País Caso de créditos otorgados a grupo de Juan Carlos Bolaños

Luis Guillermo Solís se empeña en barrer Directiva del BCR

Un grupo de mayoría pretendía mantenerse para velar por investigación interna sobre créditos al cemento chino, pero el mandatario intenta destituir a todos por igual

Las indagaciones en torno a los créditos que el Banco de Costa Rica (BCR) otorgó al importador de cemento chino, con sospechas de corrupción, consolidaron un grupo de cuatro directivos de la entidad que se mantiene firme contra los deseos de la Presidencia de la República de tomar control de la crisis de este banco público. Decididos a velar por la “pureza” de las investigaciones, pretenden mantenerse incluso ante la decisión de Zapote de suspenderlos mientras se les intenta destituir.

Conocida la renuncia de los directivos Gustavo Arias y Ronald Solís el pasado fin de semana, quedan cinco directores bancarios en sus sillas, aunque cuatro de ellos dejaron clara su intención de desmarcarse de la séptima miembro, Paola Mora, por su cercanía con el gerente Mario Barrenechea (suspendido) y con el empresario Juan Carlos Bolaños, importador de cemento chino.

Los directores Mónica Segnini, Francisco Molina, Alberto Raven y Evita Arguedas firmaron un comunicado conjunto que expresa su intención de mantenerse para vigilar el curso correcto de las investigaciones internas.

Esto, a pesar de la petición de renunciar que les planteó la semana pasada el presidente Luis Guillermo Solís, con el argumento de que los conflictos internos debilitan la gestión y los controles en el BCR y que así lo señalaba la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).

Solís solicitó entonces este martes al Consejo de Gobierno (como junta de accionistas del banco estatal) abrir un proceso para destituir a ellos cuatro y también a Paola Mora, quien dijo a UNIVERSIDAD que tampoco quiere abandonar su silla. De paso, decidió suspenderlos como medida cautelar.

El segundo banco estatal queda entonces descabezado, sin gobierno y sin certezas.

Y queda sin préstamo a Sinocem, pues desde el 21 de este mes le cerraron las líneas de crédito por incumplimiento del plan de negocios, informó esta semana el diario La Nación citando una respuesta oficial del BCR a la Sugef.

Paola Mora declinó comentar esta información y aseguró que celebra la apertura del procedimiento interno de la Presidencia porque ahí se probará las responsabilidades de cada uno al margen de la opinión pública.

Este es el caso que se ha conocido sobre todo por numerosas publicaciones de varios medios y audiencias públicas de los diputados de una comisión investigadora que debe entregar un informe final en este mes de octubre, aunque aún tiene muchos pendientes.

En esta misma comisión se conoció que Paola Mora, entre otros políticos, ha viajado en un helicóptero a nombre de Juan Carlos Bolaños y que ella también recibió un préstamo personal de parte del gerente Barrenechea, de quien ella es superior jerárquica.

Consultada por ambos casos por este semanario, ella los reconoció como ciertos pero declinó explicarlos, con el argumento de que ya ha sido condenada públicamente y que “no conviene dar más material para el show mediático”.

A un lado

Estos casos se aunaron a las consideraciones del bloque de cuatro directivos, quienes decidieron dejar por fuera de su pronunciamiento público a Mora, a pesar de un asomo de unanimidad mostrado la semana anterior cuando salieron sorpresivamente en conjunto a rechazar la petición de renuncia hecha por Solís. Ese fue, sin embargo, un desliz. Ahora quieren marcar distancia con esta figura afín a Mariano Figueres, jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) y mano derecha del presidente Solís.

“Ella (Mora) no está porque estos cuatro directores compartimos de hace varias semanas preocupación con la situación y decidimos hacer un cambio en el gobierno corporativo del banco, en el plano de la dirección y de tomar medidas de peso como fue iniciar investigación interna y suspender a don Mario Barrenechea. Con ella no compartimos esta visión ni valores de cuál debe ser el compromiso y el deber de probidad del banco”, explicó Mónica Segnini.

Quedan así marcados los límites del grupo de los cuatro, los mismos que el 5 de julio -cuando se conoció la renuncia de Mora a la presidencia del BCR por este mismo caso- se unieron para nombrar a Segnini como presidenta. El otro candidato era Gustavo Arias; este obtuvo el respaldo de Ronald Solís y de Paola Mora. Nadie está dispuesto a decir en público que la Presidencia de la República intentara evitar la elección de Segnini impulsando a Arias, quien este martes recibió y leyó diez preguntas de UNIVERSIDAD, pero no las contestó.

Ese martes 5 de julio la elección quedó 4-3. En minoría quedaron Ronald Solís y Gustavo Arias, que ya no están, y Mora, rival de sus cuatro compañeros. Eran los más cercanos a Presidencia. En mayoría, los que abogaron luego por iniciar una auditoría interna y suspender a Barrenechea por tres meses, los que afirmaron este lunes que seguirán aunque, si les dieran a elegir, huirían de ahí. El BCR es zona hostil y alrededor hay un caso que involucra influencias políticas, que repercute en el Poder Judicial y que se cuela con la campaña electoral que se inicia esta semana.

Ese bloque de cuatro lo forman dos figuras provenientes del Partido Acción Ciudadana (PAC), nombradas por el presidente Solís; son Segnini y Francisco Molina, exdiputado. Se suman la exlibertaria y exdiputada Evita Arguedas y el abogado Alberto Raven, sobre quien han caído también cuestionamientos por haber sido exfiscal de la cementera Holcim.

