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Trump atiza el fuego político en la Casa Blanca

Salidas y desmanes del Presidente estadounidense y de algunos de sus subalternos elevan la tensión en su administración.

La proclama en Twitter de que prohibirá la participación de personas transgénero en la milicia, un discurso acongojantemente político ante la reunión nacional de Boy Scouts y las acusaciones entre subalternos por filtración de información a la prensa han elevado en los últimos días la tensión del ya turbio caldero que es la Casa Blanca de Donald Trump.

Todo ello en medio de los continuos fracasos en la arena legislativa por lograr una votación que elimine el plan de seguridad social implementado durante la administración Obama, debidos principalmente a que el plan de reemplazo propuesto dejaría a millones de personas sin cobertura.

EMBARAZO PARA LOS SCOUTS

A inicios de la semana, Trump acudió a la reunión anual de los Boy Scouts -o niños exploradores- en la que ofreció un discurso que, según la tradición, debe estar exento de referencias políticas.

Trump sin embargo habló de los “medios mentirosos”, de lo que entiende como falta de lealtad en Washington y ademas insistió en hablar de su triunfo electoral contra Hillary Clinton, el cual calificó como “un tributo increíble a ustedes y a los otros millones y millones de personas que salieron y votaron para volver a hacer grande a Estados Unidos”, según reportaron CNN y otros medios internacionales.

Sus palabras y actitud provocaron que este jueves Michael Surbaugh, jefe ejecutivo de los Boy Scouts, emitiera una comunicado a través del sitio web oficial de la organización, en el que ofreció “mis sinceras disculpas para quienes en nuestra familia Scout fueron ofendidos por la retórica política que fue insertada en nuestra reunión. Esto nunca fue nuestra intención”.

Surbaugh añadió que la invitación al “presidente de turno” a que acuda a la reunión anual es una tradición que data de 1937 y que “no es de ninguna manera un apoyo a ninguna persona, partido o políticas”.

Desde la Casa Blanca, la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders defendió el discurso del Presidente, indicó que estuvo presente en el evento y que “no vi más que 40 o 45 mil boy scouts aplaudiendo al Presidente a lo largo de su intervención”, de acuerdo con el medio The Hill.

DISGUSTO MILITAR

Este pasado miércoles Trump expresó a traves de Twitter que “luego de consultar con mis generales y expertos militares, por favor tomen nota de que el gobierno de Estados Unidos no aceptará ni permitirá que individuos transgénero sirvan de ninguna manera en la milicia de Estados Unidos”.

Añadió que las fuerzas armadas deben “enfocarse en la victoria decisiva y abrumadora y no pueden ser sobrecargadas con los tremendos costos médicos ni la alteración que transgénero en la milicia significaría. Gracias”.

La política de aceptar personas transgénero en las fuerzas armadas fue establecida durante la administración Obama hace alrededor de un año.

No sólo muchos medios de comunicación salieron al paso de la aseveración sobre esos costos, sino que el propio Estado Mayor de las fuerzas armadas estadounidenses se reservó su apoyo a tal propuesta.

Según reportó The Guardian, el ejecutivo del Estado Mayor Joseph Dunford, envió un memorando a toda la jerarquía militar en el que sentenció que no habrá ningún cambio en la política sobre personas transgénero en tanto Trump no envié una orden especifica a James Mattis, secretario de Defensa, quien a su vez deberá emitir una “guía de implementación”.

“Mientras tanto, continuaremos tratando a todo nuestro personal con respeto”, añadió el documento.

INTRIGAS EN EL PALACIO

Desde la semana pasada Trump ha aireado públicamente su frustración con el fiscal general que él mismo nombró, Jeff Sessions, desde que éste anunció su decisión de recusarse de la investigación que se le sigue a la campaña del entonces candidato republicano y sus lazos con el gobierno ruso.

En medio de esa tensión, entra en juego el nuevo director de comunicación de la Casa Banca, Anthony Scaramucci.

La designación de Scaramucci provocó la renuncia del hasta entonces secretario de prensa Sean Spicer; pero ahora el nuevo funcionario ha apuntado toda su artillería contra el jefe de despacho de Trump, Reince Priebus.

De manera muy notoria, Scaramucci ha anunciado su intención de acabar con las constantes filtraciones sobre el funcionamiento de la Casa Blanca. El miércoles -también por medio de Twitter- Scaramucci acusó a Priebus de filtrar su información financiera a la prensa, información que ya era pública.

Este jueves, Scaramucci llamó a la cadena CNN y reforzó la noción de que acusa al jefe de despacho de filtrar información a la prensa.

El periodista de The New Yorker Ryan Lizza, publicó hoy un artículo en el que reveló que Scaramucci le llamó para presionarlo a que revelara la fuente de una información publicada la noche anterior por Twitter, en la que reveló que el propio Scaramucci, Trump, su esposa Melania, el periodista de la cadena Fox Sean Hannity y un exdirectivo de esa cadena habían cenado juntos.

Entre otras cosas, Lizza relata que Scaramucci le dijo “lo que voy a hacer es que voy a eliminar a todos en el equipo de comunicación”.

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