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En el último año: Pensiones de la CCSS por muerte crecieron en casi un 39% por impacto de la pandemia

De acuerdo con las autoridades, este incremento ocurrido el año anterior nunca se había visto: Solo en el 2021 se aprobaron 7.938 nuevos casos de pensión por muerte.

Las pensiones por muerte otorgadas por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aumentaron en un 38,7% en el último año, debido, principalmente, al impacto de la pandemia por Covid-19. Así lo señaló el director de pensiones de la institución, Ubaldo Carrillo.

“Este crecimiento nunca se había visto. Es muy acelerado. Es una tasa de crecimiento muy alta. (…) Se dispararon las pensiones por muerte producto del Covid-19.¿Que pasó en Costa Rica para que haya un brinco tan grande? Covid-19”, indicó Carrillo.

Desde el 6 de marzo del 2020, por ejemplo, en el país se han reportado 8.444 decesos relacionados con el Covid-19.

Según datos de la Dirección de Pensiones de la CCSS, para el 2018 se aprobaron 5.458 nuevas pensiones por muerte, mientras que para el 2019 fueron 5.650. Esto representa un aumento del 3,5%.

En el 2020, por su parte, se aprobaron 5.723 nuevas pensiones por muerte, lo que significa un incremento del 1,3% respecto al año anterior, y finalmente en el 2021 se otorgaron 7.938. Esta última cifra representa un aumento del 38,7%.

Más beneficiarios

 El crecimiento de los casos nuevos de pensión por muerte también repercutió en un aumento de los beneficiarios nuevos, pues estos subsidios muchas veces son divididos entre quienes enviudaron e hijos con dependencia económica de la persona fallecida, entre otros.

Según datos de la CCSS, para el año 2018 hubo 6.701 beneficiarios nuevos (4.231 por viudez, 2.139 huérfanos, 306 padres y 25 hermanos dependientes), mientras que para el 2019 la cifra ascendió a 6.932  (4.323 viudos o viudas, 2.253 huérfanos, 320 padres y 36 hermanos). Esto significa un incremento del 3,4%.

Para el 2020, por su parte, la cifra pasó a 6.932 beneficiarios nuevos  (4.485 por viudez, 2.036 huérfanos, 302 padres y 26 hermanos), lo que representa una reducción del -1,2%. Finalmente para el 2021 este número se elevó a 9.665  (6.189 por viudez, 3.007 huérfanos, 432 padres y 37 hermanos); es decir, se dio un aumento del 41,1%.

“Una pensión que nosotros damos por muerte a una viuda o un viudo es una pensión de por vida. Y si el beneficiario tiene 25 años va a tener esa pensión desde esa edad y hasta que termine su vida aquí. Así que el impacto que nosotros estamos viendo es en los beneficiarios por muerte”, añadió Carrillo.

 Impacto sobre las finanzas

 Este aumento en las pensiones por muerte, de acuerdo con Carrillo, repercute en las finanzas del seguro de invalidez, vejez y muerte.

“Nosotros hemos tenido que utilizar, durante la pandemia, parte de los intereses que genera la reserva de pensiones para poder hacer frente al pago de las pensiones. Estos intereses por lo general se capitalizan, pero cuando se necesita se utilizan para pagar pensiones”, destacó el director de pensiones.

De acuerdo con datos de la Dirección de Pensiones de la CCSS, para el 2018 se ejecutaron  ₡129.225.023.302,00 del seguro de IVM en el pago de estas pensiones, mientras que para el 2019 la cifra fue de ₡138.525.467.896,73.

Para el 2020, por su parte, la institución ejecutó ₡146.534.015.267,88 y en 2021  ₡158.459.776.060,56. Esto significa que solo en el último año se dio un aumento del 8,1%.

“Este 2022 esperamos no usar tanto (dinero) de intereses porque hay una recuperación de la economía. (…) Hay dos efectos positivos para este año, hay menos muertes y hay una recuperación económica. Entonces, al haber esto, estamos viendo como cotizantes que habíamos perdido están volviendo y los ingresos están tendiendo a subir y mejorar la situación financiera del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte”, acotó Carrillo.

 

“Yo me lo imaginaba de regreso”

Cecilia Calvo, de 49 años de edad, perdió a su esposo Osvaldo Palacios el 31 de marzo del 2021. Ni ella, ni él creían que ese momento llegaría tan pronto, pero el Covid-19 les tocó la puerta.

“Mi esposo tenía 54 años, no era tan mayor. Tenía presión alta y sobrepeso, y como tenía afectado un pulmón —por su trabajo— el Covid-19 lo afectó más. Estuvo internado del 21 al 31 de marzo del año pasado. (…) Yo me lo imaginaba de regreso, pero poco a poco más bien se iba complicando, lo subían de piso, lo trasladaban de piso y uno empieza a sospechar de que ya no había vuelta atrás”, mencionó Calvo, quien también trabaja.

Con su muerte, Cecilia y su hijo optaron por solicitar esta pensión a la Caja y así ayudarse con los gastos de la casa, la alimentación y la educación de su hijo de 18 años, quien actualmente estudia en el Instituto Tecnológico Costarricense (TEC). Actualmente, ambos son beneficiarios de don Osvaldo, pues años atrás él cotizó cerca de 400 cuotas a la CCSS.

Según el reglamento del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte de la CCSS, “cuando ocurra la muerte de un trabajador no pensionado, el monto de la pensión por viudez, orfandad y a otros sobrevivientes, será proporcional a la que hubiere sido su pensión por vejez. En aquellos casos de fallecidos con menos de 300 cuotas, los beneficios serán proporcionales a la cuantía básica de vejez que le hubiese correspondido”.

La pensión por viudez se incrementará conforme aumente la edad del beneficiario, llegando a un 60% cuando la viuda o el viudo sea mayor de 50 años y menor de 60 años de edad, y a un 70% cuando esta persona sea mayor de 60 años de edad o se encuentre inválido.

En el caso de Cecilia, por ser menor de 50 años de edad, recibe un 50% por pensión, mientras que su hijo un 30%.

Esta vecina de Cartago, actualmente, forma parte de la Asociación Pro Ayuda Post COVID (APAP-COVID), en la cual ha encontrado un acompañamiento para sobrellevar su luto.

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