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El banco de dos patas de Aldesa: confusión entre empresas reguladas y no reguladas

Toda la estructura regulada de Aldesa estaba en manos de Óscar Luis Chaves y la no regulada tenía como representante a Javier Chaves.

Aldesa funcionó durante casi 50 años como una corporación de Puesto de Bolsa muy exitosa, reconocida no solo en Costa Rica, sino en el resto de la región centroamericana, atrayendo a múltiples inversionistas que decidían poner a trabajar sus dineros a través de la empresa, pero en los últimos meses han salido a la luz toda una serie de posibles irregularidades que han dejado en el limbo a miles de personas.

Es preciso aclarar que invertir dineros en un Puesto de Bolsa (Mercado de Valores) tiene muchas garantías, sobre todo que estas inversiones son supervisadas por la Superintendencia General de Valores (Sugeval). De esta manera, se obtienen mejores rendimientos por los dineros, que si usted decidiera ponerlos en un banco.

(Los jueces) no tienen las suficientes herramientas para medir y establecer la estabilidad de una empresa, tomando en cuenta activos o pasivos. Definitivamente, el que una empresa con el nivel de organización de Aldesa pretenda ir a una solicitud de este tipo es una burla”. Róger Guevara, abogado.

Aldesa funcionó primero con su Puesto de Bolsa, pero en años recientes fue diversificando sus servicios, creando un banco de dos patas, conformadas en su totalidad por 41 empresas distintas. En una de ellas se ubican sus empresas reguladas por el Estado y en la otra las compañías que no tienen ningún control por parte de las entidades gubernamentales.

Empresas reguladas solo tiene cinco, que son Aldesa Fideicomisos, Aldesa Puesto de Bolsa, Aldesa Sociedad de Fondos de Inversión, Aldesa Sociedad Titularizadora y Grupo Bursátil Aldesa.

Todas las demás, pertenecen al ámbito de lo privado, lo cual no es un delito, ni representa ninguna irregularidad. No obstante…

En el camino se dieron una serie de actuaciones de parte de la corporación, que sí se convertirían en manejos que generan dudas. Además, dieron como resultado falta de liquidez, una solicitud de Administración y Reorganización con Intervención Judicial, planteada por Javier Chaves, presidente de Aldesa, y una enorme cantidad de inversionistas sin poder recuperar sus dineros.

Toda la estructura regulada estaba en manos de Óscar Luis Chaves y, por su parte, la no regulada tenía como representante a Javier Chaves, quien ha figurado con mayor frecuencia en la mayoría de publicaciones en medios de comunicación, relacionadas con el caso, debido a que su esposa, Edna Camacho, era Coordinadora Económica del gobierno de Carlos Alvarado y quien fue enviada como representante de Costa Rica ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Las astillas incrustadas

Las historias que relatan los diversos inversionistas coinciden. Una gran mayoría ya había hecho inversiones en Aldesa Puesto de Bolsa o tenían una muy buena referencia de la empresa, lo que los llevó a depositar con confianza sus dineros para recibir intereses razonables.

Cada inversionista tenía un asesor de Aldesa (un corredor de Bolsa) que era quien les brindaba la asesoría y atención en sus diferentes transacciones. Ese mismo corredor se encargó de llamarlos y ofrecerles trasladar sus dineros a proyectos específicos de Aldesa e incluso invertir directamente en Aldesa Corporación de Inversiones (una de las tantas empresas no reguladas de la corporación).

Los rendimientos eran positivos, rondaban el 9% en su mayoría y fueron recibidos según lo acordado con el asesor de Aldesa, en los casos en que implicaba la entrega de dineros mensual, trimestral, semestral o anualmente, ya que muchos otros lo hicieron en fideicomisos, con miras a recibir una rentabilidad cuando los proyectos inmobiliarios estuvieran concluidos.

Hasta aquí todo le puede sonar bien, pero la figura del corredor de Bolsa era de gran confusión, pues no solo era el mismo asesor para dos operaciones totalmente distintas, una regulada y otra no regulada por entidades del Estado, sino que usaban la misma papelería, marca registrada, correos electrónicos, teléfonos, e inclusive se encontraban en el mismo edificio de Aldesa.

Claro que eso generó mucha confianza, pues ante la mirada de los inversionistas, había un respaldo de casi 50 años de la corporación, que les garantizaba que sus recursos estaban bien resguardados.

