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Confianza beneficia las alianzas entre universidades y el sector productivo

Representantes de la UCR, el TEC y el CeniBiot compartieron sus experiencias al transferir conocimiento al sector privado que permita el acceso público a la innovación.

Expertos en propiedad intelectual, gestores de innovación de las universidades públicas y empresas públicas y privadas se reunieron en el Centro Nacional de Alta Tecnología (CeNAT) por motivo del simposio “La Propiedad Intelectual y los Negocios”, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt).

Carola Medina, Directora de Innovación del Micitt, dijo que el evento tenía como objetivo “desarrollar un diálogo sobre la importancia de la propiedad industrial para la competitividad del sector productivo y sobre cómo estimular la vinculación existente entre el sector académico, generador del conocimiento, y el sector empresarial”.

La gestora de innovación de la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova) de la Universidad de Costa Rica (UCR), Lilliana Rojas, compartió casos de éxito y retos en la colaboración entre universidad-sector productivo, junto con otros expertos en promoción de la innovación del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y el Centro de Investigaciones Biotecnológicas (CeniBiot).

En el panel, en el que también las empresas relataron las experiencias vividas en este tipo de colaboración, se concluyó que la confianza es fundamental para que la negociación se vuelva menos engorrosa.

“La empresa tiene que aceptar con confianza que la universidad está aportando tecnología que realmente tiene un valor comercial, y lo que se quiere es que la gente tenga acceso a ella”, dijo Rojas.

Según lo discutido por los expertos, en este tipo de colaboración la universidad trabaja teniendo en la mira las necesidades de las empresas de forma rigurosa y lo más expedita posible. Sin embargo, la burocracia es un reto que sigue impidiendo ir a la rapidez deseada.

“Todos los convenios dentro de cualquier institución se tienen que revisar, igual sucede cuando las empresas son muy grandes y no tienen un abogado que revise, sino que tienen dos o tres”, explicó Rojas.

Medina aseguró que los insumos generados en el panel alimentarán una ruta de acción multisectorial para fortalecer nuestro sistema de propiedad industrial como herramienta para el sector productivo, lo que significa que se traducirá en política pública.

El simposio incluyó consultorías con expertos en propiedad intelectual que vinieron de empresas de asesoría privada, de universidades públicas y de la oficina de registro nacional. (Foto: Cortesía Proinnova).

Asesoría especializada

Proinnova también participó en la segunda etapa del simposio produciendo un espacio de consultoría entre expertos de propiedad intelectual y los participantes.

En este espacio se buscaba  identificar el tipo de propiedad intelectual que aplica para el producto o servicio y la aclaración del proceso al que tenían que someterse diseños que se trajeron con idea de patentar.

“Por ejemplo, inicialmente todos los emprendedores asumen que lo que hicieron es patentable y todos asumen que patente es la única forma de propiedad intelectual que aplica para ellos”, dijo Mauricio Villegas, gestor de innovación de Proinnova.

Según Villegas, hay un desconocimiento en propiedad intelectual en la sociedad costarricense y el mundo. Esto se traduce en dos problemas: no se protegen apropiadamente y la  explotación comercial de la idea la realizan terceros. Esto implica, además, que el país no genera suficientes patentes para mejorar en los indicadores internacionales de innovación.

La diferentes formas de propiedad intelectual permiten formalizar, visibilizar, proteger y difundir la invención, porque “cualquier persona puede leer el documento de patente para actualizarse o investigar”, agregó.

Pie de imagen 1: La gestora de Proinnova, Liliana Rojas, compartió en el panel sobre la colaboración academia-empresa, compartió su experiencia con el desarrollo de la papaya Pococí. (Foto: Cortesía Proinnova).

Pie de imagen 2: El simposio incluyó consultorías con expertos en propiedad intelectual que vinieron de empresas de asesoría privada, de universidades públicas y de la oficina de registro nacional. (Foto: Cortesía Proinnova).

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