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José María Figueres: “Estoy completamente en contra de la exploración y la explotación de hidrocarburos”

Candidato y expresidente liberacionista prefiere pensar en nuevas tecnologías de generación energética, aboga por agilizar el registro de agroquímicos y se muestra opuesto a permitir la minería metálica.

Insistió en referirse al “hidrógeno verde” como una de las fuentes de energía del futuro, mostró una posición favorable a un tren eléctrico urbano y aseveró que en un eventual gobierno suyo no habrá lugar para la minería metálica.

Fue por iniciativa de la campaña de José María Figueres que UNIVERSIDAD tuvo oportunidad de entrevistar al expresidente, quien busca en las elecciones de febrero acceder a un segundo mandato, tras haber gobernado entre 1994 y 1998.

El ofrecimiento se hizo para hablar principalmente de temas ambientales, sin perjuicio de abordar otros aspectos de su propuesta política.

Durante su gestión entre 1994-1998 usted nos quitó el tren y promovió la exploración y explotación de hidrocarburos, supongo que desde hoy lo verá no como errores sino como horrores.

No, de ninguna manera. Cuando llegamos al gobierno el ferrocarril al Atlántico ya había sido cerrado por la anterior administración y lo que quedaba era un ferrocarril que utilizaba el 3% de los costarricenses y que costaba entre cinco y seis millones de colones por día de subsidios, cosa que en la situación fiscal que heredamos era insostenible y por lo tanto la decisión de operar un cierre técnico. Cuando dejamos la administración dejamos listo un proyecto de licitación internacional para consecionar una nueva obra ferrocarrilera moderna, como los tiempos demandan y el país ha durado más de 20 años sin llevar eso a la realidad.

Con respecto a los combustibles fósiles, en nuestro gobierno primero mantuvimos siempre una posición muy clara a favor del medio ambiente. Los tiempos también han cambiado y hoy en día considero que el país tiene una extraordinaria ventaja en las energías renovables, que en 20 años se han desarrollado, han bajado de costo al ser hoy en día las más económicas en el mercado energético y que adicionalmente están muy bien alineadas con el posicionamiento internacional de Costa Rica como un país del ecoturismo; por lo tanto hoy estoy completamente en contra de la exploración y la explotación de hidrocarburos en el territorio nacional.

Pero en el proyecto de ley que Liberación Nacional está poniendo sobre la mesa en el congreso, al mismo tiempo que cerramos esa puerta, abrimos la oportunidad de que el ICE entre en alianzas estratégicas y alianzas público-privadas para el desarrollo de combustibles con base en energías limpias, principalmente el hidrógeno verde.

En diciembre de 1994 se dio la muerte de tres activistas ambientalistas y después en julio de 1995 un cuarto murió en circunstancias más que sospechosas. Al respecto, hace cuatro años en la campaña pasada, quien fuera en aquel momento su Ministro de Seguridad, dijo “no vamos a supeditar las artimañas negocios y caprichos de los grupitos ecoterroristas el desarrollo y la producción de este país, los conozco los he enfrentado y los he parado”. ¿De qué manera pueden las personas activistas del medio ambiente sentirse seguras de que en un eventual próximo gobierno suyo, su integridad física y patrimonial, la de sus familias y organizaciones estará garantizada?

Ellos como todas y todos los costarricenses se pueden sentir tranquilos de que siempre vamos a velar por la integridad, por la buena salud, por la buena convivencia y además por avanzar hacia el bien vivir de todas y de todos los costarricenses.

el mundo entero está dejando atrás el petróleo y los hidrocarburos por todas las implicaciones ambientales que tiene con respecto a ser el principal causante del cambio climático

Usted ha planteado el objetivo de que Costa Rica sea un país 100% libre de petróleo para 2035. Hoy en día más del 70% de nuestro consumo energético se va en hidrocarburos precisamente por la flota automotriz. ¿Cómo se llega de aquí a menos de 15 años a ser totalmente libres de petróleo?