De acuerdo con el abogado Róger Guevara del Bufete Batalla, que lleva el caso a varios inversionistas de Aldesa que pretenden recuperar sus dineros, era precisamente el corredor de bolsa quien tenía la relación con los clientes, quien establecía el portafolio, montaba el perfil y es la persona que permitió pasar de una actividad regulada a una no regulada.

“Los fueron llevando (a los inversionistas) a todos bajo la misma sombrilla de ACI, el holding, que es muy operativo, porque tiene sus patas muy afianzadas en ambos sectores, el regulado y el no regulado, volviéndose en una fuente de captación de dinero y presentándose a los inversionistas como una empresa sólida por ser, precisamente, el holding”, detalló Guevara.

Había una gran confusión para muchos de los inversionistas, porque desde su visión se encontraban cobijados por la corporación, en caso de cualquier eventualidad, verían devueltos sus dineros, sin mayor riesgo.

Así lo contó a UNIVERSIDAD Mélida Volio, inversionista en el proyecto inmobiliario Terra Verbena, que impulsaba ACI, a través de sus corredores y que a la fecha se encuentra varado. Pero también confió parte de sus dineros al holding.

“En febrero de 2019, nos ofrecieron hacer una inversión en el proyecto Terra Verbena, donde pusimos $35.000, parte de nuestro patrimonio familiar, pero la parte más grande está en ACI, una inversión que realizamos tiempo antes. Un día llamé a Javier Chaves y le dije que mi mamá necesitaba invertir una plata y me dijo que nos enviaría a una ejecutiva; fui muy clara con él que se trataba de una señora mayor, que vivía de los intereses, por lo que era necesario hacer una inversión conservadora, sin riesgo”, contó Volio.

Según relató, hicieron la inversión el 9 de mayo del año pasado, recibieron los intereses hasta febrero del 2019, pero nunca tuvieron claro que habían invertido en ACI, pues los depósitos de estos intereses se hacían a través del Puesto de Bolsa, fue hasta marzo del año en curso que descubrieron que sus dineros estaban en Aldesa Corporación de Inversiones.

Precisamente, este es otro elemento de gran irregularidad, y es que los inversionistas que recibían pago de intereses tienen en sus manos recibos que indicaban que el pago se hacía desde el Puesto de Bolsa de Aldesa.

Antonio Segovia y su esposa Elizabeth Carranza también invirtieron una suma considerable de dinero (dato reservado por confidencialidad), producto de su trabajo, el ahorro de años y la venta de una propiedad. Inicialmente fue su hija la que invirtió en Aldesa, a través de la empresa Septima Inversiones y luego ellos decidieron seguir ese mismo camino.

Nunca nos dijeron si habíamos invertido en la parte regulada o no regulada de Aldesa, tampoco lo preguntamos, pero pensábamos que era bajo la parte regulada pues el recibo de pago mensual indicaba que provenía del Puesto de Bolsa”. Antonio Segovia, inversionista.

“Nos dijeron que Aldesa buscaba capital de trabajo para sus proyectos y por su altísimo prestigio, por ser un Puesto de Bolsa de muchos años, el nombre que tenía y la gente del mundo financiero y político asociados a ella, vimos que era una buena opción. Dijimos que no queríamos proyectos inmobiliarios, entonces nos indicaron que una opción de bajo riesgo era invertir en la corporación ACI”, señaló Segovia.

Claro que don Antonio sabía que existían riesgos, pero buscaban una mejor rentabilidad que la que daban los bancos; sin embargo, les presentaron un panorama muy positivo, les dieron tranquilidad y por alrededor de año y medio recibían mes a mes los intereses de su inversión.

“Nunca nos dijeron si habíamos invertido en la parte regulada o no regulada de Aldesa, tampoco lo preguntamos, pero pensábamos que era bajo la parte regulada pues el recibo de pago mensual indicaba que provenía del Puesto de Bolsa. Luego del escándalo del 8 de marzo (cuando Aldesa solicita la intervención) preguntaron por sus inversiones y les indicaron que se hizo en la parte privada de ACI y que usaban la plataforma del Puesto de bolsa para pagarle, pero el dinero no venía de allí”, añadió.

Para el abogado Róger Guevara esto se plantea como una realidad paralela, pues Aldesa pasó de un sistema regulado a uno no regulado, no obstante, continuaron usando el mismo lenguaje, los mismos términos, los informes de inversiones venían bajo el logo y reporte de Aldesa Puesto de Bolsa, lo que hacía creer a la gente que estaba en cartera, y, por ende, todo estaba controlado por el Estado.

