Mundo Encuentro organizado por Univisión Noticias

Miami reúne a “detectores de mentiras” de toda Iberoamérica

Periodistas encargados de comprobar si políticos mienten se reunieron “verificar” para el tercer debate de las elecciones estadounidenses.

Con la sombra enorme del debate presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump, periodistas de doce medios de Estados Unidos e Iberoamérica se reunieron en las instalaciones de la cadena de noticias Univisión para responder una pregunta eterna en el periodismo: ¿Nos están mintiendo quienes buscan el poder?

Luego de meses de darle seguimiento a la campaña política estadounidense a través de su plataforma Detector de Mentiras, el equipo periodístico de Univisión decidió que la coyuntura noticiosa ofrecía una oportunidad única para compartir experiencias sobre la verificación de datos en América Latina.

Entre el 18 y el 19 de octubre, justo para la noche del tercer debate por la presidencia de Estados Unidos, invitaron a sus instalaciones en Miami a un diverso grupo de América Latina y España.

“Nuestro enfoque general de la operación digital es que no podemos seguir este camino solos. Al establecer este esfuerzo colaborativo, la esperanza es no solamente aumentar nuestros resultados pero también conocer las mejores prácticas del mundo hispanohablante”, dijo a Poynter Borja Echeverría, vicepresidente y editor en jefe de Univisión Digital.

En la región, el fact-checking (como se conoce a la técnica de verificar independientemente las afirmaciones de personajes públicos) tiene vida propia desde hace años. Probablemente la plataforma argentina Chequeado, ganadora del Premio Gabriel García Márquez, sea la cara más conocida de ese mundo, pero no es la única.

En Brasil, el grupo de “verificadores” Agência Lupa ha tenido las manos llenas comprobando acusaciones y críticas durante el proceso de impeachment de Dilma Rouseff, La Nación de Argentina trabajó a fondo para verificar alegatos durante el proceso de transición entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri y Colombiacheck ha puesto el ojo sobre el Acuerdo de Paz.

En Costa Rica, las experiencias de fact-checking incluye la plataforma Ojo al Voto (donde participó UNIVERSIDAD junto con otras organizaciones) y la plataforma Reto al Candidato, de El Financiero, ambos durante las elecciones presidenciales de 2014. La Nación realizó una verificación en vivo del discurso que realizó el presidente Luis Guillermo Solís el 2 de mayo de este año.

La iniciativa reunió a periodistas de UNIVERSIDAD, Plaza Pública (Guatemala), Agencia Lupa, The New York Times en español (EE.UU.), Colombiacheck, Ojo Público (Perú), Animal Político (México), El Objetivo del canal La Sexta (España), La Nación de Argentina y UYCheck (Uruguay), además de los anfitriones.

Pero la escala propuesta para el encuentro en las instalaciones de Univisión proponía algo totalmente diferente: juntar representantes de cada organización periodística y desarrollar en conjunto una mirada novedosa.

Datos en vivo

¿Cómo se ponen en sintonía periodistas de una docena de medios, cada uno con metodologías diferentes? Primero se comparten.

Apenas llegados al edificio que Univisión tiene en Doral, Miami, empezó una sesión que duraría hasta entrada la noche para conocer las experiencias en otros medios y proponer ideas para innovar en el tercer debate estadounidense.

A mitad de la tarde, los participantes tomaron unos minutos para compartir sus ideas en un video con sugerencias para seguirles la pista a las posibles mentiras de políticos, que terminó incluyendo menciones a relaciones de causalidad, datos duros y hasta lenguaje corporal.

“Hay que estar alerta cuando un político menciona un dato sin hacer referencia a la fuente de donde viene”, dijo Romina Colman, del argentino La Nación.

El reto para la jornada era articular las buenas prácticas con el ritmo vertiginoso de los debates, una adición reciente al arsenal de los fact-checkers.

La verificación de datos tiene poco más de una década de existir. La primera iniciativa de este tipo surgió en 2003, con la creación de la plataforma FactCheck.org y se consolidó con el premio Pulitzer que recibió en 2009 el proyecto Politifact del diario Tampa Bay Times por su cobertura de las elecciones presidenciales de 2008.

Con las elecciones estadounidenses del 2016, un subgénero tomó fuerza: el fact-checking en vivo. Medios de calado como New York Times, National Public Radio o The Guardian asignaban equipos enteros de periodistas a comprobar, en tiempo real, si las afirmaciones durante los debates son ciertas o no.

Algunas de las plataformas latinoamericanas también tienen experiencia de este tipo en el pasado.

Durante esa primera jornada empezaron a surgir las ideas para involucrar mejor las audiencias, facilitar el proceso de verificación y cubrir la mayor cantidad de temas posibles.

¿Se puede usar humor? ¿Se pueden chequear las búsquedas que hace la gente en Google? ¿Puede uno preguntarle a la audiencia en redes sociales si creen que una aseveración es real o no? ¿Cuáles bases de datos pueden usarse para esa noche?

Una rápida división en equipos, ya en la tarde del miércoles, sentó las bases para el trabajo que tomaría lugar en la noche: un grupo buscaría cómo innovar con redes sociales, otro apuntalaría el trabajo en video y televisión, un tercero aplicaría visualización de datos a los hallazgos y el último buscaría información sobre temas de fondo, especialmente inmigración.

Trump y Hilary

El equipo se dividió en diferentes salas de la cavernosa sala de redacción de Univisión un par de horas antes del debate, cada uno con una misión asignada.

Antes de la hora de inicio, el equipo de redes sociales hizo varias transmisiones en Facebook Live y Periscope para integrar a la audiencia al trabajo, mientras los periodistas “locales” adelantaban información que seguramente irían a utilizar más tarde.

A la hora del debate, mientras los candidatos debatían, cada afirmación que podía ser verificada iba siendo asignada a uno de los periodistas, quienes buscaban en tiempo real la información en línea o en las bases de datos que tenían preparadas.

Al final, varios productos emergieron de la colaboración, entre ellos una visualización de todas las mentiras y casi mentiras que dijeron los candidatos, una colección de la actividad en redes sociales, un reportaje a fondo sobre inmigración en el debate y la propia verificación.

“Creo que el periodismo en América Latina es impresionante. Creo que el mejor periodismo en español está ocurriendo en medios pequeños de la región”, dijo Echeverría.

La sesión de periodismo colaborativo es parte de una tendencia global que busca integrar el trabajo de medios, grandes o pequeños, en proyectos internacionales o donde se puedan emplear las competencias de cada uno.

Un caso es Papeles de Panamá, donde también participaron Univisión, UNIVERSIDAD, La Nación, La Sexta, Ojo Público, The New York Times y Consejo de Redacción, a la que está asociada ColombiaCheck.

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