Hoy en día el 35% del parque energético nacional es renovable y tenemos ya cuatro o cinco años de que eso es así, dándole la electricidad verde que hoy en día tenemos, lo que nos falta por supuesto es avanzar con el 65% restante que son los hidrocarburos que importamos.

Costa Rica tiene un extraordinario potencial aprovechando los adelantos tecnológicos que existen para avanzar hacia el uso de biocombustibles que generarían miles de oportunidades de empleo en el sector agropecuario. Estamos hablando el aceite de palma para biodiesel, estamos hablando de alcohol como carburante y también que podemos empezar a aprovechar nuevas tecnologías para desarrollos importantes como el hidrógeno verde.

Durante los últimos meses el ICE ha venido cancelando los contratos de plantas eólicas por el lado del Tilarán, cuyo primer contrato de 20 años terminó. En lugar de terminar esos contratos y no seguir comprando esa energía, el ICE perfectamente podría comprarla a costos marginales, puesto que ya la inversión se pagó, y empezar a producir hidrógeno. Chile acaba de publicar la noticia sobre una alianza público-privada con Alemania que le permitirá avanzar en una ruta hacia el hidrógeno verde para exportar $30 mil millones de hidrógeno verde a los mercados internacionales. Es un combustible de nueva generación, el mundo entero está dejando atrás el petróleo y los hidrocarburos por todas las implicaciones ambientales que tiene con respecto a ser el principal causante del cambio climático y Costa Rica el renombre que tiene, con las posibilidades que tiene, debería de avanzar fuertemente en esa dirección.

¿No le preocupa que cuando hablamos por ejemplo de producción de palma y de la producción de alcohol -que lo sacamos de la caña de azúcar- también tienen un costo ambiental muy grande al promover la agroindustria monocultivos extensivos?

Tiene algunos riesgos, pero me parece que se pueden mitigar y al final del día lo que tenemos que escoger es el mejor de los caminos que tenemos hacia el futuro. Es mucho mejor producir esos cultivos con toda la tecnología de hoy en día, con los cuidados ambientales que se pueden tener y seguirlos mejorando en la manera en que avancemos, para producir con esos cultivos nuevos combustibles, que seguir importando hidrocarburos.

Sustituir hidrocarburos importados es crear oportunidades de empleo, de inversión, nuevos modelos de negocios, tenemos cooperativas como Coopeagropal que son potentes en la producción de aceite de palma y veo que el movimiento cooperativo, -Coopevictoria en azúcar, por otro lado, que podría producir alcohol carburante- son oportunidades para que el sector social contribuya de una manera importante al nuevo mundo en eléctrico y a lo que podamos hacer en Costa Rica.

¿Cómo pretende manejar el tema de la producción de piña? Imágenes satelitales muestran cómo se ha metido en zonas protegidas, también hemos visto incluso casos intoxicación comunitaria por ejemplo en Florencia de San Carlos.

El cultivo de la piña para exportación cumple unos 20 años en Costa Rica, es una industria que ha venido madurando y mejorando. Empezó conociendo cómo era el negocio, se cometieron errores importantes y de camino con el concurso de la mayoría de los productores de piña, se han venido subsanando. Hoy en día el país tiene unas 40.000 hectáreas de piña, exportamos prácticamente a todo el mundo, tenemos un 70% del mercado internacional, 50.000 empleos directos y probablemente otro tanto los encadenamientos productivos que eso genera, de manera que me parece que la evolución que ha tenido el sector es positiva.

¿Que todos los productores de piña están cumpliendo con los mejores estándares?, no, eso le compete al gobierno, para eso están las instituciones por un lado que hagan cumplir nuestra normativa, y por otro lado está la responsabilidad de la cámara de productores de piña de que sus miembros y asociados cumplan con lo que esperamos los costarricenses en materia social y ambiental.

Eso conlleva también a otro atraso importante que tenemos en el Ministerio de Agricultura, el país tiene prácticamente 20 años de haber limitado de una manera importante la importación de nuevos agroquímicos, nuevas moléculas que son mucho más benignas con el medio ambiente que lo que estamos utilizando hoy en día. Eso no debe ser, si todavía se necesitan algunos agroquímicos deberían de ser de la última generación y no de hace 20 años.

