En campaña, la promesa más grande de Rodrigo Chaves era no solo bajar el costo de la vida, sino hacerlo de forma expedita, desde el día uno. Sin embargo, tras el primer año de gobierno de la administración Chaves Robles, los discursos efectistas ejecutados con decretos aún le deben a la promesa.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), entre abril del 2022 y abril del 2023, la electricidad bajó de precio y ahora apunta al alza, mientras el combustible mantiene una tendencia a la baja y la Canasta Básica subió de precio.
Tras varios meses sin variación, el arroz presentó en marzo 2023 su primera baja significativa, pero este abril se estancó, al tiempo que los medicamentos subieron de precio.
El costo de estos productos —conectados con las principales políticas anunciadas por el Gobierno y con el discurso de rendición de cuentas— dependen de factores internos y externos que en los que el Gobierno puede ejercer influencia, aunque en ocasiones no la tiene del todo o es mínima ¿Cuáles factores influyen en estos precios y en qué medida influyó el Gobierno?
Medicamentos
En agosto, el Gobierno anunció la firma de dos decretos con el propósito de bajar el precio de los medicamentos, uno de ellos, aseguró el mandatario, “destruye los monopolios de importación” al eliminar la exclusividad a la importación o producción de medicamentos en territorio nacional.
Esta medida, sin embargo, fue ausente tanto en el discurso de rendición de cuentas como en el informe del primer año de gestión del Gobierno de Chaves y tras 8 meses de los decretos los medicamentos aumentaron de precio.
Entre agosto 2022 y abril del 2023, el precio de la categoría “medicamentos farmacéuticos” del Indice de Precios del Consumidor del INEC aumentó —de forma general— un 2,63%.
Entre las 16 subcategorías de medicamentos contemplados por este índice, solo una presenta una rebaja significativa de precio (medicamentos para tratar la gastritis -3,30%), mientras que 14 tienen alzas significativas entre el 1,64% (diabetes) y hasta el 7,19% (cardiopatías).
Leiner Vargas, economista e investigador de costo de medicamentos en la Universidad Nacional de Costa Rica, consideró que las medidas impulsadas por el Ejecutivo van “por buen camino”, pero fueron “mucho rin rin (y nada de helados)” porque eran insuficientes para lidiar con la principal razón por la que se sostienen los precios: la concentración de mercado.
“El sector de medicamentos en Costa Rica es un oligopolio dominado por cuatro grupos farmacéuticos con control en puntos de venta, distribuidoras y otros. Aunque bajen los precios de materias primas o de los productos finales por la apreciación del colón y de los efectos de los decretos, estos grupos farmacéuticos simple y sencillamente no permiten que los precios bajen”, comentó Vargas.
El economista valora que lo que hace falta para realmente bajar los precios de los medicamentos es una “actuación vehemente y competente” de la Comisión de Protección del Consumidor y la Comisión de Promoción de la Competencia (Coprocom).
“En ese contexto (de oligopolio) lo que se debe hacer es regular los 20 medicamentos más usados por los costarricenses fijando una tasa de retorno que permita reducir el precio un 50%, porque en este momento la señora de Purral o la de Nandayure, que es la que a sus 90 años invierte el 80% de sus ingresos en medicamentos, todavía paga sobreprecios”, concluyó.
Electricidad
Aunque en el segundo semestre hubo colocaciones “atípicas” que permitieron al precio de la electricidad bajar de forma importante, el IPC del INEC registra un aumento de forma acumulada de un 3,19% en su costo entre abril 2022 y abril 2023.
El precio de la electricidad en Costa Rica es influenciado principalmente por el clima y por eso en octubre se reflejan el efecto de la exportación de energía, con una rebaja del 13%, mientras que en enero 2023 —en un verano particularmente seco— rebota con un aumento del 12,61% y se suma el alza de abril 2023 de un 7,36%.
“(El precio de la electricidad) normalmente es positivo en el primer semestre del año en temporada seca, cuando es probable que se use generación térmica, en donde es posible que se importe faltante de energía y que las exportaciones sean bajas”, explicó Mario Mora, intendente de Energía de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
En el segundo semestre del año, agregó, es lo opuesto: “durante la temporada lluviosa lo normal es que no se requiera generación térmica y que hayan excedentes en las exportaciones de energía que se traducen en rebajas del precio”.
Mora explicó que el año 2022 fue “interesante” en cuestión de comportamiento de precios porque la seguridad energética con la que cuenta Costa Rica, al ser uno de los pocos países con casi el 100% de la energía renovable, impidió que el impacto en el precio de los hidrocarburos que afectó a otros países alcanzara los precios locales.
