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Presidente del BCCR reitera que no financiarán la lucha contra COVID-19 poniendo en riesgo la estabilidad monetaria

Rodrigo Cubero afirma que se enfocan “en proveer las necesidades de liquidez de la economía en el marco de un compromiso firme con una inflación baja y estable”. 

Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), reiteró que la entidad rectora de la política monetaria del país no considera recurrir a alguna forma de financiamiento público para dar liquidez a las instituciones que llevan adelante el combate de la pandemia de COVID-19, que pudiera disparar la inflación y, más bien, causar una crisis económica mayor.

Cubero respondió así a una consulta de Universidad, luego que surgieran algunos reclamos y sugerencias en el sentido que el BCCR podía recurrir a formas modernas de emisión monetaria sin respaldo real –“emisión inorgánica”- pagar la deuda del Estado con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) o, en general, para contar con mayor liquidez para financiar las acciones que está tomando el Gobierno para atender la crisis sanitaria y paliar sus efectos sobre la economía.

Sugerencias y también temores de este tipo surgieron luego de que la Asamblea Legislativa aprobara la ley por la cual se permite entregar a las personas trabajadoras lo acumulado en su Fondo de Capitalización Laboral, como parte de las medidas de emergencia económica por la pandemia.

En esta iniciativa, se modificó la Ley Orgánica del BCCR para permitirle comprar y vender títulos valores en el mercado secundario y captar así liquidez para afrontar los gastos en que incurra el Estado para atender la crisis.

“Una expansión monetaria en línea con el crecimiento del producto interno bruto nominal y, más ampliamente, en línea con las necesidades de liquidez de los mercados financieros y de la economía, es coherente con la preservación del valor del dinero en el tiempo”, dijo Cubero.

“Por el contrario, una expansión monetaria percibida como excesiva por parte de un banco central, lejos de proveer una solución a las necesidades que surjan de la pandemia, podría más bien generar una pérdida de confianza en la moneda y de esa forma precipitar una crisis cambiaria, financiera y económica”, agregó.

“Es por todo eso que el Banco Central de Costa Rica mantiene una política monetaria seria y responsable, enfocada en proveer las necesidades de liquidez de la economía en el marco de un compromiso firme con una inflación baja y estable”, enfatizó.

Cubero recordó que “durante el siglo XIX e inicios del siglo XX, muchos países emitían dinero en el tanto existiera un activo de reserva como contrapartida, típicamente oro o plata. En esas épocas se decía que la emisión monetaria que se realizaba respaldada por dichos activos de contrapartida era ‘orgánica’ y la que no estaba suficientemente respaldada era ‘inorgánica’”.

“Esa noción ha perdido su sentido histórico en los regímenes monetarios modernos, como el de Costa Rica, en que el dinero que se emite es ‘fiduciario’. Esto significa que su valor proviene, no de que esté apoyado en reservas de oro o plata, sino de la confianza que los agentes económicos tengan en que dicho activo preservará razonablemente su valor en el tiempo” agregó.

“La capacidad de mantener el valor del dinero relativamente estable depende de forma crítica de la política monetaria de los bancos centrales, como emisores de dicho dinero, y de la confianza que la sociedad tenga en la política económica”, concluyó.

 

 

 

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