Por el otro lado, hace falta que también en esos cultivos como la piña podamos avanzar en el uso de la biomasa de desecho, por ejemplo todo el rastrojo de la piña es un excelente material con un potencial energético importante. En esos encadenamientos productivos, para tener un aprovechamiento mucho mejor, las universidades centros de investigación y desarrollo e instituciones de gobierno deberían de jugar un papel importante como lo hacen en otros países.

En aras de facilitar el registro de esas moléculas nuevas, estos dos últimos gobiernos emitieron decretos en que para registrarlas se asumía un visto bueno de la OCDE, por ejemplo, pero quienes se oponen consideran que un país tropical con muy alta biodiversidad tiene condiciones de riesgo diferente a países de Europa. ¿Qué opinión le merece ese argumento?

Debemos de tener todos los cuidados que requerimos para que los productos agroquímicos que se vayan a importar, no vengan a causarnos un daño sobre todo en un país que tiene una biodiversidad y un conjunto de ecosistemas muy diversos, pero tampoco me parece razonable que las instituciones de gobierno estén tomándose el tiempo que se están tomando para la aprobación de nuevos agroquímicos. En esos procesos debería operar una metodología mucho más eficiente. Es más, la dificultad de registrar nuevos agroquímicos más modernos y benignos con el ambiente encarece mucho la operación de las empresas que los producen y producto de eso es que tenemos agroquímicos a un precio mucho mayor que en otros países.

“No creo que se pueda hablar en las misma frase de pesca de arrastre y que sea sostenible”, expresó el liberacionista. (Foto: Katya Alvarado).

¿Debemos considerar los tiburones como especies silvestres o cree que es posible la explotación comercial de ese recurso?

Costa Rica tiene un enorme potencial en el océano. El mundo empieza a hablar de una economía azul que es el pasar y avanzar de una economía verde hacia una economía que potencie nuestros recursos marinos y teniendo diez veces más superficie en el océano que territorio nacional, pues allí hay una gran oportunidad, primero para montar un sistema de explotación que sea sostenible y segundo para cumplir con el objetivo de desarrollo sostenible número 14 de las Naciones Unidas, que es haber apartado para 2030 un 30% de nuestro océano en áreas protegidas marinas.

Estoy en contra la explotación del tiburón, me parece que es una especie en extinción, la humanidad mata 100 millones de tiburones por año en el mundo y son una parte muy importante de la cadena alimenticia, de la vida y la biodiversidad en los corales sobre todo, que son fuentes de vida en los océanos.

Entonces siempre estado y estoy en contra de la explotación del tiburón, pero Costa Rica tiene una deuda importante con los pescadores en ambas costas. Donde más tenemos pesca es por supuesto en el Pacífico y hoy en día esas comunidades la están pasando muy mal. Avanzar a poder medir efectivamente el recurso marino que tenemos, la biomasa que existe para que no vayamos a depredar con el esfuerzo pesquero, el poder avanzar hacia las nuevas técnicas de pesca como pole and line o green stick, para pescar atún que ya no sea solamente industrial sino que vaya a las lonjas de atún representa una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de esas personas y precisamente en un proyecto de ley que se negocia en la Asamblea Legislativa de $75 millones con el Banco Mundial, estamos reagrupando las prioridades postpandemia para que podamos por un lado podamos fortalecer la capacidad de investigación y desarrollo del Incopesca y por otro lado podamos ir directamente con un apoyo de reconversión de flota a los pescadores en el litoral sobretodo Pacífico.

Es decir, no podemos solamente ser responsables con respecto a los recursos pesqueros y defenderlos de una sobre explotación, sin preocuparnos de las personas que por una pésima economía nacional han quedado muchos sin trabajo y en las costas se han tirado al mar a pescar, que es la única opción que tiene y eso usted lo sabe viene pasando ya desde hace muchos años, es esa situación no puede continuar.

¿Tenemos capacidad real para vigilar esas áreas marinas protegidas?

