Cultura CRFIC2017

Diez días de fiesta cinéfila

El Festival de Cine de Costa Rica (CRFIC 2017) comienza este jueves 7 de diciembre y continúa hasta el domingo 16, con una rica

El Festival de Cine de Costa Rica (CRFIC 2017) comienza este jueves 7 de diciembre y continúa hasta el domingo 16, con una rica oferta de filmes, conferencias y talleres.

 

Como en 2015 y 2016, el Festival de Cine de Costa Rica (CRFIC 2017) convierte diciembre en una fiesta para los cinéfilos costarricenses.

Al igual que en años anteriores, les trae lo mejor de la emergente cinematografía centroamericana, encuentros con productores, promotores y especialistas de América y Europa, algunas de las películas que durante el año han cosechado premios y aplausos alrededor del mundo (como la ganadora del festival de Berlín y las últimas de Haneke y Martel) y una retrospectiva de un importante creador (en esta oportunidad, el finés Aki Kaurismaki).

Se trata de la sexta edición del festival organizado por el Centro de Cine, del Ministerio de Cultura y Juventud, el cual tomó el relevo de la Muestra de Cine y Video, la cual se realizó durante cerca de dos décadas y era también una suerte de fiesta, pero para el gremio de la producción audiovisual, principalmente

Para este CRFIC2017 hablamos de la exhibición de 73 películas, entre largos y cortos, y cerca de 120 invitados nacionales e internacionales, quienes ofrecen conferencias, participan en debates o dirigen talleres, todo esto en apenas una decena de días.

Quienes no posean el don de la ubicuidad, tienen entonces el reto de hurgar entre la amplia oferta y escoger películas y actividades. Ese es el propósito de presente artículo: brindar una cierta luz sobre aquello que, al menos en el papel, parece más interesante.

En competencia

Una parte importante de los filmes en exhibición compiten en diferentes categorías del festival: largometraje centroamericano, largometraje internacional y cortometraje costarricense (diez por categoría).

Integraron el equipo encargado de la selección el director artístico del Festival, Raciel del Toro, así como de Nicole Guillemet, Yoshua Oviedo y Silvia Piranesi. Como en años anteriores la oferta, tanto dentro como fuera de competencia, procura visibilizar el cine independiente y no distingue entre ficción y documental, ni entre animación y técnicas de captura de imagen real.

La primera de las categorías mencionadas, la de largometraje centroamericano, nos ofrece una nueva oportunidad de ver Violeta al fin, de Hilda Hidalgo, y Atrás hay relámpagos, del mexicano Julio Hernández Cordón, que fueron exhibidas recientemente en las salas comerciales, así como la película hondureña Morazán, de Hispano Durón, que clausuró el Congreso de Cine Centroamericano que tuvo lugar en la Universidad de Costa Rica en el pasado noviembre.

Tendrán también su estreno en el país los filmes costarricenses Medea, de Alexandra Latishev y Nosotros las piedras, de Álvaro Torres, así como Olancho, de Ted Griswold y Chris Valdés (Honduras), 500 Años, de Pamela Yates (Guatemala), El puma de Quelepa, de Víctor Ruano (El Salvador) y Heredera del viento, de Gloria Carrión (Nicaragua).

¿Algún título por recomendar? Todos, en tanto que en su conjunto ofrecen una justa fotografía del presente del audiovisual regional.

En cuanto a la competencia internacional, en esta participan los largometrajes Mala junta, de Claudia Huaiquimilla (Chile), Pendular, de Júlia Murat (Brasil), Los hombres no lloran, de Alen Drljevic (Bosnia-Eslovenia), Tehran Taboo, de Ali Soozandeh (Austria), La novia del desierto, de Cecilia Atán y Valeria Pivato (Argentina), Los últimos hombres de Alepo, de Feras Fayyad (Dinamarca), La libertad del diablo, de Everardo González (México), La ciudad del sol, de Rati Oneli (Georgia-Estados Unidos), Insyriated, de Philippe Van Leeuw (Bélgica) y Sexy Durga, de Sanal Kumar Sasidharan (India).

