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MEP acumula 200 denuncias contra mal servicio del CNP

Juntas de Educación y Administrativas reclaman que el CNP ofrece productos de mala calidad y con sobreprecio; alegan que tiene poca capacidad de distribución y deficiente gestión de cobro. Por su parte, el Consejo se compromete a solucionar estos problemas.

Los cuestionamientos contra el servicio que brinda el Consejo Nacional de Producción (CNP) van y vienen, a tal punto que la Dirección de los Programas de Equidad del Ministerio de Educación Pública (MEP) acumula ya 200 denuncias en contra de esta institución que actualmente ofrece alimentación a 1.879 centros educativos del país.

Los señalamientos que atiborran la Dirección datan de agosto del 2018 a la actualidad. El año pasado se presentaron 148, mientras que este año ya suman 52. Antes de esa fecha, la Dirección no tiene registro de otras críticas, según el director del departamento, Leonardo Sánchez.

Las denuncias de los centros educativos coinciden en varios motivos, desde sobreprecio de los productos, hasta la poca capacidad de distribución del Consejo.

En cuanto al sobreprecio de productos, las Juntas de Educación y Administrativas de escuelas y colegios argumentan que este problema genera menos capacidad de compra en las instituciones.

“Es un problema porque eso se vuelve una menor capacidad de compra de la junta, porque yo al final le doy a todas en función de la zona geográfica donde esté, del nivel de pobreza que tiene y de la cantidad de estudiantes. Yo le asigno el valor de un plato, pero si vos tenés que pagar un sobreprecio, una escuela que no está con el CNP va a tener una mayor capacidad de compra que los que están con el CNP. Ese tema es donde hay mayores quejas”, señaló Sánchez.

Otra de las denuncias en que las juntas coinciden es en la poca capacidad de distribución que tiene el CNP, pues la entidad solo les reparte los productos una o dos veces a la semana.

“Hay centros educativos, casi un 40%, que por la capacidad instalada no pueden recibir productos solo dos días a la semana, tal y como lo hace el CNP, lunes y martes. Lo que ellos necesitan es que sean cuatro o cinco veces a la semana. Esa opción sí la obtienen con proveedores privados de acuerdo a lo que ellos nos dicen, o al menos yo no he recibido ni una sola queja de un centro educativo que sea provisto por un proveedor privado, que no le entregue cuando ellos digan”, mencionó Sánchez.

De acuerdo con el director de la los Programas de Equidad, esta situación conlleva también a que el CNP responda con poca agilidad a problemas que se presentan en los centros educativos relacionados con la mala calidad de productos.

“Hay otro problema con esto de entregar dos días a la semana. ¿Qué pasa si vos entregás un producto de mala calidad? Lo que te va a decir el CNP es “lo siento, yo entrego hasta la próxima semana”. Hay un problema ahí y es la capacidad de respuesta que tiene el CNP para solventar los problemas que se presentan como productos de mala calidad, en mal estado, que no es lo que querían, etc.”, aseguró.

Otra de las denuncias contra el Consejo está relacionada con la gestión de cobros que realiza la entidad, pues, según las juntas, la institución cobra a destiempo.

“Los centros educativos tienen la plata mes a mes, pero el CNP no le cobra en los tiempos que deberían ser. Por tanto, hay centros educativos que pasan seis meses sin pagar al Consejo, no porque no tengan dinero sino porque el CNP no es rápido.Tengo miles de miles de facturas aquí, que el centro educativo no puede recibir porque el Consejo fue a dejárselas un año después. Las juntas tienen que respetar su período presupuestario que va de enero a diciembre”, mencionó.

En marzo de este año, la Junta de Educación del Colegio Técnico Profesional de Mercedes Norte de Heredia denunció a UNIVERSIDAD que el servicio que les brinda el CNP es de mala calidad, situación que se evidenciaba en sobreprecios, calidad de los productos y retrasos del proveedor.

“En años anteriores, la calidad de los productos, en especial los abarrotes, ha sido muy mala. Recibimos productos vencidos y con animalitos, se comunicó en varias ocasiones y se hizo trámite para rescindir del CNP pero no se ha podido”, aseguró la Junta de Educación.

