Universitarias

Ubicarán Etapas Básicas de Música en Docencia para evitar limitaciones con nombramientos de docentes

Las Etapas Básicas de Música de la UCR fueron consideradas durante muchos años como un proyecto de acción social, a pesar de que su labor más fuerte es la docencia y de que forma parte de los programas de educación que ofrece la Escuela de Artes Musicales

Un error a la hora de concebir qué eran las Etapas Básicas de Música llevó a que se les considerara, por más de 40 años, como un proyecto de acción social y no un programa de educación especializado, que demandaba el nombramiento constante de docentes sin ningún requisito.

El problema se dio en 1976, cuando se determinó que el programa estaba adscrito tanto a Vicerrectoría de Acción Social, como a Vicerrectoría de Docencia, pero esta última estableció que los estudiantes de Etapa Básica no cumplían con los requisitos para ser considerados universitarios, por lo que se quedó solo en Acción Social.

Esto significó no solo que no se consideraba primordial la labor docente, sino que existían impedimentos para nombrar a profesores, ya que la Vicerrectoría de Acción Social está imposibilitada de otorgar plazas docentes. Además, todos los años se tenía que renovar el proyecto, lo que generaba un panorama de incertidumbre e inestabilidad para el programa.

Esta equivocación se pretende enmendar luego de que el Consejo Universitario acordó crear una nueva conceptualización de las Etapas Básicas, con la idea de reestructurarlas como un programa especial de educación permanente, preuniversitario en artes musicales, adscrito a Vicerrectoría de Docencia.

La idea es ubicarlo correctamente dentro de los programas de educación que ofrece la institución, con continuidad en las carreras ofrecidas por la Escuela de Artes Musicales, al tiempo que mantiene una vinculación con el Servicio Civil.

Patricia Quesada, directora del Consejo Universitario, dijo a UNIVERSIDAD que este nuevo acuerdo reivindica la labor de enseñanza que se realiza en las Etapas Básicas, y pone al alcance de muchas personas la educación musical.

“Lo importante es la democratización de la enseñanza musical, pues el haberlas contemplado como proyectos de acción social no se les daba el valor que habían logrado”, agregó.

“la Etapa Básica forma parte de la escuela y es un programa súper importante para la Universidad, es muy bueno, con buenos profesores y metodologías, por lo que uno llega con buen nivel para hacer la prueba del instrumento y continuar en la Universidad”, Fernanda Chaves.

Randall Dormond, profesor de música de la sede Rodrigo Facio y de la Etapa Básica de Música de la sede de Occidente, quien además formó parte del comité que formuló esta nueva conceptualización, comentó que la propuesta busca estructurar mejor el programa para darle estabilidad, y que se entienda la importancia que tiene empezar desde pequeños el aprendizaje musical, así como darle continuidad a este proceso de enseñanza.

“Se necesita aprender desde que es niño o niña, porque es cuando se empiezan a incentivar las habilidades musicales de las personas. Alguien que no haya tenido una preparación previa idónea no puede ingresar a realizar una carrera en música”, dijo Dormond, al explicar la importancia de las Etapas Básicas y de su consolidación como un programa preuniversitario.

Este proceso educativo queda demostrado en los estudiantes que todos los años ingresan y se gradúan, como es el caso de Fernanda Chaves, quien fue estudiante de saxofón desde el 2012 hasta el 2014, año en el que terminó su formación preuniversitaria en música, que incluyó talleres, clases con el instrumento musical y cursos sobre historia de la música.

Ahora Fernanda es estudiante de licenciatura en música con énfasis en saxofón y siente que su paso por el programa fue de gran importancia para su formación, ya que le permitió a ella y a muchas otras personas crecer profesionalmente.

“La Etapa Básica forma parte de la escuela y es un programa súper importante para la Universidad, es muy bueno, con buenos profesores y metodologías, por lo que uno llega con buen nivel para hacer la prueba del instrumento y continuar en la Universidad”.

Como parte de esta nueva conceptualización, el Consejo Universitario acordó dar a la Vicerrectoría de Docencia un plazo de 6 meses para que establezcan los lineamientos que lo afiancen como un programa preuniversitario, con un plan de estudios único para  las sedes en las que se ofrezca el proyecto.

Sobre este tema, el vicerrector de docencia, José Ángel Vargas, dijo a UNIVERSIDAD que realizan un análisis orientado a la organización, el reconocimiento de las cargas académicas de los planes de estudio, y los elementos conexos, como las evaluaciones y los requisitos del personal docente.

También, recuerda que son las mismas unidades académicas y sedes regionales las que tienen que ejecutar los programas, ya que el trabajo de la Vicerrectoría es el de acompañarlos y coordinarlos.

Para Vargas el cambio está ligado a dos componentes: “la permanencia y la recuperación del carácter docente de quienes laboran en las Etapas Básicas. Si es un programa estructurado de docencia preuniversitaria, vinculado con el Servicio Civil y con una buena proyección hacia la sociedad, es muy valioso para proyectar el liderazgo que la institución tiene desde el ámbito cultural y educativo”.

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