País

Ruta del presidente de culpar a otros reduce soluciones a problemas del país

Discurso de endosar culpas a otros por situaciones que debe enfrentar debilita su margen de acción para identificar causas de conflictos, pero mantiene su apuesta por el protagonismo.

El estilo de fuerte protagonismo del presidente Rodrigo Chaves tiene una faceta que se ha evidenciado en diversas situaciones: una tendencia a eludir la responsabilidad de su gestión ante eventos o problemas que lo incomodan y repartir culpas entre otros.

Más que un rasgo de su personalidad, esto puede enmarcarse dentro de un discurso que procura minimizar debilidades o tropiezos, y mantener la imagen de hombre fuerte que cumple sus promesas, pero cuando no logra su cometido es por la obstaculización de terceros (ver recuadro).

El presidente Rodrigo Chaves suele señalar a otros a la hora de establecer responsabilidades por situaciones que enfrenta su administración.

Tanto Carlos Carranza, director del programa Análisis de Coyuntura de la Universidad Nacional, como Rotsay Rosales, coordinador del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica, coinciden en que estas situaciones son coherentes con la imagen que Chaves mostró desde la campaña y que ha reforzado desde que asumió la Presidencia.

Empero, es una situación que tiene consecuencias sobre el país, ya que reduce las posibilidades del Gobierno para enfrentar los problemas nacionales desde sus causas estructurales, manifestó Carranza. “El discurso no puede quedarse en fijar hechos y culpables; se requiere buscar las causas reales de cada situación, o de cada cuestión, lo cual requiere de un análisis político, social y en muchos casos, económico o financiero, para buscar alternativas”, dijo.

Carranza también acotó que el presidente debe considerar que el Poder Ejecutivo no puede enfocarse como una parcialidad, exclusiva, sino como un todo, que debe relacionarse con otros poderes, que enfrenta situaciones que provienen de administraciones anteriores y deberá tomar decisiones que se deberán finalizar en futuras administraciones. “La complejidad estatal es muy amplia, pero si nos quedamos en el inmediatismo o responsabilizar a otros, no se avanzará en soluciones integrales, en negociar con otros sectores”, dijo.

Rosales, por su parte, recordó que el estilo del presidente ha estado marcado por un excesivo personalismo, por lo que es natural que quiera mantener ese protagonismo ante la ciudadanía, y que eso lo haga eludir situaciones que evoquen errores o impericia. “Chaves lo dijo desde que asumió el Gobierno, se alinean con él y lo que significa o se van. Por eso la “mortalidad”, por llamarla así, de su gabinete es la más alta que recuerdo, poco más de dos deserciones por mes”, dijo.

Agregó que a este elemento de la personalidad de Chaves, se debe agregar elementos de la cultura política del país y del modelo institucional, que es esencialmente presidencialista, con lo que el inquilino de Zapote se ve potenciado de entrada. “En América Latina hay una larga tradición de autoritarismo, que en Costa Rica se ha maquillado con rasgos de igualitarismo, pero no olvidemos que hemos tenido presidentes autocráticos, como Ricardo Jiménez, Pepe Figueres…”, dijo.

Empero, este entorno no es sostenible para Carranza, quien opinó que podría ser sostenible un primer año, mientras que luego se desgastará. Destacó que para enfrentar los nudos reales del país se requiere no solo de análisis, sino de capacidad de diálogo y armonizar esfuerzos. “Si se quiere un gobierno con capacidad de gestión, hay que superar este nivel actual, no quedarse en el enfrentamiento. Eso permitiría tener más espacios para avanzar”, dijo.

Rosales se declaró más escéptico en este punto, al indicar que dada la alta rotación en el Gobierno, habría que evaluar el desempeño de los siguientes elementos. Y recordó que a pesar de los temas que algunos reclaman a la administración, luego de diez meses mantiene importantes niveles de apoyo en las encuestas de opinión. “Habrá que ver la evolución de diferentes temas, la forma en que los diferentes sectores reaccionen y el impacto en la ciudadanía”, consideró.


