País Gerente general suspendido compareció en la Asamblea Legislativa por poco más de tres horas

Barrenechea se sacude: relaciones de fechas y nombres en el BCR son solo “coincidencias”

La comparecencia fue tan confusa y convulsa como se ha caracterizado el caso del cemento chino.

El gerente general del Banco de Costa Rica (BCR), Mario Barrenechea, se sacudió este viernes de cualquier responsabilidad culposa sobre la gestión de los créditos otorgados al empresario Juan Carlos Bolaños, importador de cemento chino.

Barrenechea, quien está suspendido mientras una auditoría interna del BCR investiga posibles irregularidades en el otorgamiento de $30 millones a Bolaños, rechazó los cuestionamientos sobre todo tipo de relaciones de fechas, nombres y secuencias que le presentaron los diputados que indaga la corrección de tales préstamos y la red de influencias políticas a su alrededor.

“Son coincidencias” contestó Barrenechea cuando los legisladores le mencionaron la cercanía de fechas entre la aprobación de los créditos, la decisión del BCR de financiar la importación de cemento chino y la formación de sociedades vinculadas a este negocio.

También descartó influencia política alguna en el nombramiento suyo en el BCR en el 2014, aunque admitió haberse reunido antes de ello con el entonces ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, por un supuesto interés en reunirse con “los accionistas del banco” (el Consejo de Gobierno, en el caso de los bancos estatales).

Aunque el presidente de la comisión, Ronny Monge, le mostró bitácoras que registran un ingreso a la Casa Presidencial para una reunión con Mariano Figueres, el gerente bancario dijo que no recordaba tal cita con su amigo personal y jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS).

Sostuvo que su nombramiento en el BCR comenzó con llamadas que le hizo el directivo Ronald Solís, entonces presidente de la entidad. Este, sin embargo, había dicho en esta comisión la participación de Mariano Figueres en la designación y a este semanario aseguró que fue el propio jefe de la DIS quien llamó a Barrenechea.

Esta comparecencia se dio como parte del proceso de indagaciones en torno a cuestionamientos sobre el cemento chino, un caso que ha tocado fibras de distintos partidos políticos y que desató una serie de investigaciones en el Poder Judicial. En el BCR esperan una auditoría sobre el caso, mientras el presidente de la República, Luis Guillermo Solís aún espera que los directivos le acepten renunciar, por considerar que sus conflictos han debilitado la gestión y los controles de la institución.

Varios de los directivos del BCR cuestionan el papel de Barrenechea en el otorgamiento de los créditos. Los diputados le reiteraron los cuestionamientos y las críticas. Incluso se enfrascaron en frecuentes discusiones con él, quien llegó con un ánimo sonriente, sin abogado y vestido de manera informal. Interrupciones, respuestas sarcásticas y risas mientras escuchaba las preguntas hicieron enojar a los legisladores.

La primera provocación fue la frase “¿le hago un dibujito?” cuando le intentaba explicar un trámite bancario a Ronny Monge. Después todo fue hostilidad con los diputados de todos los partidos, sin importar si en estos hay políticos cuestionados por este mismo caso. En un momento, Ottón Solís se enfadó y no evitó llamarlo “mentiroso, corrupto”.

Patricia Mora le dijo que le era desagradable interrogar a “un señor tan violento” y dijo que su estilo soberbio era similar al que mostró Juan Carlos Bolaños en su comparecencia hace casi un mes. Además, anunció que cree tener pruebas de que en este caso se han cometido “cohecho impropio, aceptación de dádivas y responsabilidad administrativa en el caso de la directora Paola Mora”. Por eso, dijo, acudirá al Ministerio Público, Procuraduría de la República y la Presidencia, según corresponda.

Uno de los sobresaltos de Barrenechea se dio cuando se le consultó si su hijo, Javier, es socio de Juan Carlos Bolaños. “Es Falso. Es falso. ¿Cómo se lo digo? ¡I’m true! (Le digo verdad, en inglés) ¿Se lo digo en francés?”, le respondió al legislador libertario José Alberto Alfaro. Sí tiene relación comercial, pero no son socios, insistió.

Barrenechea defendió toda la gestión del crédito sobre el cemento chino y dijo que “el tiempo dirá si fue un mal negocio o un buen negocio”, aunque dejó en duda si considera correcto haber incluido en actas formales del BCR la intención de financiar la importación del material.

El gerente, a quien le queda un mes de suspensión en el banco, rechazó cualquier vinculación con el empresario Bolaños y un supuesto plan de hacer que el ex subgerente Guillermo Quesada confesara rompimiento del secreto bancario. Esto habría permitido  demandar al banco y evitarse el pago de los créditos, como temen algunos directivos y diputados.

Este supuesto plan queda sugerido en el audio filtrado de una conversación entre Bolaños y Quesada, con quien Barrenechea admitió tener divergencias. “Este cabrón tiene trabado al banco, no firma documentos y siempre está en contra y debe salir. Debería de entender ya que no lo escogieron como gerente y ese cabrón debe jalar del banco”, habría dicho el 21 de febrero del 2015, según le leyó Patricia Mora. Barrenechea dijo no recordar esas palabras, pero que probablemente sí se refería a Quesada.

La comparecencia fue tan confusa y convulsa como se ha caracterizado el caso del cemento chino. Salieron a relucir detalles como un préstamo personal de unos $10.000 que él le hizo con su propio dinero a la directiva Paola Mora para una supuesta compra de un carro y aseguró incluso que le cobró intereses. Después dijo que no, que no cobró intereses. “Por eso es que no le creemos”, le dijo Ronny Monge.

Epsy Campbell también discutió en distintos momentos y al final le pidió renunciar a la gerencia del BCR, indpenediente del resultado de la auditoría aún en desarrollo. Ante esto, él prefirió no contestar. De momento, sigue siendo el gerente Barrenechea, aunque esté suspendido.

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