No la tenemos, pero el que no la tengamos no debe ser tampoco una limitación para que avancemos en el cumplimiento de uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Ésta es una década importantísima para la humanidad, porque a 2030 debemos haber cumplido con los 17 objetivos, el número 13 tiene que ver con cambio climático, el número 14 con el océano. Avancemos y veamos a ver como también podemos avanzar en el control de esas áreas y esos mares patrimoniales aprovechando tecnologías como la satelital, como los transponder en las embarcaciones de pesca, que son tecnologías modernas pero conocidas y aplicadas en otros países y que son de relativamente bajo costo.

¿En su criterio existe la pesca de arrastre sostenible?

No creo que se pueda hablar en las misma frase de pesca de arrastre y que sea sostenible.

Retomando el tema de la crisis climática y gran uso de hidrocarburos, ¿cómo hacer para que la flota vehicular migre a carros eléctricos?

Como toda transición importante en la vida, las cosas no se pueden hacer de la noche a la mañana. Por un lado el país debería de poder evolucionar hacia un sistema nacional integrado de transporte público de alta calidad y eso implica un tren eléctrico urbano, quizás también en algunas otras zonas del país para carga; eso implica que ese tren esté conectado con sectores en donde tenemos centros de población importantes y que las personas podamos transitar de un medio de transporte a otro para llegar de A a B.

A la par de eso, en el modelo de transporte personal tenemos una responsabilidad como gobierno por incentivar la transición, eso significa eliminarle el 100% de los impuestos a los vehículos eléctricos, a los vehículos híbridos, a los vehículos de hidrógeno verde y me parece que también deberíamos de eliminar parcialmente los impuestos a vehículos que vengan con motores que permiten mezclas de hidrocarburos con biocombustibles. Algunos de esos incentivos podrían ser por ejemplo para esos vehículos bajar, eliminar nunca, las pólizas de seguros en el INS y algunas otras cosas que se pueden estudiar.

Pero debe haber un conjunto de políticas públicas que le dice al mercado “esta es la dirección en que vamos, este es el futuro y esto es lo que el país tiene que avanzar”.

Deberíamos de legalizar las plataformas de transporte como Uber, pero por el otro lado deberíamos entonces financiarle 20.000 vehículos eléctricos o de hidrógeno a 20.000 taxistas con banca de desarrollo, de manera que tengan la oportunidad de competir con vehículos de calidad, modernos sin el costo operacional de los combustibles y pedirle las mismas condiciones de seguros y otras características, revisiones de los vehículos y los mismos seguros tanto a los que manejan Uber como a taxistas.

Si usted por un lado elimina los impuestos a los vehículos como he mencionado, por otro lado hace una importación masiva de vehículos para cambiar la flota de taxis en este país y damos otra muestra de que vamos en esa dirección y, por otro lado, aprovechamos que en la medida en que evoluciona la tecnología y aumentan las economías de escala, bajan los precios de los vehículos eléctricos en el mundo y quizá hasta aprovechamos algunos empréstitos blandos de países productores de vehículos eléctricos que nos quieran ayudar de esa manera a una importación mucho más fuerte, pues vamos mandando las señales correctas a los mercados.

Tras su reunión con la fracción el 28 de julio, en el vídeo que difundió se le ve muy optimista respecto a la posición de la fracción ante el proyecto de ley que busca prohibir la la exploración y exportación de petróleo. Por otro lado, usted gana una convención en la que quien queda en segundo lugar tenía un discurso radicalmente opuesto. ¿Todo su partido tiene una posición tan clara como la suya?

No hay ningún partido en la historia de este país que haya hecho más por el medio ambiente que Liberación Nacional. Éste es el partido que en los gobiernos de mi padre y de Daniel (Oduber) inició la creación de los parques nacionales, que se han venido consolidando en cada partido; cuando estuvimos en gobierno aprobamos las convenciones internacionales de biodiversidad y cambio climático, firmé el Protocolo de Kioto, innovamos en el mundo con el pago de los servicios ambientales poniéndole un impuesto a los hidrocarburos para poder pagar los servicios ambientales a través de Fonafifo, que han mejorado la cobertura boscosa en 20 años hasta el 60% del territorio nacional.

