El representante del turístico nacional pidió este martes a las y los diputados de la Comisión Permanente Ordinaria de Asuntos Económicos archivar el expediente 23.253, mediante el cual el ejecutivo pretende derogar el Fondo Nacional de Avales creado para apoyar a las empresas que fueron afectadas por el Covid-19. Mientras tanto, el sector agrícola pide que si se cierra, los recursos se envíen a Fondo Nacional para el Desarrollo (FONADE) para paliar la crisis actual.
El presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Rubén Acón y Álvaro Sáenz, vicepresidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria, explicaron a las personas legisladoras que las afectaciones sufridas por sus sectores durante la crisis causada por el virus aún no se han acabado, por lo que las garantías que facilita el fondo a miles de pequeñas y medianas empresas aun son necesarias.
Acón recordó que el mencionado fondo se creó a raíz de afectaciones producidas por la pandemia para facilitar el acceso al crédito para que las empresas pudieran mantener o reactivar sus operaciones.
“Es indiscutible que nuestro sector fue el más afectado por la pandemia, hasta diez veces más que el promedio del sector empresarial costarricense, y al que le tomará más tiempo recuperarse. Se estima que volveremos a los niveles pre pandémicos en algún momento entre el 2023 y 2024”, dijo.
Según el empresario con la llegada del virus al país, se redujeron drásticamente los ingresos pero los gastos continuaron. “Por más de dos años, hemos trabajado con pérdidas para mantener operando nuestras empresas y sostener los puestos de trabajo, cubriendo esos gastos con fondos propios o con préstamos, endeudándonos cada día más. Muchas empresas, sobre todo micro y pequeños negocios, cerraron definitivamente operaciones y los que aún hoy subsisten están llenos de obligaciones”, indicó.
“Seguimos aguantando”, repitió una y otra vez, tratando de retratar las duras condiciones que aún enfrenta el sector tras tanto tiempo de operar “con pérdidas”.
En consecuencia, solicitó a la comisión archivar el proyecto y más bien reformar el fondo de avales de forma que de los $270 millones se destinen $5 millones al fondo de avales que el sector fundó y así disponer de más recursos.
Alternativamente, dijo, “de considerarse que no procede variar el destinatario del préstamo del BCE, estaríamos de acuerdo en que se archive el proyecto y se reforme el artículo que se refiere a la cobertura del fondo de avales para volver al espíritu original del proyecto”.
Consultado sobre el tema, Acón detalló que esa segunda alternativa implicaría revertir una moción de Yorleny León, aprobada en la legislatura pasada, que abrió la puerta a que los bancos se beneficiaran de la iniciativa.
Por su parte Álvaro Sáenz, indicó que el sector está enfrentando una “crisis inmensa” y señaló que el índice mensual de actividad económica agropecuaria registra una recesión de 4% negativo para este año. “Eso implica que el motor de la economía rural se detuvo”, dijo, lo que tiene impactos en la pobreza y en la desigualdad.
Sáenz explicó que el sector agro ha sido afectado por factores externos como la crisis de contenedores o la guerra en Ucrania, que encarecieron los insumos, pero también por decisiones nacionales como la liberalización de la importación de arroz y la latente amenaza del la entrada del país a la Alianza Pacífico.
Así, además de las difíciles condiciones, se está generando una gran inseguridad para los productores “y ahora nos están amenazando con quitar los aranceles a las importaciones de los productos más sensibles, imagínense esto en un ambiente de gran pobreza, de desigualdad y devastación del agro, eso es sufrimiento real, porque afecta a la gente que tiene más desempleo, que tiene menos esperanza de conseguir algo mejor porque tiene menos escolaridad”
Su sector dijo, como alternativa a la derogación del Fondo Nacional de Avales propone que los recursos se destinen a fortalecer el Fondo Nacional de Desarrollo para “paliar un poquito la crisis inmensa que estamos viviendo”
