Venían con sus medallas de plata y bronce de los segundos Juegos Parapamericanos realizados en Lima, pero solo los familiares recibieron a los 40 jóvenes en las distintas salas de espera del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.
Ese lunes dos de setiembre, UNIVERSIDAD fue el único medio que corrió para lograr entrevistar a los cuatro de los jóvenes que portaban sus medallas, tras una participación fructífera en la historia costarricense -solo por debajo de Mar del Plata 2003- y con los mejores resultados, desde que estos juegos se hacen en la misma ciudad que los panamericanos regulares.
La nadadora Camila Haase, el tenista de mesa Steven Román, el ciclista Henry Raabe y el taekwondista Andrés Molina conversaron de manera breve sobre cómo iniciaron en sus deportes, lo que hicieron para obtener sus preseas y lo que deberán hacer a partir de ahora si quieren ganarse un tiquete de avión hacia Japón para el evento cumbre del ciclo olímpico y paralímpico: los Juegos Tokio 2020.
Camila Haase: “No se lograron las marcas anteriores, pero estoy contenta con los resultados”.
La paranadadora alajuelense Camila Haase Quirós se dejó una medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos Lima en la categoría de 100 metros pecho.
Aunque su mayor objetivo era reducir sus tiempos, finalmente no lo consiguió, pero eso no frustró a la joven de 19 años. Más bien la hizo sentirse satisfecha con lo que alcanzó, pues además de su plata, obtuvo un cuarto lugar en 100 metros dorso y un quinto lugar en 100 metros mariposa.
Nada impidió que Haase aprendiera a nadar, ni bracear desde muy corta edad, pese a no contar con el brazo izquierdo luego de que se le amputara porque el cordón umbilical se lo apretó. Ahora, apunta a lograr una mejor patada en el agua.
“Sí estoy muy contenta, gracias por las felicitaciones, no se lograron las marcas pasadas, pero se trajo una medalla de plata y estoy muy contenta con los resultados, y ahora ponerle para el Mundial para la próxima semana. Desde pequeñita me empezó a gustar la natación, mi mamá me metía a muy corta edad, y siempre desde ahí le fui agarrando el gusto y nunca se me ha ido esta pasión. Como empecé muy pequeña, no se me hizo tan difícil nadar ni aprender a bracear, pero sí, la mayor fuerza la tengo en las piernas”, dijo Haase.
Ella tiene claro que su preparación para los Paralímpicos de Tokio 2020 empezaba desde el viaje a Perú, y su objetivo es lograr bajar las marcas en el Mundial de paranatación que se realiza en Inglaterra del 9 al 15 de setiembre.
Haase negó que tuviera que hacer sacrificios más allá de los que ella ya está acostumbrada a hacer, y dijo que, en realidad, con el deporte gana más de lo que pierde.
Steven Román: “La medalla se debe a la concentración que tuve en el torneo y al sacrificio”.
El paratenismesista sancarleño Steven Román Chinchilla hizo un papel casi perfecto en la categoría clase ocho individual masculino (con impedimentos o parálisis en el brazo y la pierna con que no se juega), pues el adolescente de 16 años superó a todos sus rivales en el mínimo de tres sets hasta la final.
Ya en esta instancia, el brasileño Luiz Manara le ganó en cuatro parciales, pero el objetivo estaba logrado para Román. Sin embargo, en equipo no le fue tan bien.
Román tiene dos quintas partes de su vida jugando al tenis de mesa. Eso sí, todo, desde el pique de la pelota hasta golpearla y el movimiento para salvar los remates a su mesa los debe hacer con sus extremidades derechas, ya que su parte izquierda posee parálisis, y puede desplazar la pierna con algo de dificultad, pero no posee agarre en esa mano.
“La clave para ganar esta medalla fue mucho entrenamiento, mucha constancia que apliqué cuando he ido muchos meses a entrenar duro, a doble o triple sesión, y creo que a la concentración que tuve en el torneo”, aseguró a UNIVERSIDAD.
Román era un niño de nueve años cuando por primera vez tuvo contacto con el tenis de mesa, y desde entonces a él le gustó ese deporte.