En algunos casos (como Mala Junta, Pendular, Insyriated, Sexy Durga), se contará con la presencia de los realizadores, lo cual nos brinda una oportunidad de conocer más estrechamente las apuestas temáticas o estéticas en juego.

Por otra parte, para los integrantes del gremio audiovisual, el festival incluye una serie de espacios de capacitación y diálogo en las áreas denominadas de Industria y Formación.

En el primer caso se seleccionaron 16 proyectos, de los cuales diez participan en la categoría Foro de presentación de proyectos, que está dedicado a trabajos en desarrollo.

Otras seis propuestas hacen parte de Cine en construcción, dedicado a filmes centroamericanos que se encuentren en la etapa de postproducción.

Mirada al mundo

La sección Panorama resulta especialmente interesante, pues permite apreciar una serie de filmes que se cuentan entre lo más apreciado en los festivales internacionales de todo el mundo durante el 2017.

Componen esta sección los largometrajes argentinos La Cordillera, de Santiago Mitre y Zama, de Lucrecia Martel, así como En la penumbra, de Fatih Akin (Alemania), En cuerpo y alma, de Indikó Enyedi (Hungría), Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio (Chile), Sueño en otro idioma, de Ernesto Contreras (México), Radiance, de Naomi Kawase (Japón), Vazante, de Daniela Thomas (Brasil), Desamor, de Andrei Zvyagintsev (Rusia) y Happy End, de Michael Haneke.

Desmenucemos un poco esta lista: Akin y Haneke han sido muy aplaudidos en los últimos veinte años, por lo que cada nuevo filme que estrenan es una suerte de acontecimiento cinéfilo.

Ocurre lo mismo con Zama, de Lucrecia Martel, la directora de La ciénaga (2001) −un punto de referencia en la cinematografía argentina−, quien no estrenaba película desde hacía casi una década.

La película húngara En cuerpo y alma obtuvo el Oso de Oro (el principal galardón) y el premio de la crítica en el Festival de Berlín, en tanto que Una mujer fantástica, de Lelio −responsable de la hermosa Gloria (2013)− mereció el de mejor guion en el mismo encuentro.

Por su parte, Desamor fue premio del Jurado en el Festival de Cannes, en el que Radiance obtuvo el premio del Jurado Ecuménico.

Como en 2015 y 2016, cuando se contó con la presencia del portugués Miguel Gomes y la estadounidense Kelly Reichardt, el programa incluye la retrospectiva de un cineasta relevante.

En este caso se trata del finlandés Aki Kaurismaki (1957), uno de los grandes creadores europeos, poseedor de una sensible filmografía, que alterna la amargura y el humor.

Podremos apreciar cuatro trabajos bastante representativos de su obra: La chica de la fábrica de fósforos (1990), Nubes pasajeras (1996, premio del Jurado Ecuménico en Cannes), Un hombre sin pasado (2002, Gran Premio en Cannes y candidata al Oscar en lengua extranjera) y El otro lado de la esperanza (2017), su última película y mejor dirección en el festival de Berlín.

Lamentablemente, a diferencia de años anteriores, no se contará con la presencia del director sujeto de la retrospectiva.

A la par de Panorama hemos de tomar en cuenta la sección Radar, compuesta por filmes que, como los de aquella, hacen parte de los estrenos del año, pero se sitúan dentro de la oferta más emergente, sea por el carácter novel de los cineastas, sea por la estética o temática que abordan.

Tenemos acá otra decena de películas, como Chavela, de Catherine Gund y Daresha Kyi (Estados Unidos), Bosque de niebla, de Mónica Álvarez Franco (México), Loving Vincent, de Dorota Kobiela y Hugh Welchman (Polonia-Gran Bretaña) y Carpinteros, de José María Cabral (República Dominicana), entre otros.

El festival cuenta con diez sedes, repartidas entre San José, Cartago y Alajuela. En tres de estos espacios, el Cine Magaly, el Teatro La Aduana y el Teatro 1887, las primeras funciones de cada día son gratuitas.

Encontramos el programa completo en www.costaricacinefest.go.cr

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