Opinión

Docentes interinas(os), quienes enfrentan la situación laboral más precaria

Se ha estado construyendo en la Universidad un grupo que está organizando ideas en defensa de los derechos laborales de las personas

Se ha estado construyendo en la Universidad un grupo que está organizando ideas en defensa de los derechos laborales de las personas docentes interinas y que hoy les aplaudo su esfuerzo y valentía con estas notas al “Comité de Personas Interinas UCR”.

En el transcurso de los años que he estado en la asesoría legal del Sindeu, como usted lector(a), he visto la historia de personas docentes que por diferentes necesidades se han dado al sacrificio de sus derechos laborales, para someterse a un sistema laboral que dentro de la democracia universitaria y abuso de la figura de la autonomía, nació enfermo y no se ha querido buscar la cura.

Parece ser que las personas docentes interinas nacen a la vida laboral universitaria con una simple y longeva expectativa que al final del proceso viene a ser contraria a derecho, y que estos docentes han aprendido a asimilarla como una más de las desesperanzas aprendidas con las que se vive.

Es muy lacerante ver docentes que cumplen los requisitos de ingreso a régimen académico, quizás a punto de jubilarse, y que tienen más de treinta años de servicio constante como docente interina(o), y siguen esperando que en alguna de esas oportunidades de concurso, se les escoja y así poder tener mejor salario, ir a comprar una computadora a crédito sin que les rechacen la solicitud y participar en aquello que siempre habían querido, la ciudadanía universitaria con las facultades para participar de lo que escuchaba: Democracia Universitaria. Como canta Rosario Flores: “Qué Bonito cuando te veo ahí”. En este país, entonces, se deciden los derechos laborales en la delicia o amargura de un proceso electoral que en muchos casos prefiere conveniencia a idoneidad.

En el país vecino, Costa Rica, los contratos de trabajo son diferentes a la República Universitaria, se presumen a plazo indefinido y serán únicamente “por tiempo determinado” los que se establezcan de esa manera para suplir una necesidad temporal o transitoria, así lo indica el artículo 26 del Código de Trabajo.

El plazo máximo de los contratos por tiempo determinado es de un año, con  excepción de aquellos en los que se exija la preparación técnica del trabajador en los cuales podrá convenirse en un  plazo de contratación de hasta cinco años. Si una vez cumplido el plazo subsisten las razones por las cuales se dio la contratación, el plazo del contrato podrá ser ampliado; sin embargo, esta nueva contratación solo podrá ser por tiempo determinado cuando el servicio prestado siga siendo de naturaleza extraordinaria. Esto lo regula el artículo 27 del Código de Trabajo.

Es necesario aclarar sobre lo dicho. En una institución educativa la docencia nunca pude ser una necesidad transitoria, sino todo lo contrario, pues es una actividad de primer orden y permanente.

En la Universidad ocurren muchas cosas. Como tener plazas docentes archivadas y que no se sacan a concurso, pese a que tienen frío por estar esperando años en las gavetas, ansiosas de ser ocupadas por alguien que las necesita. Otras son las que salen de las oscuras gavetas al concurso, y que podrán ser asignadas por diferentes razones, normalmente políticas, en donde darlas será un acto ejemplarizante de prolongación del sistema universitario democrático, que “no privilegia el clientelismo o favores políticos”, se supone.

El Sindeu ha propuesto seis artículos en el texto sustitutivo de la Convención Colectiva de Trabajo, que benefician al personal docente interino en temas de salarios, estabilidad laboral y participación democrática; junto con el esfuerzo que hace el “Comité de Personas Interinas UCR”, es trabajar frente a la enfermedad con una posibilidad para la cura, es trabajar el tan mencionado Modelo de Universidad.

Como está la cosa con la defensa de derechos en la U, es seguro que esto no terminará como A. Machado: “Después soné que soñaba”, sino y todas(os) cantaremos la canción de Rosario.

 

 

 

 

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