“En el 2018 y 2019, los productos son regulares, no son de alta calidad, sí son bastante elevados en precios. Muchas veces se tiene que estar llamando, ya que los proveedores no llegan en tiempo y retrasan el menú estipulado por Panea (Programa de Alimentación y Nutrición del Escolar y del Adolescente), por ende afectan la alimentación de los estudiantes, ya que se tiene que improvisar y cambiar menú, esto en beneficio del estudiante”, añadió.

Por su parte, la Junta Administrativa del Liceo de Escazú aseguró también que ha tenido que devolver producto porque no viene en buenas condiciones.

El director del Liceo Francisco Amighetti ubicado en Alajuela, Juan Carlos Carvajal, señaló a UNIVERSIDAD que los precios de los productos que brinda el CNP son más caros y que ante cualquier imprevisto es difícil hacer un pedido a esa institución.

A estas denuncias se suma el informe que publicó la Contraloría a inicios del mes de abril, en donde señala que en las regiones Huetar Norte y Occidente del país, el 66,7% de los productos que el CNP vende a las escuelas tiene precios superiores a los máximos ofrecidos por los supermercados locales.

Situación similar ocurre en las regiones Central y Pacífico Central, donde el 60% y 50% de los productos de la muestra registraron un costo superior a los precios máximos ofrecidos por los supermercados de la localidad.

Tal comparación provocó el enfado del gerente general del CNP, Édgar Vargas, quién aseguró que la comparación solo resulta pertinente si se hace respecto a proveedores privados y no con supermercados, pues los productos en estos establecimientos muchas veces tienen promociones y no consideran costos indirectos, entre otros.

CNP se defiende

El gerente general del CNP es consciente de las denuncias que existen en contra de la institución que dirige. Según Vargas, el Consejo cuenta con mecanismos para atender anomalías; sin embargo, los centros educativos no los utilizan.

“En el tema de inconformidades, nosotros tenemos un procedimiento. Todos los comedores lo saben porque cuando nosotros los seleccionamos a ellos se les hace proceso de inducción y capacitación sobre cómo se les va a atender, y se les da el mecanismo para que cuando tengan inconformidad nos avisen de manera inmediata”, argumentó Vargas.

“Si la inconformidad tiene sustento, nosotros obligamos al proveedor en un plazo de 24 horas, para que sustituya el producto (si es por mala calidad). Si es por una entrega a destiempo o que duró mucho entregar, lo mismo. Nosotros tenemos mecanismos de presión a proveedores”, añadió.

Vargas explicó también que muchas de las quejas no tienen la causa en el CNP, sino en los mismos centros educativos.

“Si a nosotros nos avisan dos o tres días después que un producto está malo, no aplica. Eso quiere decir que una vez que fue entregado el producto, no fue bien manejado en su momento. Nosotros tenemos oficinas en todo el país y los comedores tienen nuestro contacto para evidenciar irregularidades”, destacó.

El CNP acepta que existe un sobreprecio en los productos que distribuye, pues desde su punto de vista responde a los costos de operación.

Vargas aseguró que el CNP sigue abasteciendo a 1.879 centros educativos, pese a los retrasos en los pagos de parte de las juntas.

Según datos del CNP, del 2013 al 2017 las juntas sumaron una deuda de ¢1.456 millones, los cuales se encuentran ahora en cobro administrativo. A esto se suman ¢2.693 millones del año 2018.

En lo que va del año, las juntas adeudan al CNP un total de ¢8.541 millones.

De acuerdo con el Consejo, durante la primera semana de mayo, el MEP instruirá a todas las Juntas Administrativas para que agilicen los pagos retardados y no cancelados de las entregas de este ciclo lectivo 2019.

“Siendo que ahora la factura de cobro la reciben (las juntas) simultáneamente con la entrega de los productos, lo que no justifica que se acumulen las deudas, pues retarda a la vez la posibilidad del CNP de pago más oportuno a los suplidores”, señaló Vargas.

Convenio y reestructuración

El director de los Programas de Equidad del MEP, Leonardo Sánchez, aseguró que las denuncias en contra del CNP han venido en aumento desde el 25 de octubre del 2018, fecha en que se firmó un convenio de cooperación entre ambas instituciones.

