En días recientes hemos visto diferentes movimientos y efervescencias colectivas en la región. Despidos, cierres y rumores de vandalismo convergen con la tensión de desempleados que, por razones de impericia, corrupción o estructurales, han perdido sus fuentes de ingreso, sus salarios.
La Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), que durante décadas dio trabajo a miles de limonenses, está a punto de cerrar por la entrada de APM Terminals y la reestructuración que esto supone. Esta institución, que construía puentes (que debían ser asumidos por la Municipalidad, dicho sea de paso), que daba de comer a miles de limonenses y que contribuía con el desarrollo de la región, deja de existir y muere agónicamente. No es mi objetivo hacer una defensa o una crítica de Japdeva, si bien es cierto que hay mucho de qué hablar. Durante años tuvieron la oportunidad de modernizarse y esto no ocurrió. Además, sin el fideicomiso organizado a tiempo, están a punto de perder también un dinero que se pensó para y por los limonenses. Porque el canon de APM, hay que decirlo, es de los limonenses y creo que en eso todos estamos de acuerdo.
Más allá de la compleja situación de Japdeva, quiero compartir tres medidas a corto plazo, que quizá, puedan servir para contrarrestar el problema de desempleo que ya está viviendo la región. Estas medidas son, por mucho, mejores que esas mal llamadas “mesas de trabajo” que el Gobierno está proponiendo. No nos engañemos; esas mesas de trabajo no están resolviendo el desempleo, porque aunque suene como una verdad de Perogrullo, lo que los limonenses necesitan es trabajo: trabajo y nada más que eso.
Por ello, desde el TEC en Limón, sugiero a las distintas jerarquías y a las fuerzas vivas de la provincia, lo siguiente:
- Reactivación de una zona franca: Hace algunos años existió en Limón una zona franca, pero luego de un quinquenio se fue. La infraestructura de esa zona franca está en pie todavía, se puede aprovechar para traer fábricas y otros tipos de negocios. El periódico La República, (https://www.larepublica.net/noticia/limon-arranca-su-primera-zona-franca-este-ano) ingenuamente indicó que Limón tendría su primera zona franca en La Francia de Siquirres. No es cierto, pues es importante recordar que ya Limón tuvo su zona franca cerca de Moín. Ahora, si se reactiva, el cantón central y los cantones cercanos como Matina y Talamanca se beneficiarían a un corto plazo.
- Desarrollo de una Marina o Home Port: Es importante crear un modelo público y privado de inversión para el turismo, que permita ofrecer servicios a cruceros y turistas, que incluya tiendas, restaurantes, hoteles. La Marina implica toda una transformación cultural que la región está lista a asumir, dada la situación imperante. La industria del turismo bien llevada puede generar un cambio radical en la región.
- Reactivación del tren para turismo y transporte público: Es fundamental establecer una ruta Caribe que dinamice comunidades desde Cartago hasta Limón (cantón central), reactivando el turismo local de las regiones. Para ello, hay que revisar modelos exitosos latinoamericanos como ha sido el rescate de locomotoras y líneas en países como Ecuador. El tren de Ecuador promociona el patrimonio artesanal de varias zonas interconectadas, y en el caso de Limón, el tren también podría aprovechar el auge de turismo rural, tan buscado por los extranjeros.
Estas tres medidas, si bien son insuficientes, pueden ayudar a paliar el problema de trabajo de Limón. Ciertamente, hay más ideas, pero estas son las que se me vienen a la mente.
Las fuerzas vivas de la comunidad, en conjunto con las cámaras empresariales y las diversas instituciones como el TEC, la UCR, el INA y otras, pueden delimitar una hoja de ruta pequeña pero realista que tome en cuenta la riqueza de la provincia. Limón tiene todo para triunfar, tiene recursos, historia, cultura y gente que desea emprender, trabajar y hacer de la región un proyecto exitoso a largo plazo.
Ojalá que la crisis temporal que se avecina solo sea un pretexto para crecer: Limón y su gente así lo pueden decidir, y quienes estamos sirviendo en la región extendemos nuestro brazo para colaborar y proponer ideas realistas, desde las diferentes trincheras en las que nos ha puesto el destino.
