Opinión

Netanyahu al poder, retos para Israel y su entorno

El 29 de diciembre de 2022, Benjamín Netanyahu accedió como Primer Ministro del Estado por sexta vez en su carrera política, es el Primer Ministro que más tiempo ha estado en el poder, superando incluso al desaparecido David Ben Gurión que fue el primero de los Primeros Ministros que tuvo su país desde su independencia en 1948.

El bloque que ha logrado conformar le ha permitido tomar posesión con 64 votos a favor de los 120 que componen el Parlamento israelí. Sin embargo, el detalle principal para que Netanyahu pudiera lograr retomar el poder del país ha sido su alianza con partidos políticos de derecha dura.

Este “matrimonio de conveniencia” logrado para dirigir la vigésima quinta Kneset (Parlamento israelí) está señalado por una serie de retos que se pueden separar en tres áreas entre nacionales, internacionales y el híbrido con los palestinos. En cuanto a los retos locales se incluye aspectos como la estabilidad política, ya que no hay gobierno en los últimos períodos que logre los cuatro años que se plantea por ley y han tenido que llamar a elecciones anticipadas y conformar nuevamente gobierno.

Los casos de corrupción que incluso han tenido al propio Netanyahu muy cuestionado y señalado de tal forma que se temía pudiera ser llevado a prisión por los señalamientos que se le hacen y por esto la imagen del liderazgo se ve manchada y podría restarle credibilidad para gobernar.

La seguridad del Estado sigue siendo un problema en Israel. Por un lado, está la seguridad ciudadana que afecta ciertos lugares donde incluso, por ejemplo, en los barrios árabes del país el crimen organizado no da tregua y esto genera una sensación de inestabilidad entre la sociedad. El otro aspecto es el terrorismo, donde lo principal que se busca evitar es que haya una radicalización de las zonas controladas por el actual gobierno de Abbas en las zonas palestinas, pero que tampoco afecten los intentos de atentados desde Gaza, ni dentro de las zonas de Jerusalem Oriental, donde Israel mantiene el dominio político y militar desde 1967.

Otros aspectos que son importantes en este reto interno son los problemas estructurales y de desarrollo de otros colectivos en el país. A las citadas comunidades árabes israelíes, se suman los grupos ultraortodoxos, los palestinos con estatus especial y los migrantes ilegales que son los grupos sociales que manifiestan mayores brechas socioeconómicas del país.

Los retos internacionales, se pueden resumir en buscar ampliar los alcances de los Acuerdos de Abraham, luchar contra la amenaza iraní y su desarrollo nuclear. También un gran reto está en el distanciamiento existente entre el gobierno israelí y las comunidades judías en las diásporas; principalmente en Estados Unidos, lo cual puede generar impacto en el diálogo.

Sumado a lo anterior, las relaciones entre Biden y Netanyahu podrían no ser tan cordiales como fue con Trump, mientras que se establecen canales de conversación con los gobiernos de Putin y Zelensky así como intentos de retomar las conversaciones con el gobierno de Beijing quien ha abierto canales comerciales y políticos con Riad y que podrían ser una ruta alterna para los intereses de Israel en la ampliación de los acuerdos Abrahamicos.

Finalmente, el reto “híbrido”, que no puede ser otro que las relaciones con los palestinos, de alguna forma tanto la inestabilidad del gobierno de la Autoridad Nacional Palestina y su división política afecta a los palestinos, pero de algún modo también a los israelíes que no pueden vivir de la renta de la “despalestinización” de la agenda política árabe porque esto puede ser temporal y riesgoso, por lo que entre más estable se encuentre el liderazgo palestino evitará gestar de facto un estatus de Estado binacional entre ambos pueblos lo cual debe ser prioritario en cualquier gobierno israelí más o menos sensato, pero de esto se ahondará en futuros artículos.

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