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Marypaz Martínez: “El sudor, lágrimas y trabajo duro pagan muy bien”

Marypaz Martínez busca ser de las primeras costarricenses en jugar en la WNBA tras pasar por colegio y universidades estadounidenses.

Procedente de una familia donde se desayuna, merienda, almuerza y cena baloncesto, y con experiencia en selecciones menores, Marypaz Martínez Calvo pasó a sumarse a la lista de legionarias del baloncesto estudiantil (sea de colegios o de universidades) de los Estados Unidos, país donde nació la disciplina.

Su hermana Montserrat, tras jugar en San José desde los Juegos Nacionales y la Universidad de Costa Rica, hoy milita en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey sede León y es una de las jugadoras más determinantes en el equipo. Su padre, Franklin, con quien también este semanario ha conversado en otras ocasiones, es el actual presidente de la Federación Costarricense de Baloncesto. Su madre, Karla, es educadora física y su otro hermano, Franko, basquetbolista de liga menor, tuvo parte en selecciones en la nueva modalidad basquetbolística 3×3.

Marypaz, a sus 15 años de edad, ya tiene experiencia en selecciones nacionales menores (U-14, U-16 y U-18) y ahora pasa a sumarse a la lista de legionarias luego de que el colegio Central Pointe Christian Academy, ubicado en Orlando, Estados Unidos, decidiera incorporarla como una de sus jugadoras a partir de agosto (mes de inicio de los ciclos escolares en ese país). Eso se dio luego de una clínica (curso) dada en Costa Rica por dos entrenadores puertorriqueños de nombre Carlos Morales ambos.

La joven no planea ser un ave de paso en la Unión Americana. Sus objetivos son concluir sus estudios secundarios y, al mismo tiempo, cotizarse en la cancha para que a su debido tiempo las universidades quieran tenerla entre sus alumnas y jugadoras. Incluso, tiene una visión a largo plazo de llegar a la WNBA.

Esta es la entrevista que concedió a UNIVERSIDAD sobre estos detalles.

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“Mis papás y mis hermanos entienden lo que se sacrifica por este deporte (baloncesto) ya que todos lo han jugado en algún momento”. Marypaz Martínez, basquetbolista.
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¿Cómo se toma la noticia de llegar al baloncesto colegial estadounidense?

–Pues obviamente es una noticia que le alegraría el corazón a cualquier deportista, fue una recompensa al trabajo que uno le pone en el baloncesto. Si uno quiere por lo menos destacar o que le salgan esas oportunidades, uno tiene que sacrificar muchas cosas: muchas madrugadas que iba a entrenar, fines de semana sin ver a mi familia, jugar partidos todas las semanas. Es un alivio y una felicidad inmensa porque el sudor, lágrimas y trabajo duro pagan muy bien.

¿Qué conoce sobre esta academia que la fichó (Central Pointe Christian Academy)?

–Conocía al entrenador que me fichó, si mal no recuerdo fue en noviembre del año pasado, porque vino a dar una clínica con el papá. Ambos se llaman Carlos Morales, él es entrenador de la academia y el papá es narrador de la NBA, fui a entrenar a la clínica que dio en el Colegio de Abogados y Carlos Morales hijo se me quedó viendo entrenar. Empezó a exigir que hiciera este, el otro movimiento y al final le encantó la forma en que yo entrenaba. Habló con mi papá y me pidió que me quedara al final de la charla, era para ofrecerme una beca en la academia, que sería a partir de agosto si Dios quiere, y ya somos varias las que estamos fichadas, porque además hay dos puertorriqueñas que también se van a sumar.

¿Cuáles son sus objetivos ahí?

–Mis objetivos son siempre tratar de mejorar en cada entrenamiento y llevar mi perfil como jugadora y mis destrezas al más alto nivel; si Dios quiere, ganar con ese equipo de chicas, ganar torneos estatales y nacionales y seguir mejorando hasta concluir la secundaria, ya que hasta duodécimo se ofrecen las oportunidades para las universidades. Pretendo ganar una beca deportiva en la universidad.

¿Cuánto ayuda venir de una familia donde todos tienen que ver con el baloncesto?

–Pues obviamente ayuda muchísimo porque mis papás y mis hermanos entienden lo que se sacrifica por este deporte ya que todos han jugado en algún momento. Hay días que, por decir algo, mi hermano jugaba en Alajuela, yo en Cartago y mi hermana en Heredia. El apoyo de todos es inmenso porque todos saben lo que cuesta y son un apoyo. Mi hermana ya ha triunfado y mi hermano ya estuvo en un premundial de 3 por 3.

¿Por cuánto es el ligamen y qué beneficios o becas deportivas incluye?

–Esta beca sería por tres años: décimo, undécimo y duodécimo, e incluye mi despedida allá, la paga del colegio, los alimentos y la casa, el hospedaje.

¿Qué oferta de esta academia la hizo decantarse por ella? ¿Tuvo ofertas de otras academias?

–No, desde que conocí al entrenador me pareció una persona sumamente capacitada, culta y educada. Al momento de charlar con él noté que sabe del tema, que quiere llevarte a tu mejor nivel y es una persona que se da a querer muchísimo. En enero y febrero estuve entrenando allá y tiene una familia maravillosa, me encantaron sus métodos de entrenamiento, me gustó la manera en que entrena a las chicas, y eso hizo que me decidiera a aceptar.

¿Cuánto le puede ayudar su experiencia en selecciones menores costarricenses?

–Muchísimo, gracias a Dios estuve en la U-14 en El Salvador y fui el año pasado al Centrobasket en Puerto Rico. El baloncesto es como un juego de ajedrez, ya que para cada acción se requiere una reacción, y este roce internacional permite mejorar la acción y reacción en el juego; por lo que este tipo de experiencias internacionales es lo que más a uno le suma y permite ver cómo está uno y qué le falta mejorar en el juego.

¿Tiene alguna proyección de utilizar esta experiencia en el exterior para intentar entrar en el baloncesto internacional élite a mediano o largo plazo, una vez concluya sus etapas de colegio y hasta de eventual universidad?

–Como cualquier basquetbolista. Desde que una es pequeña siempre he soñado entrar a la WNBA, es un sueño que uno siempre lo tiene presente; como se dice, uno siempre tiene que estar con la mirada en el cielo, pero también con los pies en la tierra. Si Dios me permitiera jugar en ese nivel sería ver recompensados tantos años de sacrificio y de trabajo duro.

Ahora con la pandemia del COVID-19, ¿cómo se entrena en casa para, llegado el momento de hacerlo con su nuevo equipo, no ir con una merma importante en sus condiciones físicas y de juego?

–Pues uno sigue entrenando en la casa, uno utiliza objetos en casa para ayudarse, como ligas, como sillas; si uno sigue entrenando en lo físico no se pierde el estado físico, sus músculos no se debilitan y sigue con ritmo. Gracias a Dios tengo aro en mi casa, entonces puedo entrenar el tiro, el bloqueo y la técnica; y si un día ya terminé de hacer todo lo de la escuela, porque la escuela siempre va primero, entonces entreno dos veces al día.

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