El resurgimiento de Peregrino Gris

El viaje no se ha acabado y este mes de marzo Peregrino Gris lo dejará bien claro en seis conciertos con los que celebrará un aniversario más, el número 22 de su trayectoria.

Son gaitas y flautas, el particular bouzouki irlandés (instrumento de cuerda), con batería, violín, bajo eléctrico, contrabajo y demás instrumentación con que desde 2001 este grupo ha ofrecido y madurado su sonido, forjado desde los ecos de esa tradición cultural de la Europa Central y Occidental que data de la Edad de Hierro y que se expandió mucho más allá de la Irlanda comúnmente asociada a su desarrollo.

Todo ello fundido con influencias de un rock “medio experimental” en el que primero habían caído los hermanos Rodrigo y Eduardo Oviedo y que sirvió para construir el sonido que protagonizará la celebración de su aniversario este 5 de marzo en Mundo Loco, San Pedro.

“Empezamos a escuchar música celta, nos gustó mucho y le gustó a todos los del grupo, entonces cuando Eduardo empezó a tocar las gaitas y los whistles (pequeñas flautas irlandesas) pues empezamos a meter un poquito” la influencia celta, recordó Rodrigo Oviedo, quien toca teclados, guitarra, acordeón y el bouzouki irlandés, un instrumento de cuerda originario de Grecia.

Actualmente la alineación del grupo es conformada además por su hermano Eduardo en las gaitas escocesa, irlandesa y gallega, los whistles y flautas; Randall Nájera en el violín, bajo eléctrico y contrabajo y Orlando Ramírez en la batería.

“Empezamos a tratar de hacer cosillas y sacar algunas piecitas, hasta que decidimos en algún momento hacer Peregrino, sobre todo pienso yo que por la fiebre de Eduardo por las gaitas”.

El guitarrista se contagió de la pasión de su hermano por esa “música más tradicional irlandesa y escocesa”, que llevó a la creación de sus primeras composiciones, incluidas algunas que se venían trabajando desde antes en formato estricto de rock.

“En el camino encontramos a otros compañeros que les gustó y ahí fuimos armando el grupo, pero sí, nosotros empezamos como cualquier grupo de aquí, se podría decir que de garaje”, recordó.

Oviedo recordó que al principio el grupo fue “de pegue muy rápido”, pues el público no estaba acostumbrado a ver y escuchar gaitas en vivo, “mucha gente se acercaba para conocer, escuchar los sonidos, tomarse una foto, era sorprendente para muchos”.

Lo que llama “pegue” fue el fenómeno de un grupo que reventó en popularidad “tocamos mucho en universidades y colegios, en TEC, UCR, UNA, en esos tiempos tomamos un público bastante joven, los que empezaron a hacer las locuras de bailar y todo eso”.

Formación

Pero el viaje de Peregrino Gris tuvo que iniciar por lo básico: el conocimiento de instrumentos que para el entorno costarricense eran monumentalmente exóticos.

Por ejemplo, a finales del siglo pasado en Costa Rica no había quien enseñara en la ejecución de los diferentes tipos de gaita. Eso significó para Eduardo Oviedo conocer y dominar esos instrumentos, “un camino en que yo lo acompañé, por lo menos unos 10 años de sus primeros pasos” con “mucha disciplina” para estudiar videos, libros y escuchar mucho, recordó su hermano Rodrigo.

Él mismo debió estudiar cómo, en esa tradición celta, se manejan los ritmos, las guitarras, la percusión, cómo iban los violines, todo en una época sin el acceso por ejemplo a YouTube.

El caso es que ese proceso de aprendizaje y maduración ha continuado, “incluso hay piezas de las del primer disco que ahora suenan un poco diferente, porque tal vez hay más experiencia y hasta más aprendizaje”. Por ejemplo, en la parte rítmica “a veces hay cosas que uno hacía y que ahora mira que no estaba tan bien”.

Parte de todo ese proceso de aprendizaje implicó que Eduardo Oviedo y Randall Nájera viajaran a Estados Unidos a realizar cursos de música irlandesa, el propio Rodrigo recibió instrucción en la ejecución del acordeón en Galicia.

Un aspecto importante es que Peregrino Gris siempre ha buscado desarrollar un repertorio original, lo cual incluso abrió puertas para las giras internacionales a Galicia en 2013, 2014 y 2017, cuando también se presentaron en Portugal.

Pero el tiempo ha pasado tanto para el grupo como para esa generación que lo vio surgir y le devolvió con apoyo la misma pasión que el grupo proyectó con su música.

Resurgimiento

Admite Oviedo que ya desde “años antes” de la pandemia “mucha gente pensó que nosotros habíamos terminado” porque el grupo redujo sus presentaciones.

De hecho, su última producción discográfica, Antes de la Lluvia, data de 2013. Fue precedida por el debut homónimo de 2001 y Confrontación de 2005. “Bastante” tiempo ha pasado desde ese último disco. La buena noticia es que el grupo sí ha estado componiendo y tiene trabajadas “cinco o seis piezas”; la mala es que aún no es suficiente material como para producir un álbum completo. “Pensamos ir grabando por lo menos una a una “, acotó.

Luego, ante el marasmo causado por el coronavirus, “para todos fue como un paro, de hecho el fin de semana que cerraron todo teníamos tres conciertos y no se pudo hacer nada”.

Sin embargo en 2022 el Peregrino retomó su odisea, entre otros con un concierto en el TEC, ante “gente joven, estudiantes, y fue una locura, fue como recordar un poco aquellos tiempos”.

“Nos sigue sorprendiendo que un grupo instrumental haya tenido conciertos masivos”, en escenarios como el Festival Internacional de las Artes (FIA), “donde el montón de gente se identifica”.

Ese apoyo es algo que “aún nos sorprende: que aún estemos en el gusto de la gente, que hoy lleguemos a tocar y que llenen un concierto; que palmas, que danzas, todo todavía se da, es muy bonito, es una gran experiencia tocar estas músicas”.

Músicas que “de alguna forma en algo les tocó y les sigue tocando a la gente, igual a que nosotros nos llamó la atención y nos movió el corazón, hay mucha gente que también esa música le mueve, hay algo ahí tal vez medio ancestral que nosotros tenemos, tal vez por la influencia europea, aunque somos ticos”.

Y a pesar de ese camino recorrido, recordado y ya retomado, todavía se topan con personas que no les conocen. “Creo que como no nos hemos mostrado tanto a nivel de medios masivos, eso influye un poco”. “Hay que volver a tocar, a que la gente sepa que estamos ahí de nuevo y sí, podría hablar de un resurgimiento”.