País ANÁLISIS

Estrategias de Fabricio y Carlos: dos mundos que apenas se tocan

El predicador evangélico intenta administrar su amplio margen de maniobra y su discurso de doble filo; el oficialismo batalla en contra del_tiempo_y_de_su fama de arrogante.

Si las estrategias de los candidatos presidenciales se compararan por sus agendas públicas, podría decirse que ambos van -manual en mano- por un mismo camino de conversación con sectores sociales y figuras políticas para reafirmarse como factores de “unión nacional” frente a la segunda vuelta electoral. Lo típico.

Coinciden en un discurso conciliador a toda costa, pero Fabricio y Carlos lideran dos fuerzas políticas que se juegan posibilidades distintas en circunstancias diferentes y sin cruzarse los carriles, después de verse ambos clasificados en la frenética primera ronda electoral del 4 de febrero.

El predicador evangélico se ha ocupado en llenar los vacíos para un viaje aventajado que hace dos meses jamás imaginó hacer.

Va holgado de recursos, “con las manos limpias” y con sus camisas tricolores. Va cuidándose de calibrar el ingrediente religioso que lo encaminó en esta ruta y, sobre todo, intentando salirse de los entuertos jurídicos o de derechos humanos que lo hace inaceptable para un sector de la población. Esta tarea no ha sido fácil.

El candidato del oficialismo, en cambio, sabe que su rostro es el del Partido Acción Ciudadana (PAC) al que un sector quiere cobrar las expectativas incumplidas y otro grupo (en especial liberacionista) aplica la venganza por los duros ataques durante 18 años contra las fuerzas políticas tradicionales de las que ahora forma parte.

De ahí su nuevo mensaje reconciliador con otros partidos, al punto de atreverse a usar la figura del caudillo liberacionista Pepe Figueres en algún mensaje. Va reafirmándose como un hombre de centro y moderno, pero evitando incluso mensajes que lo definan demasiado o agraven el endurecimiento de posiciones religiosos.

No obstante, su equipo sabe que puede llegar el momento de ir a la ofensiva. Queda un mes, casi diez debates, cientos de noticias y muchos espacios publicitarios para llenar.

Tiempo relativo

Fabricio, ganador en la primera ronda, hubiese querido que el tiempo entre ambos comicios hubiera sido de una semana y Carlos confía quizás demasiado en que hay tiempo para convencer a mucha más gente de que “esto no es por el PAC, es por el país”; de que están en juego valores republicanos y de que, de verdad, de verdad, formaría un “gobierno de unidad”.

“Hoy compartimos con el padre Manuel Enrique Chavarría Estrada en Radio Fides. Estamos dispuestos a someternos al escrutinio público y a dialogar con toda la ciudadanía. Un presidente debe serlo para todo el país, y gobernar con amor para todas todas las personas, ese es el sentido de la obra cristiana.#EsPorCostaRica”, escribía en su perfil de Facebook después de una entrevista en esa radio católica.

Con esos mensajes, van ambos candidatos a sus giras por territorios que dieron ventaja a uno u otro.  Los inamovibles de Fabricio (seguidores de las iglesias evangélicas o enemigos a muerte del PAC) no le dan para triunfar. Tampoco a Carlos le basta la “gente PAC”, la Coalición Costa Rica o las personas que se han unido sólo para evitar el triunfo de una opción evangélica que temen por fundamentalista o por vacía.

Llegan a medio camino entre el 4 de febrero y el 1º de abril, midiendo cada paso para atraer algún voto y evitar que se les vaya otro. El antecedente de la segunda vuelta del 2014 sirve para muy poco, porque ahí todo estaba sentenciado desde el principio. Ahora no, puede haber uno que se beneficie más de las antipatías hacia el otro, pero ninguno puede lanzar campanas al vuelo. Cada uno va en su camino con fortalezas y amenazas propias, pero ninguno se pierde de vista. Se van viendo de cerca.

Se van viendo, pero no se atacan. Quizás temen que los electores pasen factura al que se pase de gamberro y quizás solo esperen el momento oportuno del ataque, como los ciclistas en competencia de montaña. El que se vea atrás tendrá que hacerlo. “Da igual perder por un voto o por medio millón”, dijo este lunes una dirigente que prefiere ni se le mencione junto a la palabra “perder”.