“Costa Rica fue de los pocos países que el año 2022 se dio el lujo de bajar el precio de la electricidad, a pesar de que otros países tuvieron que recurrir más a la térmica”, mencionó.
Otro factor que puede influir en un cambio del precio de la electricidad son los estudios ordinarios de costos, que se solicitan por las empresas de electricidad y que pueden resultar en disminuciones. Sin embargo, el último que se realizó fue uno del ICE en el 2021.
Los precios entre las ocho empresas de energía que hay en el país pueden variar dependiendo de qué tan dependiente son de comprarle energía al Instituto Nacional de Electricidad (ICE) la más importante en el país. Coopelesca, por ejemplo, produce alrededor del 80% de su energía por lo que se ve menos afectada cuando sube el precio y menos beneficiada cuando baja, mientras que la CNFL es la inversa al comprar cerca de este mismo porcentaje.
Mora considera que es indudable que, aunque no hayan políticas particulares que influyan de manera particular el precio de la electricidad, mantener una buena gestión desde el ICE, que resulte en buena colocación de exportaciones, por ejemplo, resulta en precios estables o en rebajas como las que se percibieron el año pasado.
Canasta básica y arroz
El costo mensual por persona de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) pasó de ₡53.206 en abril del 2022 a ₡59.140 en abril del 2023, un aumento de cerca de ₡6 mil. Al respecto, en su informe y discurso de rendición de cuentas, Chaves destacó la aprobación de la nueva Canasta Básica Tributaria a la que se le reducen los impuestos de venta. En esta canasta salieron productos y entraron otros.
Sin embargo, indudablemente, la política que más ha publicitado el mandatario relacionada con el costo de los alimentos son los decretos de la Ruta del Arroz que redujeron los aranceles un 31% y eliminaron la regulación de precios con miras a una disminución en el precio de este grano de alto consumo en la dieta costarricense.
La apertura de mercado implica que las personas consumidoras podrían estar pagando menos, más o igual que antes de la Ruta del Arroz, dependiendo del comercio y la marca. El ponderado de estas variaciones en el IPC no reflejaron bajas significativas en el arroz hasta marzo del 2023 —cerca de cumplir el año de la firma de los decretos— con un 1,95% y el pasado abril el precio se estancó.
El equipo de control estadístico de Conarroz explicó a UNIVERSIDAD que, tras la apertura de mercado de la Ruta del Arroz, el factor que más influencia el costo del grano es el precio internacional y en particular el del cono sur (Brasil y Uruguay) de donde se importa cerca del 90% del arroz.
Las importaciones en el 2022 se inclinaron a la baja, pero, para el 2023, se estima que aumenten, apuntaron. Sin embargo, en el caso del arroz pilado (arroz que se importa listo para empacar) la estructura de costos también percibió rebajas importantes por el costo del viaje marítimo de $170 dólares por tonelada en febrero del año pasado, a $79 dólares en parte por pasar de importar con contenedores a granel.
Tras la aprobación de la Ruta del Arroz, los importadores de arroz pilado, estima Conarroz, tienen un costo de producción de ₡518 por kilo y antes era de ₡780, sin embargo, los estudios de la entidad indican que esto no se está reflejando en los puntos de venta.
Finalmente, la liberación del precio permite tanto a las empresas importadoras, a los industriales y a los comerciantes imponer el margen de ganancia que el poder de mercado les permita sostener, por lo que no es una garantía que ninguna de las rebajas mencionadas se perciba por los consumidores.
Combustible
La rebaja en combustible se ha mantenido y esto responde a dos factores: el precio internacional y el tipo de cambio, explicó el intendente de Energía de Aresep, Mario Mora. En mayo del 2022, se implementó una nueva metodología que permite utilizar precios internacionales en tiempo real para evitar rezagos en las variaciones de precio.
Todavía al inicio de la gestión de Chaves, el país percibía altos costos en los combustibles a causa de la guerra entre Ucrania y Rusia. Esto fue reconocido por el mandatario cuando en agosto dijo “se nos fue de las manos” y de igual forma las rebajas posteriores también fueron altamente influenciadas por la adaptación del mercado petrolero al conflicto.
“El precio internacional contemplando el efecto del tipo de cambio pesa alrededor del 65% del precio final a los consumidores, el impuesto un 30%, el resto de componentes es mínimo”, mencionó Mora.
En Costa Rica, agregó Mora, se compra el producto terminado y por esta razón el precio del crudo internacional tiene un desfase y su costo también puede variar dependiendo de la estacionalidad de la costa este del Golfo, principalmente, de Estados Unidos, cuando por el tema de nevadas se hace mayor presión de demanda del producto.