Los clientes del bufete Batalla también tuvieron confusión, porque cuando invertían en el Puesto de Bolsa, los recibos del pago de sus intereses incluían una serie de terminologías relacionadas con este tipo de inversiones, pero cuando pasaron sus dineros a ACI, dicha terminología no cambió, siendo transacciones totalmente distintas.

Otro factor que resultaba irregular, señaló Guevara, es que las diversas empresas de Aldesa brindaban servicios a sus mismas sociedades, capitalizando una serie de proyectos y generando el pago de comisiones en cascada.

La ruta larga de los dineros

Cientos de inversionistas quienes eran asesorados por corredores de la misma corporación -sus asesores- y de otras empresas relacionadas, vieron con buenos ojos la idea de trasladar sus dineros, que originalmente estaban en el Puesto de Bolsa (o nuevas inversiones) y colocarlos en ACI y de ahí que se disgregaran a diversos proyectos, pues les prometían mejores rendimientos y menor riesgo.

Lo que no sabían los inversionistas era que el camino por el que transitaría su dinero era innecesario y que desde el Puesto de Bolsa podían invertir directamente en esos proyectos -la mayoría inmobiliarios-. Eso los habría cubierto, al estar supervisados por la Superintendencia General de Valores (Sugeval).

Acogieron la recomendación y sus dineros fueron trasladados directamente a ACI, la cual los diluyó en diversas sociedades no reguladas, que generaban comisiones en cascada, y que al final llegarían a proyectos inmobiliarios.

Los inversionistas nunca supieron exactamente dónde estaban colocados sus dineros, solamente tenían registro claro de que la inversión había sido directamente en ACI.

Con la solicitud de Administración y Reorganización con Intervención Judicial que planteó Javier Chaves el pasado 8 de marzo, dejaron de percibir intereses por sus dineros e inclusive no tienen información suficiente del destino de sus inversiones.

“Las cifras que plantea Aldesa que debe pagar es de $200 millones pero si tomamos en cuenta a estos inversionistas podría rondar los $500 millones. La pregunta es, ¿qué sucederá cuando los acreedores empiecen a ejecutar las hipotecas?, se va a quedar Aldesa sin nada para responder a los inversionistas”, analizó Guevara.

Además, no hay un solo tipo de inversionistas en Aldesa, hay quienes creían que invertían directamente en el Puesto de Bolsa, otros tenían claro que sus dineros iban a proyectos privados, a fondos inmobiliarios o fideicomisos y muchos más que habían trasladado sus dineros directamente en ACI.

Diversos grupos de inversionistas se están reuniendo para ver qué pueden resolver, los que llevaron sus dineros directamente a proyectos específicos buscan la forma de que dichos negocios continúen, pero quienes invirtieron directamente en la corporación ACI la tienen más difícil, pues primero están los acreedores como bancos, desarrolladoras inmobiliarias y empresas relacionadas.

También están las asociaciones solidaristas, cooperativas y grupos de trabajadores que confiaron sus dineros en estas inversiones. Otro punto que se debe valorar es que quienes invirtieron sus dineros, en una amplia mayoría son adultos mayores, que contaban con los dineros de sus prestaciones o ahorros de años y los pusieron a trabajar para complementar sus pensiones.

Hay todo tipo de inversiones, desde grandes hasta pequeñas, y cada persona que confío su capital lo hizo con el objetivo de obtener un mejor rendimiento que el que otorga el mercado financiero, o poner a trabajar su dinero mientras definían su uso, porque en diversos ámbitos se ha tratado de plantear esto como un fallo de cálculo en un negocio entre millonarios y no es así, se trata de personas que confiaron su dinero a una corporación, que a la fecha, no les da una respuesta definitiva para recuperarlos.


Una difícil recuperación

El juego comenzó el 8 de marzo del año en curso, cuando Aldesa hizo la solicitud de Administración y Reorganización con Intervención Judicial por falta de liquidez. Este procedimiento está destinado al salvamento de empresas cuya desaparición podría provocar graves daños sociales e implica la cesación de pagos (por tres años como pidió Javier Chaves).

No obstante, para el jurista del bufete Batalla, Róger Guevara, es sabido que el sistema judicial es incapaz en tiempos y respuestas adecuadas a los problemas que presenta la economía, con un sistema concursal donde los procesos de administración por intervención judicial, el convenio de acreedores y la quiebra están desfasados en décadas.

“Sabemos que los jueces no tienen la capacidad de entender la realidad contable y financiera, ni la realidad empresarial de los diferentes institutos financieros jurídicos que están detrás de una actividad regulada o no regulada. Les cuesta distinguir los movimientos que se dan y no tienen las suficientes herramientas para medir y establecer la estabilidad de una empresa, tomando en cuenta activos o pasivos. Definitivamente, el que una empresa con el nivel de organización de Aldesa pretenda ir a una solicitud de este tipo es una burla”, señaló Guevara.

