La cantidad de estudiantes de nuevo ingreso en las universidades públicas aumentó un 15,24% entre 2017 y 2021, lo cual significa que la cifra de alumnos admitidos pasó de 29.329 a 33.799 en el periodo indicado, según información suministrada a UNIVERSIDAD por las cinco casas de enseñanza estatales.
“Es una señal muy positiva de que las personas en general, a pesar de la crisis económica y social, la inseguridad, el desempleo, y todos los diferentes problemas que existen, encuentren una mayor necesidad de realizar estudios universitarios y dichosamente, pues las universidades en conjunto hemos podido responder”, manifestó el presidente del Consejo Nacional de Rectores (Conare), Rodrigo Arias.
Para Arias, también rector de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), es fundamental que las universidades tengan una mayor capacidad instalada para recibir más estudiantes, por lo cual se requiere hacer inversiones, cuyos resultados se reflejan posteriormente: “A partir del 17/18 comienza a manifestarse el aumento de la capacidad instalada, producto en gran parte de las inversiones que se hicieron con el préstamo del Banco Mundial, que permitió a las universidades reforzar, actualizar y aumentar la capacidad de recepción de estudiantes”.
“Para que ese incremento en el acceso a oportunidades de realizar estudios en las universidades estatales siga manteniéndose y sea sostenible, también es necesario asegurarnos sosteniblemente los ingresos para el financiamiento de la educación superior”, Rodrigo Arias.
El rector señaló que es importante que el país le dé sostenibilidad al crecimiento de la educación universitaria a la población, ya que la sociedad necesita más personas con acceso a estudios superiores: “Somos las universidades que más oportunidades estamos brindando para que las nuevas personas que terminan la secundaria estudien en nuestras instituciones”.
Asimismo, la vicerrectora de Vida Estudiantil (VIVE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), María José Cascante, explicó que la oferta de nuevos cupos es definida por cada unidad académica, pero depende también de la capacidad de las instalaciones universitarias:
“La Universidad, al fortalecer, al hacer un adecuado apoyo de los presupuestos para las unidades académicas, brinda en ese sentido esa oportunidad de crecimiento para una mayor oferta de cupos hacia las poblaciones de primer ingreso, pero siempre se tiene esta limitante, que es la infraestructura que tiene la Universidad”, agregó la vicerrectora.
No todos los admitidos consolidan su matrícula
En el caso de la UCR, la Universidad Nacional (UNA) y el Tecnológico de Costa Rica (TEC), que son las universidades que aplican un examen de admisión, hay un porcentaje de estudiantes que, a pesar de ser admitidos, no consolidan su ingreso a la universidad a través de la matrícula de algún curso.
Por ejemplo, en 2021 un total de 16.352 estudiantes fueron admitidos en esas universidades, pero solamente 13.898 (84,99%) terminaron matriculando algún curso en los periodos establecidos para ello. No obstante, la situación es diferente en cada centro de estudios: en ese mismo año, la UCR consolidó el 84,53% de sus admitidos; la UNA, el 97,83%; y el TEC, 69,42%.
“Se tiene muy mapeado; lo que se observa es que entre las personas que ingresan a la UCR, hay un grupo, que normalmente es el grupo de estudiantes que tiene mayores recursos, que ingresa también a otras universidades públicas y privadas o incluso al exterior, entonces, finalmente por otros ingresos u otras posibilidades de estudio, deciden no consolidar en la UCR”, explicó la vicerrectora de la VIVE.
Por su parte, la vicerrectora de Vida Estudiantil y Servicios Académicos (Viesa) del TEC, María Teresa Hernández, comentó que en el TEC sucede una situación particular, ya que la institución cataloga como estudiantes admitidos una cantidad superior a los cupos reales: “Todas las carreras según su razón de ingreso suman esa cantidad de estudiantes a los que se les dice, «usted está admitido». Eso no quiere decir que haya cupo para esos estudiantes, o sea si vinieran los tres mil y resto que dice ahí, seguro tendríamos que asumirlo como institución, pero no estamos preparados, porque ya se sabe que el cupo disponible ronda los dos mil estudiantes”.
Según Hernández, casi todos los cupos disponibles se llenan ya que, aunque el número de admitidos es mucho mayor, “el TEC sabe que no va a venir esa cantidad de gente”. Entre las razones que la vicerrectora aporta como causante de este fenómeno se encuentra, por ejemplo, la admisión en otra universidad o que la carrera en la que fueron admitidos no coincide con los intereses reales de los estudiantes.
Por su parte, el vicerrector de Docencia de la UNA, Randall Hidalgo, acusó motivos similares a los señalados por las vicerrectoras, si bien los datos de la UNA superan el 96% de consolidación en todos los años analizados.
Sobre esto, Hidalgo explica que la clave de estos resultados consiste en el sistema de admisión que tiene la casa de enseñanza, que consta de dos etapas, donde los interesados tienen hasta cinco oportunidades de ganar un cupo para ingresar en la Universidad, en un lapso de dos semanas: “La UNA cuenta con un sistema de admisión que tiene como objetivo entregar el 100% de los cupos (…) Cada postulante que gana un cupo y no hace efectiva su matrícula es sustituida por la siguiente persona en la lista”.
Para seguir mejorando
Los vicerrectores entrevistados manifestaron diferentes retos que las universidades tienen por delante para seguir aumentando la cantidad de admitidos, entre los que destacan realizar cambios en los modelos de admisión: “La Universidad tiene que hacer un análisis a profundidad del modelo y después generar esas rutas de mejora”, dijo la jerarca de la UCR.
Por su parte, la vicerrectora del TEC señaló la importancia del financiamiento y la atracción de estudiantes a las universidades, pero fundamentalmente luchar contra el desprestigio que algunos sectores han trabajado contra las universidades: “El principal reto es otra vez cómo logramos esa credibilidad de la sociedad que se ha perdido en los últimos años y no porque no se hagan cosas, sino porque tal vez el enfoque no estaba ahí y se ha ido diluyendo en el tiempo”.
De la misma forma, el vicerrector de la UNA indicó que existe el reto de “impulsar transformaciones e innovaciones de la oferta educativa de manera que se logre una mayor articulación interuniversitaria” para que las universidades puedan ofrecer planes de estudio más flexibles, vinculados a las demandas actuales y futuras del mundo laboral.
El presidente del Conare explicó que es importante “tener asegurados los recursos para seguir cumpliendo la misión creciente que la sociedad demanda de las universidades públicas”, a la vez que manifestó que “es evidente que la población en general anhela realizar estudios en las universidades públicas; tenemos el compromiso y la responsabilidad de seguir abriendo más espacios”.
