“Tengo las manos bien adentro de la masa”, escribe Sebastián Méndez, coreógrafo y bailarín del Colectivo Priekopník Veverička, al referirse al montaje realizado con los estudiantes de cuarto año de la Escuela de Danza de la Universidad Nacional.
Méndez mete las manos en la masa comprometido con su arte, el cual desea que salga del estado de incomunicación y distanciamiento con el público costarricense y mundial.
Esta preocupación se transforma sanamente en una ocupación, pues Méndez procura dirimir el problema en el proceso de la puesta en escena de Man@s en la masa, al plantear retos e inquietudes, y un cuerpo básico de herramientas para afrontar los desafíos de la danza contemporánea.
Al final de los dos meses del camino pedagógico y creativo, el resultado es la coreografía, que junto a 1000 Kms, de Nandayure Harley, se presenta en la corta temporada 2017 de UNA Danza Joven.
Las dos obras que entran en diálogo dancístico se podrán apreciar en el Teatro Popular Melico Salazar el martes 26 y miércoles 27 de setiembre, en funciones a las 8 p.m.
Conquista
La propuesta coreográfica de Nandayure Harley es una versión del montaje realizado en el 2007 para participar en el Festival de Coreógrafos de ese año, y que fuera seleccionada entre las cinco mejores.
Para esta temporada de UNA Danza Joven, los coordinadores de la agrupación, Rodolfo Seas y Fito Guevara invitaron a Harley para remontar la obra con la intención de rescatar las coreografías creadas por los académicos de la escuela.
“La temática de 1000 Kms es la capacidad innata del ser humano de conquistar nuevos territorios, que siempre está interesado en investigar, explorar y colonizarlos”, detalló Harley.
La obra despliega un elemento plástico tan protagonista como los bailarines- intérpretes-creativos.
Se trata de unas bandas elásticas gruesas instaladas horizontalmente en el escenario, las cuales, manipuladas por los 18 integrantes, están presentes a lo largo de la obra.
Harley precisa que son de color blanco, de modo que reflejan cualquier tipo de luz. “Entonces las podemos convertir en río, en mar, en fuego, en varios elementos, y al final explotan como representando la libertad, porque siempre el ser humano anda en busca de la libertad”.
En 1000 Kms el personaje protagónico es la sacerdotisa, símbolo de la esperanza de ser humano de mejores tiempos. Además, algunas escenas están inspiradas en la Virgen de los Ángeles, ya que “la parte espiritual está presente: yo me inspiré en la Romería donde la gente va a rendirle tributo y exvotos a alguna imagen o ídolo religioso que es importante en la vida de las personas”.
Asimismo, la coreografía pasa por varias facetas que representan el amor de las colectividades, la laboriosidad y la celebración en torno de la siembra y la cosecha, de la fiesta que siempre se ha representado en los pueblos a lo largo de la historia de la humanidad”, explicó Harley.
La maestra y creadora ha desarrollado “una íntima relación por todas las esquinas”, -como lo describe Harley-, con UNA Danza Joven, por funda la agrupación, dirigir la compañía de Cámara y ser docente de la Escuela. “Tengo mis raíces ahí”, dijo.
Sobre el objetivo pedagógico del remontaje, Harley se mostró satisfecha, pues, “como son estudiantes que están haciendo trabajos de composición en los cursos de interpretación y de composición coreográfica, hacemos análisis de la obra y eso les sirve a ellos como insumos para sus propios trabajos”.
Harley destacó que el trabajo didáctico permite el diálogo en torno a los procesos creativos, y a la construcción del lenguaje abstracto y no literal de la danza.
Finalmente, destacó que el objetivo de esta temporada es enriquecer el repertorio de UNA Danza Joven mediante las dos propuestas coreográficas. “Sebastián es un coreógrafo joven que viene con nuevas tendencias, con nuevos conceptos creativos y va a ser muy interesante ver la concepción creativa de ambos, a la vez la capacidad de los intérpretes de resolver montajes tan distintos porque son muy versátiles”.