Desde su perspectiva, hay un aparente aprovechamiento del sistema en beneficio propio, porque saben que el sistema no tiene la capacidad de resolver. “Es una forma de ganar tiempo y de beneficiarse del tiempo que lleva un proceso de este tipo para ser admitido”.


Aldesa idea plan para superar la crisis

Rita Valverde Villalobos

[email protected]

En su solicitud de Administración y Reorganización con Intervención Judicial, Javier Chaves planteó un plan de salvamento para Aldesa Corporación de Inversiones (ACI), de manera que logre su recuperación y pase la crisis. La cual incluye:

  • Mantener Aldesa Fondos de Inversión para administrar tres fondos de inversión inmobiliarios: Monte de Barco, Fondo Inmobiliario de Renta y Plusvalía y el Fondo de desarrollo inmobiliario Terra Campus.
  • Reducir operaciones de la empresa de Servicios GBA S.A.
  • Cierre ordenado de Aldesa Puesto de Bolsa. El cual ya pasó a manos de Grupo SAMA.
  • Reducir la planilla en un 49% durante el 2019.
  • Reducir en gastos como tecnología de la información, alquiler de infraestructura y equipos, mantenimiento de sistemas de información, consultarías y servicios legales.
  • Considerar el edificio de Aldesa como una fuente de repago de las obligaciones de la sociedad. Este ya pasó a manos de varios inversionistas, quienes pagaron un 50% de la inversión al resto de los inversionistas.

Medidas en cuanto a proyectos inmobiliarios:

  • Mantener los proyectos habitacionales de Terra Verbena (Alajuelita) y La Balvina (Alajuela); proyecto turístico Monte del Barco (Golfo de Papagayo); proyecto inmobiliario Ciudad del Este (La Guácima); Monte de Cristo (Puntarenas); y Terra Industrial (El Coyol de Alajuela). Esto pese a que algunos de estos proyectos acumulan años de retraso en su desarrollo.
  • Cancelar los pasivos de Graviton Energy & Technology por $6.249.000 a través de cuenta por cobrar a largo plazo, venta de cartera propia a terceros interesados, recuperación de las inversiones suscritas con ACI.

“Ha sido catastrófico para muchos”

Alberto Golcher llegó a Aldesa, a través de la recomendación de una compañía de asesoría de inversiones. Le presentaron a la corporación como una de las más sanas.

“Invertimos un dinero y todo transcurrió normalmente, hasta finales del año pasado, que me enteré de ciertas personas que también tenían inversiones, trataron de retirarlas y no pudieron. Me dieron varias opciones y la que plantearon como mejor fue invertir directamente en bonos de la corporación ACI, diversificando el monto en proyectos”.

Golcher recibió intereses mensuales, pero no fue hasta diciembre pasado, que sus bonos vencieron en diciembre de 2018, momento en que la empresa dijo que en unas semanas estaría en capacidad de devolver los principales, pero no lo hicieron, pagaron los intereses hasta febrero y ya no supieron más hasta el 8 de marzo que se anunció la solicitud de Aldesa.

“Nos hemos reunido con Javier Chaves varias veces, su discurso ha cambiado con el paso de los meses, pues primero era una crisis temporal de liquidez y ahora la intervención judicial, pero siempre alega que se debe a condiciones del entorno. Yo no perdí todo, pero hay gente que sí, ha sido catastrófico para muchos”.


“La gente fue engañada”

David Quesada tiene una participación activa en el grupo de inversionistas que buscan soluciones al problema con Aldesa. Su papá es médico internista, pensionado de la Caja Costarricense de Seguro Social, trabajó 40 años para la institución, hizo ahorros y recibió su liquidación.

“Un amigo le recomendó invertir en Aldesa, y como vio que era un Puesto de Bolsa, que era regulado, decidió hacerlo. Durante un tiempo invirtió en Bolsa de Valores de riesgo medio, fondos de inversión y proyectos regulados. De repente su asesor le dice que también tenían ACI, donde recibiría un poco más, que estaba respaldada y le enviaban estados de cuenta consolidados haciéndole creer que era una misma gestión”.

Quesada cuestiona que, si se trataba de inversiones privadas, su padre debió recibir información diferenciada, a la que recibía mientras estaba en el sector regulado. Para él, la gente fue engañada.


 

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