Hoy en día lo que planteamos con una fracción legislativa unida alrededor de este criterio es que, por medio de la ley, consolidemos una posición que ya el país tenía desde la administración de doña Laura Chinchilla de prohibir la exploración y explotación y entonces coger lo que ella hizo en ese decreto y transformarlo en ley.

Pero al mismo tiempo en la ley que estamos proponiendo estamos abriendo las puertas al ICE para que pueda avanzar en el desarrollo, la exploración, la explotación, las alianzas público-privadas de usar energías verdes para producir combustibles alternativos.

Puede ser, como en toda la familia, que no todo el mundo esté absolutamente de acuerdo con esa posición, pero en un partido democrático la mayoría gana y la mayoría estamos con esa posición.

lo que no podemos es, en una crisis fiscal como la que tiene el país, pensar en bajar impuestos

¿Hasta qué punto es un pulso constante? Porque también está el gobierno de Óscar Arias que le dijo a Industrias Infinito “pase adelante”

Ese es un pulso de todos los días, como las transformaciones que hemos visto en la historia de la humanidad. Los grandes cambios no se logran sin resistencia, siempre van haber sectores que tienen intereses en que no se dé el cambio, en que sigamos sobre los hidrocarburos, siempre van a haber intereses en que Recope pierda el monopolio de la importación de los combustibles, porque están viendo en eso una oportunidad de negocios y por eso debemos de mantenernos activa y permanentemente vigilantes de que las cosas avancen en la dirección en que han venido avanzando en el país de una forma consistente.

Ya que hablo de Recope, quiénes piensan que la solución de los hidrocarburos o del peso de los combustibles está en romper el monopolio Recope, no han estudiado la realidad. Si usted quita los impuestos que tienen los combustibles en este país, resulta que el precio de los combustibles de Recope es el más barato de toda la región y si usted analiza la calidad de los combustibles, Recope tiene los mejores combustibles de la región; lo que los encarece en Costa Rica un poquito más que en otros mercados es por supuesto la carga impositiva. Bueno, si podemos buscar alguna forma de rebalancear esos ingresos fiscales deberíamos de poder hacerlo, lo que no podemos es, en una crisis fiscal como la que tiene el país, pensar en bajar impuestos. Tampoco está pensando nadie en subirlos, porque la economía está realmente en un estado de emergencia no declarada, pero Recope como entidad responsable del monopolio, cumple con los requisitos nacionales, nunca nos ha dejado sin combustibles, es más competitivo que las condiciones de mercado en otros países y de mejor calidad.

¿Cuál es el futuro de Recope, si pensamos que al 2035 ser un país libre de hidrocarburos?

El futuro de Recope está en su transformación para que se convierta en un activo actor en la formación de un mercado de combustibles alternativos. Los mercados necesitan crearse muchas veces y en muchos países al inicio de un mercado el Estado interviene para ayudar a su creación, hay que crear oferta de biocombustibles para que después venga también la demanda. El Estado puede jugar un papel importante en eso.

Más allá del 2035, por si nos tomara unos añitos más salir de hidrocarburos, no veo yo que Recope tenga un futuro en los hidrocarburos, es la tecnología del pasado.

El futuro de Recope, según José María Figueres, está en su transformación “para que se convierta en un activo actor en la formación de un mercado de combustibles alternativos”. (Foto: Katya Alvarado)

¿Qué tanto piensa avanzar en ese proyecto de transformación de Recope durante los cuatro años de su eventual gestión?

Independientemente de los instrumentos que utilicemos, si es Recope, el ICE u otras alternativas o son alianzas con el sector público privado, pienso avanzar de una manera importante en la reconversión de los combustibles en este país. Costa Rica tiene ese potencial, está perfectamente alineado con lo que siempre hemos hecho y es lo que nos corresponde al 2030, para ese año deberíamos de haber bajado las emisiones de carbono a la mitad de acuerdo con los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas. Eso implica avanzar rápidamente, utilizaremos todos los instrumentos, todas las instituciones, pero sobre todo alianzas público-privadas, esta es una transformación energética del país que va a crear empleo, que va a crear oportunidades de inversión, que va a crear nuevos modelos de negocios, que va a crear nuevas alternativas y en eso debería de participar activamente también el sector privado, es el que genera las oportunidades de trabajo que requerimos en el país, no es el gobierno.