Esta cementera, aparte de formar junto a Cemex el duopolio que supuestamente pretendía romper Bolaños con su empresa Sinocem, vendió una hidroeléctrica a Coopelesca con financiamiento del BCR. Raven, sin embargo, insiste en que él no estaba enterado de ese crédito ni de las condiciones del negocio, pues el puesto de fiscal no lo involucra en decisiones de la compañía y la Junta Directiva del BCR solo ve algunos créditos y cuando ya han sido aprobados.

Esta fue también la versión de los directivos de Holcim, dada el pasado viernes ante la comisión legislativa, que no para de recibir testimonios, explicaciones y críticas. En ocasiones, sin embargo, hay noticias.

Una de ellas provino de boca del piloto de helicóptero Roberto Arguedas, a quien el legislador Ottón Solís pidió llamar para conocer que la aeronave utiliza por el empresario Juan Carlos Bolaños ha tenido a bordo a su amigo Otto Guevara (diputado y candidato presidencial del Movimiento Libertario), al expresidente José María Figueres, al diputado socialcristiano Johnny Leiva (jefe de campaña del candidato Rodolfo Piza) y a la directora Paola Mora.

Al día siguiente llegó Mario Barrenechea a comparecer. Fue un encuentro de casi tres horas convulso y accidentado. El gerente llegó provocador y los legisladores se exasperaron. “Corrupto, mentiroso”, le dijo Ottón Solís enfadado. También el presidente de la comisión, Ronny Monge, se enfrasco varias veces en discusiones abiertas. Poca claridad puede haber cuando los diputados no dan al compareciente suficiente espacio para explicar y este tampoco parece ir dispuesto a ello.

Esta comparecencia, sin embargo, dejó algo que interesó a los diputados. Barrenechea le prestó unos $10.000 de su dinero personal a la directora Mora para que se comprara un carro. El gerente primero dijo que le cobró intereses y luego dijo que no. ¿De qué sirve esto para conocer si hubo o no irregularidades en los créditos a Sinocem o influencias políticas indebidas? No se sabe, pero el establecimiento de relaciones personales es parte de la tarea.

También se sabe ahora que Barrenechea visitó en una ocasión la Presidencia antes de ser nombrado supuestamente con total autonomía por el BCR en 2014, cuando Ronald Solís lo presidía. Visitó al entonces ministro Melvin Jiménez, dijo el gerente; visitó a su amigo Mariano Figueres, dicen las bitácoras de seguridad mostradas por Ronny Monge.

Ya Ronald Solís no está ni de directivo; fue el primero en obedecer al presidente Solís. Ya no habla de su gestión ni repite lo que dijo ante grabadora el mes pasado: que fue Mariano Figueres quien llamó a Barrenechea en 2014 para ser gerente del BCR. La última versión es que no, que Presidencia no metió mano en ello.

Se intentó entrevistar a Barrenechea para esta publicación, pero dijo que prefería esperar porque “muchos desarrollos podría haber esta semana”.

Se van porque se van

El presidente Solís también lo dijo bajo juramento cuando le correspondió comparecer y aseguró haber respetado toda la autonomía del banco estatal. Eso fue hace un mes y el caso del cemento ya ardía, pero nadie habría pensado que las circunstancias lo llevaran a pedir las siete cabezas de la Junta Directiva, buenas o malas, afines o críticas, del PAC o de otros orígenes. Se va Paola Mora y todos. Si no quieren irse, serán destituidas mediante un proceso individual y mientras tanto se les suspende.

El grupo de los cuatro directivos no esperaba que los suspendieran. Sus miembros tampoco estaban claros de que haya un asidero legal para ello.

El artículo 24 de la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional sí dice que se puede revocar el nombramiento con base en información de la Sugef, aunque el informe de esta entidad enviado a Presidencia solo le indica la necesidad de tomar medidas prontas sin mencionar cuáles.

El artículo 25 dice que los directores son inamovibles mientras rija su nombramiento y que solo se les puede cesar por renuncia, abandono de funciones, infracción de reglas o comisión de actos u operaciones fraudulentos o ilegales.

Nada de esto está probado en los directores del BCR, pero el ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro explicó la interpretación en rueda de prensa: “el informe (de Sugef) es una comunicación de una serie de hechos, los cuales a quien le corresponde calificar es al Consejo de Gobierno. (…) Una de las potestades del órgano decisor es también suspender a la persona investigada si se fundamenta adecuadamente que tiene razones para ello y eso es lo que hemos procedido”. Esta historia continuará.


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“Los cinco vamos a ser sometidos aun debido proceso de un órgano del Consejo de Gobierno donde se indagará la verdad real de los hechos, sin shows ni chotas en redes sociales. Los dos nuevos miembros deberían asumir la Presidencia y vicepresidencia del banco porque los demás vamos a un proceso”

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“Ella (Mora) no está porque estos cuatro directores compartimos de hace varias semanas preocupación con la situación y decidimos hacer un cambio en el gobierno corporativo del banco, en el plano de la dirección y de tomar medidas de peso como fue iniciar investigación interna y suspender a don Mario Barrenechea. Con ella (Paola Mora) no compartimos esta visión ni valores de cuál debe ser el compromiso y el deber de probidad del banco”

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