Opinión

Huelgas, homicidios y ministradas

Versa un kōan oriental lo siguiente: ¿Hace ruido el árbol que cae, cuando no hay nadie para escucharlo?

Versa un kōan oriental lo siguiente: ¿Hace ruido el árbol que cae, cuando no hay nadie para escucharlo? Con asombro tangencial, fuimos testigos de una aseveración hecha por el actual Ministro de Seguridad Pública (y que reprodujo Carlos Alvarado), cuando aseguró, en conferencia de prensa, que el aumento de los crímenes en el país estaban asociados a la atención que este Ministerio hacía a las coberturas de la huelga. Discriminar al Ministro de Seguridad, su oscurantismo, su intención ideológica o sus ιδεας ας ἡ  (aspecto, apariencia, forma), las cuales se deslindan de semejantes acusaciones, debo de confesar, es tarea difícil.

Violencia y desigualdad: realidad más allá de la percepción politiquera de un ministro

Costa Rica fue el único país en América Latina que, a partir del año 2014, profundizó la brecha entre quienes acumulaban muchos recursos económicos, en este caso, a través del ingreso,  y quienes cada vez obteníamos menos ( 0,491 fue el promedio de coeficiente de GINI en América Latina frente a 0.505 de Costa Rica). En el estudio denominado Violencia y desigualdad: un marco interpretativo para entender la violencia de calle desde la acumulación, pude identificar una correlación positiva entre el crecimiento de la desigualdad histórica y la violencia, en un esfuerzo por entender la reproducción de esta, a partir del proceso de neo-acumulación de capital que ha estado desplegándose en el país, en los últimos 35 años.

En ese orden de cosas, los puntos más altos promediados del coeficiente de GINI, coeficiente que mide esa grieta entre los que cada vez tienen más y los que menos, se localizan en los puntos más altos del promedio de homicidios dolosos en periodos específicos de tiempo, que toman en cuenta, entre otras variables, los cambios en las metodologías del INEC, a lo largo de los años y las tasas de crecimiento de estos homicidios. Así las cosas, el grado de dependencia de estas variables promediadas: desigualdad económica (coeficiente de Gini) y homicidios dolosos (tasas) fue alto y  representaron el r: 0.7982  (79,82%) de correlación positiva con una determinación de 63,72%.

En otras palabras, fue posible demostrar que, en Costa Rica, el crecimiento de la desigualdad está produciendo que sectores amplios de la población sean cada vez más frágiles, socialmente, al reparto diferencial y desigual de bienes y servicios tanto en la producción, reproducción y circulación de los estos, al punto de producir, en el marco de altos niveles de desigualdad social,  tasas cada vez más elevadas de homicidios dolosos de jóvenes.

Variables como la caída de los Índices de desarrollo humano cantonal, el alto desempleo, la precarización del trabajo  informal, el  cual se ubica en el  46,3 %, el abandono en la infraestructura comunitaria, el acceso a la vivienda digna y a un ambiente adecuado, son algunos factores que, aunadas a la disminución del ingreso, vuelven dramático la experiencia de vida de miles de familias que viven en la pobreza.

Volviendo al kōan

El país vive una coyuntura sociopolítica de las más difíciles en los últimos tiempos. Los neoliberales, hoy apostados en todos los poderes del estado y  con todos los medios de información masiva más importantes: televisivos, radiales, escritos y mass media, así como sus programas noticieros y de opinión (salvo casos excepcionales), viven una edad de oro.

Con la intención constitucional de controlar, reprimir y perseguir políticamente la resistencia popular, incluyendo el derecho sagrado y soberano de participar en una huelga, los escenarios para resolver los problemas más acuciantes de los costarricenses se vuelven cada vez más sombríos. Pensar, si quiera, que el aumento de las tasas de homicidio doloso están asociadas a la ausencia policial, por su cobertura a quienes ejercitaban el derecho universal a participar en una huelga, responde a un ejercicio de profunda demagogia.  Olvida el Ministro que obstruir la realidad o manipularla, para que parezca otra cosa, no impedirá que esta se despliega con toda su fuerza y contundencia.

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