En ese mismo video tras la reunión con los diputados dice que el futuro está en hidrógeno verde, biocombustibles y en la exportación de energías limpias. ¿Se refería a la posibilidad de que los generadores privados puedan exportar energía eléctrica al mercado centroamericano?

Me refiero a que generadores privados puedan exportar pagándole un peaje al ICE, eso abriría la oportunidad de mayores inversiones en energía en Costa Rica y hoy en día no hay una energía que sea más económica que la solar y el precio de las baterías para almacenar la energía está bajando significativamente, con lo cual usted le quita la intermitencia a la energía solar y a la energía eólica, convirtiéndola en una energía de base. Pero me refiero también a que Costa Rica pueda exportar hidrógeno o amoniaco que son otras formas de poder almacenar energías verdes y hay un mercado creciente para eso en la economía global.

Nicaragua y El Salvador recientemente han inaugurado plantas solares y El Salvador espera el año entrante inaugurar una mega planta de gas. ¿De veras hay mercado en Centroamérica para decirle a los generadores que ese es su futuro?

Si los otros países de Centroamérica han invertido en energía, es porque nosotros nos hemos lerdeado en exportarla. Si hubiéramos abierto la oportunidad a que hubiéramos tenido mayor inversión privada en energía eólica y solar para exportarla a través del sistema de integración que tenemos, probablemente esas inversiones no se habrían realizado; pero de todas maneras hay épocas de mayor consumo que no corresponden con épocas de mayor producción en Centroamérica y ahí Costa Rica tiene una oportunidad enorme de poder ser un jugador de energía en la región.

el capítulo de las hidroeléctricas está llegando a su fin

Siempre hemos asumido la hidroeléctrica como energía limpia, pero hay un punto a partir del cual no es tan limpia. En otros países hemos visto que genera mucha conflictividad incluso saldándose con asesinatos como el de Berta Cáceres en Honduras. Pero en Costa Rica tenemos el problema que han proliferado mucho las represas, la cuenca del Reventazón por ejemplo está saturada. Entonces hay un punto en que se genera daños al ecosistema y a la biodiversidad. ¿Cree que hay espacio en Costa Rica para que crezca la producción hidroeléctrica?

Los costarricenses tenemos que estar muy agradecidos con el ICE y con la energía hidroeléctrica, porque es la que hemos sacado de problemas de falta de suministro en el pasado, pero hacia el futuro hay nuevas energías que son mucho más costo eficientes y más benignas con el ambiente que las hidroeléctricas, sobre todo que las grandes hidroeléctricas.

Hoy, eólico, con los vientos que tenemos en algunas partes del país, y solar con el sol que tenemos, son mucho más rentables de mucho menor costo que las energías hidroeléctricas; son además mucho más rápidas de poner en producción y el país ya empieza a dominar las tecnologías.

En eólica lo hemos tenido durante mucho tiempo, en solar es sencillo. De manera que me parece que más bien el capítulo de las hidroeléctricas está llegando a su fin precisamente porque los avances tecnológicos nos dan energías limpias mucho más económicas.

Pero no hay que menospreciar lo que la energía hidroeléctrica, menos la que es filo de agua, representa como una energía de base en Costa Rica y por lo tanto el tener las represas que tenemos para la base y poder generar para los picos de demanda con las otras variantes de energías limpias, es una combinación muy positiva. A lo que sí tenemos que ir es a una energía que sea también mucho más económica, a los precios del kilowatt hora de hoy, nunca podríamos haber atraído a Intel hace 20 años para que invirtiera en Costa Rica, es decir, se nos han disparado los costos por los motivos que fueran.