“Cuando se firmó el convenio hubo un aumento sustancial en la cantidad de denuncias, una oposición de las juntas al CNP porque ahora estas veían como problema el no administrar los dineros. Es curioso que les van a quitar ese dinero porque se va a pagar centralizado y ellos se quejan”, aseguró.

El convenio detallaba que el MEP asumiría la centralización de la compra y pago de alimentos para los comedores estudiantiles, a partir del primer período presupuestario del 2019; es decir, ya no serían las Juntas de Educación y Juntas Administrativas las que harían la cancelación de las facturas para la compra de alimentos.

La idea de este acuerdo era dejar atrás las dificultades presentadas en la coordinación de trámites de pago y recuperación de los recursos financieros por parte del CNP, ante el alto número de centros educativos y su dispersión geográfica en todo el país; no obstante, no se pudo cumplir.

El convenio ordenaba hacer un pago centralizado al CNP a través de órdenes de compra del Sistema de Compras Públicas (Sicop). Esta acción requería que el dinero estuviese en una partida específica del MEP; sin embargo, esto no se logró, ya que el presupuesto estaba destinado a las juntas.

“Para que se pudiera hacer el convenio con Sicop, nosotros deberíamos tener en una partida específica el dinero para poder ejecutarlo, pero resulta que ese dinero no estaba en esa partida. ¿Por qué? Porque el convenio se firma en octubre y los presupuestos se hacen muchos meses antes. Había que hacer traslado de partidas porque el dinero estaba en Hacienda”, aseguró el director de los Programas de Equidad.

A este inconveniente se suma el hecho de que el convenio adicionaba más responsabilidades al MEP, pues ahora cinco funcionarios del MEP debían encargarse de fiscalizar la entrega de productos a cada centro educativo.

“Se tenía que revisar con factura la entrega del CNP a cada escuela. El tema es que eso le tocaba hacerlo al MEP pero no existía personal. Se necesitan como 200 personas para eso”, aseguró Sánchez.

El acuerdo también exigía al Consejo brindar una mejor calidad en el servicio; otra medida que, según el MEP, no se cumplió.

“Nosotros le habíamos dicho al CNP que para cumplir convenio nosotros le íbamos a exigir a ellos que se eliminaran todas las debilidades que venían presentando. Es decir, el Consejo tenía que mejorar la calidad, gestión de cobro y entregas, y eso no lo va a cumplir el CNP de un día para otro”, mencionó el funcionario del MEP.

Por esta razón, las autoridades del MEP y del CNP decidieron -en el mes de abril- reestructurar ese convenio, a modo de poder cumplirlo.

Desde esa fecha se conformó una comisión con personal de la Dirección de Programas de Equidad y del CNP. El objetivo de este grupo es reestructurar este convenio luego de que ambas instituciones mejoren sus condiciones.

“Quedamos en que de parte del MEP se iban a hacer gestiones para tener las condiciones de poder ejecutar el convenio. De parte del CNP se empezaría a trabajar en cómo mejorar la gestión que tenga que ver con calidad, precios, sistema de distribución, etc. Una vez que ambas partes tengan las condiciones, ahora sí empezaríamos a hablar de un nuevo convenio”, mencionó Sánchez.

Además del modelo de gestión de cobro, ambas instituciones aseguran que definirán cómo resolver las denuncias de los centros educativos y cuáles medidas se aplicarán si el CNP no soluciona en tiempo y forma algunos problemas en centros educativos.

Según el gerente general del CNP, Édgar Vargas, también se aplicarán cambios en la selección de centros educativos.

“Si hay centros con poca infraestructura y tenemos suplidores cercanos, los vamos a atender y sino nosotros dejaremos que sean atendidos por la vía privada. Tenemos que adecuarnos a las limitaciones que puedan tener los comedores escolares, pero eso no es razón para que no los atendamos a futuro. Lo que queremos es establecer un plan remedial”, señaló Vargas.

De acuerdo con el director de los Programas de Equidad, “el criterio de selección del CNP es darle servicio a centros grandes de áreas urbanas o donde ya tenían una ruta. Con la creación de este nuevo convenio vamos a trabajar para que la selección de centros educativos del CNP esté ajustada a su capacidad de llevar servicio de calidad”.

