Deportes Torneo se realizará del 15 al 20 de noviembre en Costa Rica Tennis Club

Panamericano de tenis crece con los años

Habrá 275 tenistas de cerca de 15 países.

El torneo ideal para quienes son jugadores con mayoría de edad, profesionales y no profesionales, que no fuera la Copa del Café, fue la idea que llevó junto con otras personas, al curtido y amante del tenis Manuel Araya a crear el Panamericano de Tenis, el cual tendrá su octava edición del 15 al 20 de noviembre en el país.

Hoy con siete años de trayectoria y en consonancia con el 110 aniversario del Costa Rica Tennis Club de la Sabana, empieza otra jornada a celebrarse con la participación 275 tenistas de distinto género, rango etáreo y de 15 países dentro y fuera del continente americano.

Todos ellos jugarán en las categorías Open o Abierta, A, B, C y Seniors, con el objetivo de usar el tenis como método no solo de competencia, sino también de recreación, amistad y hasta para entablar negocios.

Pese a ser un torneo internacional, no hay que pensar que se acerca ni remotamente a un Grand Slam, un Masters o uno de los torneos del Tour ATP, que son parada obligatoria para una Williams, una Wozniacki o Djokovic o Federer. Sin embargo, atraen tenistas internacionales en el ámbito panamericano por la competitividad y la bolsa de premios que se ofrece a quien lo gane. Y obviamente, es una oportunidad para que los tenistas nacionales que hayan estado en el plano profesional o semiprofesional puedan seguirse fogueando.

Así se juega

Para cada categoría se maneja un total de 32 parejas de tenistas, cerca de 16 por sexo; los cuales deberán sortear primero una fase de grupos o clasificatoria en grupos de cuatro tenistas cada uno; los dos primeros avanzan a un cuadro principal que engloba cuartos de final, semifinales y final; todos a muerte súbita.

En todas las categorías se juega en dobles y a dos de tres sets en todas las fases y ramas, de acuerdo con el reglamento de la Federación Internacional de Tenis.

La entrada es gratuita para cualquier partido y jornada sin importar la fase, y habrá jornadas de juegos de 8 a.m. a 7 p.m. en las canchas del Tennis Club.

Aunque en principio se aceptan tenistas no profesionales; también hay tenistas que fueron profesionales. Incluso, de acuerdo con Araya, quien dirige el torneo, vendrán cuatro ranqueados mundiales en masculino y dos en femenino.

 “No perder a tenistas mayores de edad”

Para Araya hay que evitar que el país pierda a aquellos tenistas que no tuvieron la oportunidad de irse al exterior o vivieron un retiro temprano con la llegaba de la cédula, justo cuando se está en la edad de iniciar una carrera deportiva profesional.

“Se pensó que ni en Costa Rica y ni siquiera en América había un torneo que pudiera permitirse para tenistas mayores de 18 años (…); entonces ¿qué pasaba con esos tenistas? Se perdían, se iban a estudiar, dejaban de jugar y no tenían la oportunidad de seguir disfrutando”, comentó.

Ahí es cuando surge este torneo, que ya lleva ocho ediciones, recordó, “fuerte a nivel de América”, con 275 jugadores provenientes de 15 naciones. “Y esos países juegan por su bandera y los ganadores son los países que hagan más puntos”.

Su pasión por el “deporte blanco” desde niño, lo hace afirmar que el tenis crece y que promete con convertirse en un deporte “tan popular como el fútbol”.

Él recomienda ingresar a un club para poder involucrarse en el tenis, pero está convencido de que este deporte tiene cada vez más público y es abierto para todo el que quiera practicarlo a bajo costo.

Miño: “Seguiré inscribiéndome todos los años en el Panamericano”

Una de las principales tenistas nacionales que estarán es Carolina Miño, en su momento primera raqueta nacional, pero que hoy, a sus 27 años, compagina su profesión de arquitecta con instructora de tenis.

Durante un año logró ser jugadora profesional mientras estudiaba en Madrid, pero no consiguió llegar hasta la WTA (Asociación de Tenistas Profesionales Femenino, por sus siglas en inglés), sino competir en torneos de la ITF (Federación Internacional de Tenis, por sus siglas en inglés), pues el nicho para ser parte del WTA o el ATP es bastante complicado para un tenista nacional, sabiendo que hay un mundo de diferencia en contra frente a tenistas europeos, sudamericanos, norteamericanos y asiáticos.

Sin embargo, su gusto por el tenis aún sigue ahí, y por eso sigue aprovechando los torneos en que pueda competir, especialmente los Panamericanos. “El gusto por el tenis me empezó desde los cuatro años; desde los ocho o nueve he estado compitiendo torneos internacionales,  Copa del Café, torneos similares en el exterior, Open en Madrid, y aquí estamos ahorita (…) Cuando me enteré de que este torneo era abierto me inscribí y seguiré inscribiéndome todos los años”.

En el país ya ha tenido oportunidad de jugar en dúos mixtos y femeninos, y aunque ya se ha acostumbrado a competir con Fabricio Golfín, su compañero tenístico actual, le da igual cualquier dúo en que la pongan. “En este país nos dan a las mujeres la oportunidad de jugar los torneos de los hombres, entonces para mí es exactamente lo mismo jugar con hombres o mujeres”.

Uno de sus objetivos es llegar como mínimo a las semifinales de este torneo, luego de haber naufragado en el cuadro principal la edición anterior.

Riveros: “Me atrajo el nivel de tenis y el premio”

Por su parte, para Álvaro Riveros el mayor atractivo radica en el nivel tenístico y en el premio que se ofrece al ganador de este torneo. De hecho, él es el campeón actual y ahora busca defender su corona. “Todo el mundo conoce el torneo acá, y me atrajo el nivel de este torneo y el premio, que es bastante alto. En la categoría abierta puede entrar cualquiera; hasta personas que han jugado torneos profesionales, incluyéndome. Eso mantiene el nivel bastante alto y el jugar en camaradería con alguien”.

Riveros inició en el tenis por influencia paterna, y con los años él fue a Estados Unidos a estudiar la maestría y a jugar de manera profesional gracias a una beca deportiva de su universidad. Durante ese tiempo participó en Copas Davis (torneo interselecciones) y Preolímpicos. Pero al concluir sus estudios y volver al país, a Riveros le tocó meterse a trabajar en la compañía Moody Analitics como analista financiero, y sabe que ahora le es muy difícil retomar el profesionalismo.

“Ahorita estoy trabajando pero también en tiempo libre jugando lo más que se puede, inclusive a veces doy un par de clases para mantenerme activo en el tenis e involucrado lo más que puedo, ya no juego torneos profesionales internacionales, solo aquí en Costa Rica, pero no queda cerrada la puerta en ningún momento”.

En esta ocasión, el joven colombiano-costarricense de 24 años hará dúo ni más ni menos que con el mismísimo Kenneth Thome, a quien enfrentó y venció en la final del año anterior. Pese a eso, ambos son conscientes de la gran oportunidad de complementar la rapidez y juventud de Riveros con la experiencia de un Thome que juega desde antes del nacimiento de su compañero.

“Antes de este torneo, sí hemos entrenado y nos hemos preparado juntos, pero nunca habíamos jugado juntos, y hay una expectativa grande y estamos emocionados”.

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