Hoy en día tenemos una responsabilidad de bajarlos, eso pasa por tener un ICE que tiene que mejorar su eficiencia, una renegociación de los pasivos del ICE que son cinco mil millones de dólares que están negociados a corto plazo con respecto a la vida de los proyectos que financiaron y altas tasas de interés, y tal vez algunos otros ajustes que estoy seguro que el ICE los conocerá.

Bajar el costo de la energía en este país es la mejor forma de defender a las y los costarricenses en su economía y también de defender al ICE, debe ser un productor de energía que sea competitivo y yo pienso que eso se puede lograr.

Ha sido explícito en decir que está de acuerdo con que el ICE participe en construcción de obra pública. A partir de ese criterio y del reciente escándalo de corrupción de Conavi, creado al final de su gestión, ¿fracasó ese modelo de concesión de obra pública?

Primero, pienso que el ICE debe tener la oportunidad de participar en las licitaciones internacionales que se saquen para construir infraestructura en el país, siempre y cuando por supuesto participe como otras empresas y sin subsidios cruzados, es decir, que cobre más por tarifas de electricidad o de telefonía para poder participar en licitaciones de infraestructura a un menor precio, eso no debe ser.

Segundo, estoy convencido de que hoy en día tenemos en los fondos de pensiones de las y los costarricenses, los recursos de sobra para financiar todas las obras de infraestructura que necesita Costa Rica para hacer una economía más competitiva. En los últimos 20 años hemos perdido 20 escalones en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial y eso nos marca de mala manera, hay que hacer un esfuerzo por volver a hacer una nación mucho más competitiva y eso tiene que ver con la infraestructura, por eso traigo el tema.

Entonces, sí al ICE participando en condiciones de mercado para construir infraestructura y creo que lo podría hacer muy bien, sobre todo con la capacidad por ejemplo tunelera que tiene para poder hacer algunos túneles en el país que nos desfoguen las presas y las congestiones; sí a los fondos de pensiones financiando obra de infraestructura, que también va a mejorar las pensiones.

tenemos la oportunidad de repensar por completo el ecosistema de instituciones y de financiamiento para las obras de infraestructura.

Idealmente, porque es una apuesta que tiene su riesgo, es mucho lo que está en juego al usar los fondos de pensiones.

Depende de cómo lo hagamos. Si, por ejemplo, son fondos de pensiones costarricenses los que con el apoyo político del gobierno entran a comprar la (Ruta) 27 que ya está construida, hay un retorno sobre la inversión importante y uno podría pensar en un modelo en donde primero se construyen las obras, para no tener el riesgo que usted bien menciona de que no se complete, y una vez construidas que las compren los fondos de pensiones para que entonces se puedan usar esos recursos provenientes de la compra para ir avanzando con otras obras de infraestructura. Eso en muchos países le llaman el reciclaje de activos y para Costa Rica me parece que sería una buena alternativa para el financiamiento de infraestructura, sobre todo dada la situación fiscal que tenemos.

Cuando creamos el Conavi hace 20 años, lo creamos con la mejor intención de poder montar un mecanismo ágil para el mejoramiento vial que necesitaba el país. A lo largo de los años es mucho lo que se ha hecho en aumentar y darle mantenimiento a la red vial. El frío no están las cobijas, que en los últimos años, sin la supervisión necesaria, se haya abusado del sistema del Conavi por supuesto que no puede ser y hoy en día tenemos la oportunidad de repensar por completo el ecosistema de instituciones y de financiamiento para las obras de infraestructura.

Entre la revisión de ese ecosistema está también el avanzar hacia alianzas público-privadas y fortalecer muchísimo el Consejo Nacional de Concesiones.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), desde 1994 la pobreza se ha estancado alrededor del 20%. ¿Qué se debe hacer diferente a estas alturas?

Hoy en día ya no está estancada ahí, porque está en el 30%. Nunca habíamos tenido 1.500.000 costarricenses en pobreza y nunca habíamos tenido 434.000 en pobreza extrema. No son palabras que se las lleva el viento, es decir, pobreza extrema es vivir con 51 o 52 mil colones por mes el área metropolitana y con 40 en las áreas rurales. Eso no pone tres tiempos de alimentos sobre la mesa de ninguna familia. En Costra Rica volvemos a tener hambre y por eso es que digo que vivimos una emergencia no declarada.

