En la sesión del Consejo Directivo del Sinart, del pasado 10 de abril, el actual representante de las universidades privadas –el periodista Eduardo Amador– informó a los demás miembros que la Universidad Católica quería un puesto en esa instancia de la televisión pública costarricense. “Me llamaron para decirme que querían que pusiera a disposición el puesto de ellos, debido a que la Universidad Católica quería representar a Unire en esta institución”.
La Ley Orgánica del Sistema de Radio y Televisión Cultural (Sinart) establece en su artículo 7 que su Consejo Ejecutivo estará integrado por siete personas y que una de ellas será nombrada en representación de la Unidad de Rectores de las Universidades Privadas (Unire).
El rector de la Universidad Católica es el exdiputado liberacionista (2006-2010), Fernando Sánchez Campos.
El actual representante de Unire, Eduardor Amador, señaló a UNIVERSIDAD que su intención no era atizar polémicas y ponderó que “ellos (Unire) tienen la posibilidad y la disposición, en este caso, de solicitar el puesto directivo que ocupo”.
Ante la pregunta de si específicamente se le dijo que querían que la representación la asumiera alguien de la Universidad Católica, el periodista respondió afirmativamente.
Amador, quien fue director de este Semanario y de las radioemisoras de la UCR, añadió que “no tengo ningún problema en darles la plaza, porque yo soy el representante de ellos”. Sin embargo, destacó que “trabajé a gusto de la Presidencia Ejecutiva y miembros del Consejo Directivo; por algo no me quieren, para satisfacer alguna cosa me pidieron el puesto y con gusto accedí”.
UNIVERSIDAD tuvo acceso a un oficio en el que el presidente ejecutivo de Sinart, Mario Alfaro, se dirige a la Unire y, tras hacer constar su respeto a la voluntad de quienes integran esa instancia, manifiesta su “sorpresa y preocupación por una decisión que, aunque sabemos es competencia y resorte exclusivo de Unire, impactará en el funcionamiento del máximo órgano administrativo y de dirección de la empresa estatal responsable de administrar los principales medios de servicio público en Costa Rica”.
Alfaro también recordó que la misma Ley 8346 dispone que los nombramientos en el Consejo Ejecutivo tienen un plazo de seis años, y que el nombramiento de Eduardo Amador “fue debidamente inscrito ante el Registro Público para el periodo comprendido entre el 23 de junio del 2016 y el 23 de junio del 2022”.
“EXTRAÑA MUCHO”
Consultado al respecto, Alfaro destacó la formación periodística de Amador y el hecho de haber estado al frente de medios de comunicación; así como que “su trabajo en el consejo ejecutivo ha sido extraordinario”.
El funcionario no escatimó elogios para Amador, de quien dijo “realmente entiende la función de los medios de servicio público, su relevancia, y la necesidad que encontramos en el Sinart, de renovarnos, de comenzar a generar una propuesta alternativa, pluralista a partir de los principios rectores que están en la misma ley”.
También destacó el aporte del periodista para que los servicios informativos del Sinart “sigan trabajando de forma independiente, que nunca ocurrió antes, y que se pudiera asumir un rol protagónico con equilibrio en procesos electorales, por ejemplo, como se hizo en la última campaña”.
Así, Alfaro aseveró que le “extraña mucho” que se le pida la renuncia a Amador, ya que por ley se supone que los nombramientos son por seis años, y él tiene menos de dos. “Si está haciendo tan buen trabajo, si ha asumido con tanta responsabilidad la representación de Unire y nosotros estamos satisfechos, no entiendo por qué quieren sustituirlo”.
Ante la pregunta de si tiene algún indicio sobre quién sería la persona que reemplazaría a Amador, Alfaro en primer lugar subrayó que no se ha recibido una comunicación oficial de Unire.
Sin embargo, reconoció que “he recibido consultas de la prensa, donde me informan que la universidad que solicita ese puesto es la Universidad Católica, en la figura del exdiputado Fernando Sánchez”, su actual rector.