La ruta de la evasión

Durante su gestión, el presidente Rodrigo Chaves ha protagonizado numerosos casos en los que achacó la responsabilidad de situaciones complicadas a otros. Algunos de los ejemplos son:

Seguridad: Ante el aumento de homicidios, Chaves declaró a finales del 2022 que a su gobierno se debía medir por lo que sucediera a partir de enero del 2023. Posteriormente, trasladó la responsabilidad al Poder Judicial, alegando que “hay demasiada alcahuetería” y que “deberían hacer su parte”. Su ministro Jorge Torres siguió su ejemplo, primero alegó que recibió una policía sin recursos y sin articulación, luego se quejó de que la sociedad costarricense está domesticada y no confronta al narcotráfico. Chaves también admitió que el Gobierno no tiene política de seguridad nacional, pero alegó que “eso no ha existido en más de diez años”.

Educación: Cuando se consultó a Chaves por la duración de nueve meses para presentar la “ruta de la educación”, alegó que no había estadísticas en el MEP. En línea con este estilo, la ministra de Educación Anna Katharinna Muller declaró que un niño con buena autoestima no se deja afectar por el bullying, al ser consultada por acciones del MEP para combatir el matonismo.

Lista gris de la OCDE: Cuando el 14 de febrero del 2023 Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la UE incluyó a Costa Rica en la lista de países no cooperantes en materia fiscal (llamada lista gris), Chaves acusó de negligente e irresponsable al gobierno anterior, por asumir compromisos que no podía cumplir y no enviar un proyecto para evitar la sanción. Empero, Chaves fue alertado del tema en enero del 2020 cuando era ministro y ya en el poder apenas informó del caso a los diputados de la actual Asamblea el 9 de febrero del 2023, cinco días antes de la sanción. Y a pesar de que tanto Chaves como el ministro de Hacienda alegaron que no se presentó ningún proyecto, sí se había remitido un texto en diciembre del 2021, el 22.848.

Situación financiera de CCSS: Chaves declaró el 15 de febrero del 2023 que la CCSS estaba quebrada, justificando que la presidenta Marta Esquivel anunciara la suspensión de obras del portafolio de inversión que no estuvieran en marcha. Elude que el mayor deudor de la CCSS es el Estado, que le debe ₡2,6 billones, más ₡1 billón adicional que está judicializado. A esto se debe agregar que Hacienda se rehúsa a trasladar recursos por ₡26 mil millones, que diputados aprobaron a la CCSS en último presupuesto.

Tarifas de ARESEP: El presidente Chaves reclamó a Aresep luego de que no se concretaron promesas que realizó sobre la revisión técnica: que la tarifa fuera menor a la de Riteve y luego que la segunda inspección fuera gratis. Aresep alegó que hubo aspectos de legalidad y garantizar equilibrio financiero. También reclamó que no se aceptara la petición para no subir electricidad en segundo trimestre del 2023, a pesar de que se estaba aplicando modelo que permitió la rebaja de la tarifa en el 2022 que presentó como logro de su gestión.

Concurso para 5G: El presidente Chaves se propuso impulsar la recuperación de las frecuencias del espectro y lo concretó, pero luego entró en un conflicto con la SUTEL por la convocatoria del concurso.

Inflación: Sobre la inflación, declaró el 10 de agosto del 2022 que es un problema importado, sobre el que no se podía hacer mucho. Pero aunque se trata de un fenómeno global, hay matices: mientras el promedio mundial de inflación creció un 87% el año pasado, en Costa Rica el aumento fue de un 136%.

Empleo público: Calificó la ley de “adefesio” y trasladó responsabilidad a gobierno anterior, pero la aplicó sin impulsar correcciones. Una vez con la ley en vigencia, anunció una mesa de diálogo para buscar una reforma. Varias organizaciones se retiraron del proceso, argumentando que el Gobierno solo quería legitimar cambios para reducir exclusiones de la ley.


 

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