Consultado sobre cómo afrontará el proceso para clasificarse a Tokio, afirma que para eso irá a diferentes torneos. “Todavía no estoy clasificado para Tokio, pero tengo mucho chance de clasificar. Entonces me voy a preparar fuerte y voy a ir a algunos torneos para ver si puedo clasificar. Creo que voy a dejar un poco el estudio, voy a empezar a entrenar y voy a ir a Argentina con mi entrenador”.
Henry Raabe. Volver a la bici con fuerza.
Mucha gente seguidora del ciclismo recuerda al Henry Raabe Méndez que hizo historia como el primer ciclista en anexarse dos Vueltas a Costa Rica estándar de manera seguida, allá por los años 2006 y 2007; además de cuatro Vueltas a Higuito, y otras competencias nacionales e internacionales. Incluso, estuvo en los Juegos Olímpicos Pekín 2008.
Posteriormente, sufrió un accidente en la Vuelta a San Carlos 2013, pero su equipo Economy Rent a Car y su familia siempre estuvieron presentes para ayudarlo a rehabilitarse. Luego, cuando fue tiempo, se volvió a subir a una bicicleta, aún y cuando vio mermadas algunas capacidades motoras. Eso sí, él mismo se sobrepuso a cualquier trauma y regresó más fuerte que nunca, y eso le valió una presea de plata en los Parapanamericanos Lima 2019.
“Parte de la clave es intentarlo un poco más lejos, sabíamos que había un muchacho colombiano y un estadounidense que eran corredores de pista y eran mucho más rápido a la hora del sprint, entonces sabíamos que viéndolo tácticamente era mejor intentar una escapada y poder llegar más seleccionado el grupo”, explicó.
Para Raabe el objetivo ahora es buscar un lugar adicional al que ya ganaron en enero, de modo que puedan ser dos ciclistas por Costa Rica. “Todavía falta un poco más, la idea es también buscar una segunda plaza (ya en enero habían ganado una), vamos a prepararnos, para el otro año ir a un torneo en Brasil si Dios quiere. Entonces vamos a buscar las posibilidades para poder asistir y pellizcar un poco más de puntos para esa plaza que buscamos y también ya empezar con todo lo que es el proceso antes de los Olímpicos”.
Andrés Molina. Amor por el taekwondo de por vida.
Asociar a Andrés Molina Gómez y el taekwondo no es descabellado, pues por influencia paterna comenzó a practicar la disciplina desde los siete años y lo hace hasta el presente, hoy con 31 años.
El hecho de que hace siete años viera cómo su brazo dominante entonces, el izquierdo, era quebrado por una máquina en un accidente laboral, hizo que por un momento él no quisiera saber nada de esta disciplina. Pero eso sí, con apoyo familiar y de sus alumnos de gimnasio y de la academia en Orosi (tanto taekwondistas estándar como parataekwondistas), volvió más fuerte al dojo, aprendió a golpear con las piernas y el brazo derecho.
Hoy, su regreso triunfal le valió una medalla de bronce luego de doblegar al anfitrión Shiroy Rentería, ser vencido por el mexicano Juan García y superar al brasileño Bruno Da Mota.
Los motivos de su medalla él los atribuyó a su tesón. “Mucho sacrificio, entrenamiento, coraje, dedicación, y sobre todo disciplina de llevar este camino que no fue fácil, que fue duro, y gracias a Dios se logró el objetivo de traer medalla para Costa Rica”.
Molina de momento no tiene claro su itinerario, pero tratará de sellar su tiquete a Tokio en casa, en un torneo que se acogerá en marzo del 2020. “Ahorita, que tengamos claro en el calendario, es el clasificatorio olímpico. Antes de eso vamos a querer clasificar directo por la cantidad de puntos que logremos sumar en el ranking mundial, pero la Federación debe decidir en qué torneos se participa y qué no, y si no, sería optar el próximo año en marzo al Preolímpico, que sería aquí en Costa Rica”.
Desde su llegada al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, luego de su participación en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, tanto los paratletas que obtuvieron medalla como los que no ya estaban empezando a pensar en los siguientes torneos que les permitan reservar tiquete para los Paralímpicos Tokio 2020. (Fotos: Miriet Ábrego).
