Gracias a su participación en Chengdu, en China, y a su desempeño general a lo largo de todo el proceso clasificatorio, el ciclista costarricense Kenneth Fabián Tencio Esquivel reservó una plaza para los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Allá tuvo dos eventos en una misma semana. En el primero, la Copa del Mundo de la UCI (Unión Internacional de Ciclismo) y la FISE (Federación Internacional de Deportes Extremos), no pasó de la primera ronda y quedó de 27° con un 55,6. Sin embargo, en el Urban World Championships, también de la UCI, sí consiguió dejarse la 13° casilla al hacer un 66,7 en clasificatoria y un 80,5 en semifinales. Además, Costa Rica marcha en la octava posición en el ranking de naciones, con una ventaja de 353 puntos sobre Croacia.
Aunque esta especialidad del ciclismo tiene su cuarta ocasión en la cartelera olímpica desde su estreno en Beijing 2008, no es sino hasta ahora que se verá a un ciclista costarricense compitiendo en ella. Además, la modalidad de estilo libre sobre parque (freestyle park) en la que se especializa el brumoso radicado en Jacó también va a tener su estreno, porque en las tres ediciones anteriores solo había contrarreloj y carrera.
Con su regreso al país, Tencio viene a descansar y a disfrutar luego de ver culminado un proceso que llevaba desde hace 12 años de los 25 que hoy tiene, si bien es cierto hasta ahora va a verse en unos juegos olímpicos. Pese a que sus opciones todavía no llegan a un 100% total, pues el clasificatorio termina en mayo del otro año, sí se puede decir que está en un 99,99%, pues quedan pocos eventos y es muy difícil que le lleguen a sacar esa plaza.
Mientras descansa, someterá las rampas de su parque, el 10cio Park (juego de palabras que consiste en cambiar la primera sílaba del apellido Tencio por el número diez en inglés) a remodelación, pues algunas están deterioradas y con huecos.
A continuación, la entrevista que Tencio dio a UNIVERSIDAD tras su llegada al país:
¿Cuáles diría usted que son las principales claves de la clasificación olímpica?
—En realidad hay un proceso larguísimo, no ha sido algo como de un día para otro, yo diría que la constancia, verdad, porque he trabajado durante los últimos 12 años entrenando fuerte siempre, buscando siempre progresar, y la clasificación olímpica era lo que no estaba tal vez en algún momento en el plan porque el BMX freestyle entró hace apenas un año. Pero igual, súper contento, verdad, por todo el proceso, que ha sido de mucho aprendizaje. No ha sido nada fácil, pero sí básicamente la constancia e ir un día a la vez, paso a paso, todos los días tratando de dar lo mejor.
¿Qué tan difícil fue el poner la atención a dos objetivos a la vez (ir a la final y pasar a Tokio)?
—Para mí el objetivo era llegar a la final; lejos de solo ganarla muchas veces hay que tener metas a corto y a largo plazo, el objetivo en esta competencia era llegar a la final o en realidad más bien lograr la clasificación olímpica. Ha sido un proceso muy largo y cansado. No siempre se pueden ganar todos los eventos. Entonces, contento porque se cumplió el objetivo.
¿Ahora, cómo va a ser el proceso de preparación para Tokio 2020?
—No, realmente todavía no hemos planificado (cómo va a ser el proceso de preparación para Tokio 2020). Recién vengo regresando de una gira de eventos larguísima; por ahora estoy descansando más bien, tratando de no pensar mucho en el tema para que no haya un desgaste antes de tiempo, ¿verdad?. Pero sí, ya próximamente voy a estar trabajando con el comité para hacer un planeamiento de ciclos de entreno, qué eventos voy a tocar el próximo año para no cargar mucho y que todo vaya enfocando en julio que es cuando se realizan los Olímpicos.
¿De qué manera se ha logrado entender con Giancarlos Ramírez, sabiendo que en la pista son uno contra uno y que él apenas está en su primer año como seleccionado?
—En realidad parte de mi trabajo ha sido estar en constante contacto con todos siempre. El BMX en el país es una familia prácticamente; también Giancarlos, quien es el que me ha estado acompañando en todos los eventos. Él se vino a vivir aquí hace diez meses. Yo le di la oportunidad de venirse a entrenar conmigo, y de prepararse y acompañarme en esos eventos; por medio de la federación hicimos la solicitud también y obtuvimos apoyo para llevarlo a varios eventos. Para el último evento, que fue el Mundial, yo sí saqué de mi bolsillo para llevarlo y en busca de puntos olímpicos.
Al final la clasificación no se dio por acumulación de puntos que tuvimos los dos, sino por mi resultado en el mundial, que era el segundo país no clasificado como nación. Pero no, súper contento por cómo ha ido creciendo y cómo el deporte se ve cada vez más serio.
¿Qué impresión le deja saber que la clasificación olímpica se retrasó hasta mayo de 2020 y tratar de confirmar el boleto que ya casi tiene?
—Actualmente, por la clasificación que hay y por la cantidad de eventos que quedan, es prácticamente imposible que ningún otro país pueda robarme esta plaza, por decirlo así; e igual yo me voy a encargar de mantenerme ahí lo más constante, seguir acumulando puntos.
¿A raíz del proceso de remodelación de su parque, en cuánto tiempo considera que lo podría tener listo para volver a entrenar ahí y en qué otro parque va a entrenar mientras arreglan el suyo?
—Normalmente es algo rápido, verdad. Cambiar la madera toma alrededor de un mes. Ahorita, básicamente en el momento que obtenga los materiales o que los logre comprar, a partir del día que los tenga en casa va a ser alrededor de una semana para ya tener el parque listo para volver a entrenar.