Estas cosas requieren urgentemente de buena política pública, la cual no veo. Pero usted sí tiene razón en decir que esta crisis nos encontró con 20 años en que la pobreza no se movió del 20%, bajó al 19 subió al 21, se acomodó por ahí y eso para mí significa que debemos replantearnos el conjunto de nuestra política social. Digo eso porque uno no puede seguir haciendo las cosas de la misma manera y esperar resultados diferentes. Hoy el país invierte en sus programas sociales aproximadamente 600 mil millones de colones por año, eso es mucho dinero, lo hace a través de 20 instituciones, un poquito más con más de 40 programas. En la revisión de ese ecosistema que va a lo social primero hay una gran oportunidad de trabajar y de apoyar con financiamiento a grupos de la sociedad civil que se han venido especializando en atender asuntos sociales en comunidades.

Segundo, pongo énfasis en dos cosas: un ingreso familiar mínimo, un piso de ingreso familiar que permita a la familia vivir con dignidad, y además apoyo total a la red de cuido, porque sin ella se le hace muy difícil a la mujer que pueda incorporarse a la vida económica del país.

Hablar de reactivación económica sin incorporar a la mujer, que es el 50% de las personas en el país, no es hablar con seriedad de las cosas que necesitamos hacer en la economía, de las oportunidades que necesitamos abrir.

Entonces en lo social, primero replantearnos lo que estamos haciendo; segundo, ver qué podemos hacer con organizaciones de la sociedad civil que ya están trabajando en el campo y que multiplican un colon que les del Estado por tres o por cuatro; tercero, meterse fuerte en replantear las ayudas sociales para tener una renta mínima familiar y cuarto, red de cuido.

Quien quiera que entre a gobernar en el próximo período va a heredar una papa caliente que es el saneamiento territorial en los territorios indígenas. Ya hace varios años en diferentes territorios empezó la recuperación de terreno por la vía de hecho y se dieron los asesinatos de Sergio Rojas y Jehry Rivera. ¿Cómo buscaría resolver ese problema?

Es un problema que hemos venido como usted bien dice acumulando durante muchos años. Pienso que debemos de respetar y apoyar a las comunidades indígenas en este país y en algunas partes en donde a lo largo de los años se han metido otros costarricenses, que ya tienen ganado un derecho de alguna manera que los protege la ley por los años que tienen de tener esas tierras, de estarlas cultivando o cuidando, pues lo que corresponde es buscar los recursos, para los cuales yo pienso que hay recursos internacionales, que nos permita expropiar esas propiedades…

¿Aún cuando hay muchos que no califican como poseedores de buena fe?

Bueno, ahí hay… entonces de previo hay todo un trabajo que hay que analizar para ver cuáles son los poseedores de buena fe y cuáles no lo son, pero con los poseedores de buena fe que los asiste la ley en algún grado, lo que corresponde es pagar esas tierras expropiadas y yo creo que Costa Rica en esa lucha puede conseguir recursos internacionales para hacer eso.

Pero nuestras comunidades indígenas han estado realmente muy abandonadas, como todos y todas sabemos, no es solamente una cuestión de tierras es una cuestión también de salud y educación y yo diría de un modelo educativo que también respete sus culturas, sus idiomas y su manera de llevar la vida en sociedad.

¿Hay lugar en Costa Rica para la minería metálica?

En un gobierno de Figueres Olsen, no.

Última pregunta. Usted se fue del país, hizo vida internacional afuera, ganó prominencia y vivió en Suiza, que es uno de los países más caros del mundo occidental. ¿De qué vivió esos diez años?

De mi trabajo.

¿En qué trabajó?

Toda la vida he trabajado, trabajé cinco años en el Foro Económico Mundial, un año en el sultanato de Omán con el Grupo Abu-Ghazale, en España cuatro años con el grupo Felipe IV, trabajé con Richard Branson en la creación del Carbon War Room y de Ocean Unite y después con la empresa internacional Global Sicpa.

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