Alfaro enfatizó en que “me lo han comentado de forma extra oficial, no me consta”, pero añadió que lamenta la posible designación de “una persona que no tenga formación ni experiencia en comunicación y que no sabemos qué intereses lo motivan a buscar un asiento en el máximo órgano administrativo y de dirección de una empresa estatal de servicio público”.
UNIVERSIDAD buscó al rector de la Universidad Católica. Durante varios días se le dejaron mensajes en su oficina y se le envió un correo a la dirección institucional. Al cierre de edición, desde esa Rectoría se informó que el exdiputado y coautor del Memorando del Miedo se encuentra fuera del país y que no tiene una dirección de correo que pueda revisar.
NO ES LA PRIMERA VEZ
La vinculación con el tema de la Universidad Católica causa alguna preocupación, pues funciona a partir de la Fundación Universidad Católica, entre cuyos directivos figura José Rafael Quesada, arzobispo de San José, según información registral actualizada al 10 de abril.
El prelado, a través del director de Radio Fides, Jason Granados, dijo no saber “absolutamente nada” del tema.
Cabe recordar que la iglesia católica manejó el Sinart durante un periodo de tres meses en 1999, cuando la institución atravesaba una crisis durante la administración Figueres Olsen.
El entonces sacerdote y personaje mediático Minor Calvo impulsó no solo el manejo del canal por parte de la iglesia, sino una iniciativa para que asumiera el Sinart de manera definitiva.
Calvo encontró apoyo en la Asamblea Legislativa, en legisladores de ambos partidos mayoritarios, pero sobre todo de la Unidad Social Cristiana (PUSC), quienes impulsaron un proyecto de ley que dejaba la administración del Sinart en manos de la iglesia católica.
Ese proyecto logró ser dictaminado afirmativamente en la Comisión de Gobierno y Administración, pero los sueños de Calvo se vieron truncados cuando la Conferencia Episcopal (Cecor) se pronunció en contra de la iniciativa, por considerar que no se contaba con los recursos necesarios.
Cabe recordar que Minor Calvo, como sacerdote, tuvo acceso a espacios mediáticos en Canal 7, en el fracasado proyecto TV Católica y en la emisora Radio María. Gracias a ello, logró notoriedad para sus posiciones ultraconservadoras, aunque posteriormente cayó en desgracia debido a las investigaciones del periodista radial Parmenio Medina, quien denunció no solo manejos irregulares de fondos en la radio, sino que obtuvo información sobre las relaciones extramaritales que Calvo mantuvo con muchachos bastante más jóvenes que él.
En busca de una rectoría apuntada
El director ejecutivo de la Unire, Albán Bonilla, se refirió sobre el tema por correo electrónico.
Ante la pregunta de cuál fue el criterio para pedirle la renuncia a Amador, explicó que “años atrás, por diferentes circunstancias”, la rectoría de la universidad a la que correspondía la representación ante el Sinart solicitó que se designara “temporalmente a un tercero en su representación”.
Añadió que “ese nombramiento hoy está vencido y es necesario ajustarlo a la representación rectoral correspondiente”. Ese criterio contradice de lo apuntado en la citada misiva de Alfaro, sobre la vigencia de nombramiento de Amador hasta el 2022.
Informó que la junta directiva de Unire “está en busca” de un rector o rectora que asuma esa función.
Así, Bonilla además negó que la Universidad Católica haya solicitado o exigido asumir el puesto, insistió en que “se ha vencido el nombramiento del actual representante” y que se está en conversaciones para determinar cuál rector o rectora tiene disponibilidad para asumir esa responsabilidad.
Al mismo tiempo, negó que el arzobispo de San José haya tenido ningún tipo de comunicación con Unire al respecto. “La decisión de elegir a nuestro representante recae únicamente en nuestra junta directiva”, enfatizó.