Ambas instituciones pretenden también respetar el menú dispuesto por el Programa de Alimentación y Nutrición del Escolar y del Adolescente (Panea), así como habilitar una plataforma digital que permita al MEP realizar los pedidos de productos alimenticios.

Sánchez destacó que el convenio evita la corrupción en las juntas y permite una mayor transparencia.

“Cuando hay 4.500 centros educativos en condiciones muy diferentes siempre habrán casos donde hay algún tipo de irregularidades en el uso de los recursos. Cuando a nosotros nos llegan denuncias hacemos investigación en campo. Una vez que tengamos informe, Auditoría procede a hacer el trámite correspondiente. Nosotros aquí tenemos varios casos en proceso de análisis”, mencionó.

Según datos de la Dirección de Programas de Equidad del MEP, actualmente no existe ninguna denuncia por corrupción en juntas de educación y administrativas; no obstante, existen 40 denuncias que hacen referencia al mal uso de los recursos o fondos públicos.

Entrevista Édgar Mora. Ministro desconocía implicaciones del convenio

Las críticas negativas hacia el servicio que ofrece el CNP han sido una constante, desde los precios, distribución y hasta calidad. Esto también lo afirma el ministro de Educación Pública, Édgar Mora.

Mora aseguró a UNIVERSIDAD que antes de firmar el convenio desconocía las implicaciones que conllevaba hacerle frente a las funciones que actualmente realizan casi 2.000 Juntas de Educación y Administración.

El ministro enfatizó en que el CNP debe regular el precio, calidad de los productos, abastecimiento, entrega y cobertura, gestión de cobro y atención de reclamos de los centros educativos del país.

Enseguida un extracto de la conversación que UNIVERSIDAD sostuvo con el ministro de Educación.

¿Antes de firmar el convenio con el CNP el año pasado, ya sabían que la Dirección de Programas de Equidad no tenía el suficiente recurso humano para hacerle frente a las nuevas funciones?

-Esa información se desprende un mes después de firmado el convenio (octubre 2018), luego de establecer los lineamientos y metodología de todo el proceso que implica un pago centralizado (que era el objetivo del convenio). Antes no fui alertado sobre las implicaciones de que el MEP suscribiera esas obligaciones, en el sentido de que ello implicaba contratar más de cien funcionarios en las Direcciones de Equidad, Financiero y Proveeduría, para sustituir la labor que realizan actualmente cerca de 2.500 Juntas de Educación y Administrativas, que reciben los insumos del CNP.

Entiendo que están surgiendo cambios con el convenio. ¿A qué se deben los cambios?

-El MEP, como cliente en este convenio, desea establecer lineamientos más específicos y mecanismos de control que garanticen un servicio más eficiente, oportuno y continuo. Lo que proponemos es que el CNP garantice al MEP un sistema de aprovisionamiento de los comedores estudiantiles con requerimientos mínimos de precio, calidad, almacenamiento, transporte, cobertura, entrega, cobro, transparencia, control, entre otros, con el fin de no poner en riesgo el servicio esencial de alimentación que se brinda en más de 4.500 centros educativos públicos del país con una población beneficiaria que sobrepasa los 800 mil.

¿Cuáles son las principales deficiencias que usted nota que existen en el servicio que brinda el CNP?

-Los resultados de la adquisición de insumos al CNP es variada. En algunos casos las juntas de centros educativos y autoridades administrativas regionales manifiestan y documentan la experiencia como positiva; no obstante, otras no. El servicio educativo es universal y la calidad debe ser homogénea, y digo educativo porque la alimentación es consustancial al aprendizaje. El CNP debe regular y ser excelente en aspectos como el precio, calidad de los productos, abastecimiento, entrega y cobertura, gestión de cobro y atención de reclamos. El MEP, como representante de los intereses de los más de 800 mil niños y jóvenes que reciben el servicio de comedores escolares, favorece que las juntas le compren sus insumos al CNP, en la medida en que brinde un servicio con precio y condiciones adecuadas, en relación a otras opciones alternativas.

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