Dos meses y medio después de haber rifado y ganado su presencia latinoamericana en el gimnasio número 2 de las Instalaciones Deportivas de la Universidad de Costa Rica, ahora las representaciones del baloncesto universitario costarricense en su modalidad 3×3 concursarán en territorio peruano por acceder al mundial de la disciplina, el cual ya no será en China como era en todas las ediciones previas, debido a las medidas y restricciones sanitarias que este país tiene contra la COVID-19, sino que ahora será en Turquía.
Por la rama masculina estará presente la Universidad de Costa Rica, con Daniel Barrantes Vega, José María Carvajal, Julián Mora y Luis Esteban Soto con su entrenador Alexis Monge, cabeza del club masculino de baloncesto 5×5 en el que también militan.
Mientras que en femenino, la Universidad Nacional (UNA) será la que acuda a pesar de haber sido subcampeona universitaria tras perder en la final contra la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (ULACIT), ya que la universidad privada no confirmó su participación para el certamen a los 15 días de su triunfo, plazo límite para ello; mientras que la casa de estudios superiores pública con oficina central en Heredia sí lo hizo. Allí asistirán las hermanas Natalia y Paula Reyna, Giovanna Echeverri y Gloriana Corrales, a cargo de su entrenador Fabián Díaz, quien también las dirige en el club femenino de 5×5 de la UNA.
“Creo que en el equipo los cuatro tenemos una muy buena defensa, y yo creo que eso nos puede servir en la final”, Daniel Barrantes.
En una entrevista al canal de Youtube de la universidad anfitriona, la San Ignacio de Loyola en Lima, Barrantes se mostró optimista de lo que puedan hacer en el torneo en aras de su objetivo de reservar cupo a la capital novelera de Europa. “Creo que en el equipo los cuatro tenemos una muy buena defensa, y yo creo que eso nos puede servir en la final, porque al defender podemos recuperar la bola rápido, sacarla, y yo creo que también tenemos un muy buen tiro exterior, y en montones de aspectos alguno de nosotros cuatro resalta, entonces creo que logramos ser un equipo muy completo”.
Barrantes alabó el ritmo de juego de esta nueva modalidad. “Los aspectos que más me gustan es que todo es muy rápido, casi no se pausa la bola, o si hay una canasta hay que ir a defender, porque la bola se saca y ya se puede hacer un punto”.
Así se jugará el torneo
En un principio un total de 12 equipos por rama competirían en cuatro triangulares, y al final de la competición solo cada universidad ganadora logrará cupo a territorio otomano del 27 al 29 de octubre, junto con otros once representativos alrededor del mundo.
A los varones ucerreístas les tocaba jugar su fase de grupos en el grupo 3 contra la Universidad Católica Nordestana de República Dominicana y la Universidad Paulista de Brasil y a las jugadoras de la Universidad Nacional, la Pontificia Universidad Católica de Chile y las de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann (UNJBG) de Perú, en el grupo 3.
Sin embargo, luego de la inauguración, se dio a conocer que los equipos de las universidades dominicanas (la Nordestana en masculino, Instituto Tecnológico de las Américas y Organización y Método) se retiraron, lo que obligó a reestructurar todo en pentagonales y una hexagonal. Con el cambio, la UCR quedó en el grupo 1 con la UNJBG, los paulistas, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores con sede en Toluca, México, la Universidad de Antofagasta de Chile y la Universidad Nacional de La Matanza de Argentina; y la UNA quedó en el grupo 2 contra la UNJBG, la Universidad Católica de Valparaíso de Chile, la Universidad Anáhuac Campus Norte de México y la Universidad de El Salvador.
Los partidos arrancaban a las 9 a.m. del 19 de julio, al cierre de esta edición. Los celestes jugaban primero contra la UNJBG, luego contra la escuadra chilena, posteriormente contra los brasileños, luego contra los aztecas y por último contra la representación argentina. Mientras que para la UNA el inicio era contra las cuscatlecas, seguían contra las aztecas, luego contra las chilenas y concluían contra la UNJBG.
De quedar en los puestos 5 y 6 en su grupo quedaban fuera; o de lo contrario, en el mejor escenario, jugarían los cuartos de final para buscar las semifinales y, si triunfan, una final, ya que de lo contrario actuarán en turnos más tempraneros, ya sea por el tercer lugar si se llega a las semifinales y se cae en ellas, por el quinto lugar de haber perdido en los cuartos de final y ganado su partido semifinal por los puestos del 5 al 8, o bien por el séptimo lugar de haber perdido ambos cotejos.
