacemos el mayor esfuerzo para que la gente tenga buena alternativa cultural en los meses en que se pueda hacer. Tras meses de encierro, va a ser positivo”.

Sin embargo, con una actitud que puede resumir el sentir del sector, manifestó que “no soy pesimista, pero sí cautelosa”.

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