Hasta ahora va ganando el cálculo, señala el politólogo Rotsay Rosales, experto en partidos políticos e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR). “De Carlos uno hubiera esperado más agresividad. Pareciera que la conducta tica de premiar al pobrecito los ha hecho actuar con cautela y evitar poner a Fabricio como víctima de ataques. En general, el electorado ve con buenos ojos la campaña negativa, por más que a veces parezca útil cuando solo hay dos en competencia”, dijo.

“En eso es astuto Fabricio Alvarado. Sabe ponerse del lado de los ofendidos por los medios o por el propio sistema político. Para muchos de sus seguidores él es un héroe que ha ido contra todo”, añadió Rosales.

El problema es administrar los recursos y las energías. Ha pasado la mitad del camino, pero viene lo más intenso. En el terreno, el PRN tiene a su favor el trabajo de numerosas iglesias y el apoyo parcial de estructuras del PLN; el PAC cuenta con sus fuerzas medianas y el apoyo de algún músculo ciudadano, del grupo llamado Coalición Costa Rica.

En el mensaje nacional, ambos tendrán que echar mano de otras figuras de sus partidos, aunque no siempre salgan bien las cosas.

Un ejemplo se vio este lunes en el programa de radio Malas compañías de los periodistas Ignacio González y Armando González, que invitaron al candidato a la vicepresidencia del PRN, Francisco Prendas, y la situación no salió bien para este partido.

Ante una pregunta astuta, puesto a escoger, Prendas dijo que para elegir miembros del gabinete, y ante aptitudes semejantes, preferiría dejar por fuera a los homosexuales.

De nuevo, ardió la fogata contra el discurso discriminador y 24 horas después tuvo que pedir perdón. Fabricio Alvarado tuvo que salir a intentar aclarar un tema que, entre fe, valores o derechos, se ha convertido en su mayor enredadera. El excandidato del PUSC, Rodolfo Piza, lo criticó este martes sin disimulos.

Escenarios imprevistos

Los vicepresidentes de Carlos Alvarado tampoco son protagonistas. Marvin Corrales es educador sindicalista y eso, para un sector, es algo muy malo; incluso, da pie para activar el discurso antiizquierda y hasta para revivir el adjetivo “comunista”.

En los medios, en todo caso, apenas se nota él. Su compañera de fórmula, Epsy Campbell, sabe mejor el manejo de los micrófonos, pero finalmente es una “mujer PAC” y su papel como diputada en este período ha sido más que discreto.

La escogencia de las candidaturas a las vicepresidencias en el PAC muestra que la mira estaba puesta en una competencia interna y con el ánimo de unir al partido, pero no necesariamente para luchar por la Presidencia, señaló el politólogo Sergio Araya en el programa de radio Hablando Claro.

A ello se pueden sumar los compañeros de fórmula de Fabricio Alvarado, Francisco, su amigo personal, e Ivonne Acuña, quien también se postuló como diputada y salió electa.

La apuesta por la publicidad aún no aparece, aunque ambas fuerzas quedaron con buenos recursos debido a que gastaron poco en la primera vuelta y la cantidad de votos les respalda un mayor reconocimiento de la asignación estatal.

En el PRN contrataron un jefe de campaña para la imagen y mercadeo, Juan Carlos Campos. “Somos un partido no tradicional, con una estructura distinta. Somos un equipo con dos cabezas, yo en estas áreas y Francisco Prendas en lo político”, explicó Campos, sin mencionar el papel de Carlos Avendaño (jefe de diputados electos) y Mario Redondo (excandidato) como articuladores con sectores sociales y políticos.

Campos es propietario de la empresa de estrategia y mercadeo One Sports, contratada por el partido del cual él es jefe de campaña. “Pero trabajo desde diciembre en esta campaña porque es un proyecto muy lindo por Costa Rica, que hará que la gente se siente en una mesa sin importar de cuál partido viene”, afirmó. Sin embargo, ¿con cuál mensaje lo harán? “No ha salido todavía, pero seremos recordados como los que rescatamos a Costa Rica de caer en el abismo del PAC”, aseveró.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido