País Segundo debate con 49 votos a favor y uno en contra

Recortes netos por ¢177.000 millones quedan en firme tras aprobación de presupuesto extraordinario

Diputados discutieron sobre futuras medidas económicas, así como la coyuntura económica que antecedió a la crisis y sus repercusiones en el presupuesto.

En una sesión de cinco horas, la Asamblea Legislativa logró 49 votos a favor para un nuevo presupuesto extraordinario que incorpora ¢42.833 millones para la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y ¢3.000 para el Régimen No Contributivo de la misma institución. Asimismo, incluye ¢50.000 millones para el Bono Proteger que, según afirmó la legisladora oficialista Laura Guido, cubrirán “200.000 nuevas personas beneficiarias” y, también, ¢39.915 millones para los subsidios del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).

Tras una extensa discusión sobre el futuro del gasto público y la gestión de la pandemia, el único votante en contra fue el legislador Erick Rodríguez, quien arremetió contra lo “falso” de los recortes incluidos en el presupuesto.

“Nos dicen que el ¢327.974 millones, pero vean ustedes, qué curioso, como decía don Abel Pacheco, el aumento del gasto para la emergencia es de ¢139.000 millones. O sea, el recorte histórico, que no fue histórico, pasó a ¢188.000 millones”, se quejó Rodríguez durante el segundo debate.

De acuerdo con el Departamento de Análisis Presupuestario del congreso, el rebajo neto del presupuesto público es de ¢177.787,4 millones.

Este monto es posterior a una serie de modificaciones que realizaron los diputados en primer debate, para salvar del recorte ¢16.800 a las Asociaciones de Desarrollo Comunal y al Fondo de Asignaciones Familiares (Fodesaf) y, también, ¢930 millones para municipalidades de Limón y Puntarenas.

Los recortes, finalmente, quedaron distribuidos de la siguiente forma:

Diputados debaten sobre ruta futura

Los primeros legisladores que participaron del segundo debate, aportaron cifras y dimensiones de la situación económica de la crisis. Desde algunas curules de Nueva República se insistió con al ausencia de  “ruta” desde el Poder Ejecutivo y Presidencia.

La oficialista Laura Guido describió que el país ya tenía “condiciones de insuficiencia” que eran anteriores a la pandemia.

“Más allá de ello, gasto de este país no está sustentado en correlación directa al ingreso, se ha diseñado un modelo de gasto superior a lo que percibe”, afirmó.

Sobre esta información también colaboraron otros legisladores, entre ellos, la socialcristiana María Inés Solís, quien votó en contra del presupuesto en su primer debate. La diputada reclamó que la Contraloría General de la República certificó una caída de ingresos del 3.3% del PIB, y el recorte que ofreció Gobierno, con ¢195.000 millones antes de las modificaciones legislativas, “únicamente representan el 0.6% del PIB”.

“¿Qué pasará a futuro y cuáles serán los sacrificios que tendremos que hacer para mantener el gasto público en este país? El PAC y la oposición seguimos teniendo un concepto muy distinto de lo que es un recorte de gasto” preguntó Solís al plenario.

Solís afirmó que una prioridad es “pagar deuda” y que hay acciones ya propuestas “como por ejemplo, cuando en este mismo plenario se propuso la venta de la Fanal y de Bicsa”. Solís cuestionó “por qué no hablamos de vender el Banco de Costa Rica o la parte de telecomunicaciones del ICE, debemos hablar de aprobar la regla fiscal constitucional y aprobar la Ley de Empleo Público”.

Los oficialistas Welmer Ramos y Luis Ramón Carranza, que pidieron “solidaridad” desde los sectores que tienen beneficios.

Ramos dijo que las empresas privadas también deben ser “eficientes” y sostuvo que el sector exportador y los “sectores de elite económica” fueron formados “con enormes subsidios y exoneraciones totales de impuestos”. Los Certificados de abono tributario (CAT), dijo Ramos, fueron algunos años hasta el “1,2% del PIB”.

“La mano visible del Estado solidario se ha visto que rinde más que el egoísmo exacerbado. Veo una carrera desesperada por reducir y destruir el tamaño del Estado costarricense”, afirmó Ramos.

Por su parte, Carranza pidió “renta global” con aportes de quienes “tienen yates”.

Tras esas breves menciones a ideas tributarias, el socialcristiano Pablo Heriberto Abarca dijo cuestionó “pedirle más a la gente, más dinero, si están cerrados sus negocios”.

Tras estas intervenciones, el socialcristiano Erwen Masís, afirmó que hay que producir más “riqueza”.

“No se trata de que los que están arriba bajen para que exista solidaridad y suban los otros. Se trata de producir más riqueza y que los que están abajo, suban. Y estar todos, al menos, medianamente bien”, afirmó Masís en el plenario.

Entre otras sugerencias discutidas en el plenario, el liberacionista Daniel Ulate pidió la convocatoria de un “diálogo nacional” en el que participen diversos sectores.

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