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Economistas: Emisión de eurobonos no sería único factor para disminuir relación deuda/PIB

Especialistas consideran que hay diversos factores de la economía que inciden en el indicador y no hay suficiente información para determinar si lo mejor es hacer emisiones internacionales o locales

Ante la insistencia del Ministerio de Hacienda de que los diputados aprueben el proyecto que le permitiría al Gobierno emitir hasta $6.000 millones en eurobonos para financiar la deuda del país, economistas consideran que una serie de colocaciones no se convierten en el salvavidas para disminuir la tendencia en la relación de la deuda y el Producto Interno Bruto (PIB).

Los eurobonos son títulos valores de deuda externa. Es decir, son bonos que emite el Gobierno para financiarse a partir de inversionistas en el mercado internacional.

Días atrás, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta aseguró que sin eurobonos y aún si aumentan las tasas de interés, esta relación deuda/PIB a cuatro años estaría en un 66,3%; y con eurobonos, la proyección sería del 61,3%. Eso sí el impacto sería mayor si se incorpora el efecto de las tasas.

“Sin eurobonos, la relación deuda/PIB empezará a crecer a partir del próximo año, nuestra responsabilidad ese garantizar la estabilidad económica. En lo siguientes cuatro años tendremos vencimientos importantes de la deuda, hay que decidir si se financian en el mercado local e internacional”, dijo en conferencia de prensa.

En este sentido, el economista Fernando Rodríguez indicó que la deuda varía en función del comportamiento de distintas variables, como el superávit primario (diferencia entre ingresos y gastos del Estado), las tasas de interés y la inflación y no se puede afirmar tajante que la evolución de la deuda mejorará con eurobonos, a menos que se cuente con un escenario muy claro de la evolución de estos factores; algo que aún no ha demostrado el Ministerio de Hacienda.

“Uno puede construir escenarios, por ejemplo, en un contexto de alta inflación, la deuda en relación con el PIB tiende a bajar, y si ese incremento de la inflación -que se viene dando- se mantiene en los próximos años, la deuda se va a reducir, por lo que la baja no correspondería a los eurobonos. No es tan simple como para supeditarlo a una sola cosa”, explicó el especialista.

Por su parte, para el economista Luis Paulino Vargas, esta relación de la deuda/PIB ya está muy cercana al 70% y bajarla depende del crecimiento de la economía. Aseguró que incluso, si el déficit primario (diferencia entre gastos corrientes del Estado y su recaudación de impuestos) fuera cero, esa relación seguiría aumentando si la economía se encontrara por debajo de la tasa de interés que se paga por esa deuda.

“O sea, no se gana mucho, bajando la tasa de interés si la economía no crece al ritmo requerido, y en las condiciones actuales, cuando el Banco Central tira hacia arriba las tasas de interés internas y la economía mundial camina al borde de la recesión, es improbable que la economía costarricense crezca al ritmo que se requiere”, dijo Vargas.

Pero, ¿resultaría positivo aprobar los eurobonos?

El ministro Nogui Acosta aseguró que enero de 2023 se vence el primer monto de $1.000 millones, y para abril de 2025 se sumarán otros $500 millones; y considera que lo mejor es financiar esta deuda en el mercado internacional, pues el local es muy pequeño y eso generaría una presión en las tasas de política monetaria que impactará las tasas de los créditos de los costarricenses.

En este sentido, Luis Paulino Vargas indicó que es improbable que hoy se consigan en el exterior tasas de interés favorables como las que en oportunidades anteriores se colocaron eurobonos.

“De hecho, todos los grandes bancos centrales del mundo están elevando las tasas de interés, mientras enfrentan un contexto inflacionario y recesivo, con grandes incertidumbres. Además, hay un grave problema asociado al hecho de que esos fondos externos son utilizados solamente para sustituir o refinanciar deudas viejas, lo que significa darles una utilización totalmente improductiva”, indicó Vargas.

No obstante, Fernando Rodríguez consideró que sería bueno contar con la aprobación para colocar eurobonos, de manera que al momento de necesitar hacer emisiones se pueda tomar la decisión, valorando si las condiciones externas son mejores que las internas. “Lo ideal es que exista flexibilidad para medir en el momento apropiado, pero siento que falta mucha información sobre los escenarios para hacer frente a un vencimiento tan importante de deuda externa, pues una mala decisión podría afectar el tipo cambiario y generar más presión sobre los precios”.

 

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