Opinión

Lo que nos aporta la buena compañía

Disfrutamos divertirnos, por ello nos es necesario.

Disfrutamos divertirnos, por ello nos es necesario. Habrá algunos que en la exaltación de la individualidad sueñen con darse lo que necesitan, que son su mejor compañía. Su idílica soledad es solo refugio de sus silencios y miserias. Su figurada diversión contiene sus perversiones. Mala diversión por tanto, pues desemboca, con los años, en amargura. Necesitamos de otros para divertirnos en comunidad con nosotros mismos. Requerimos de buena compañía para vivenciar una buena diversión. Encerrados en nosotros mismos somos muy mala compañía.

El reconocimiento de la buena compañía es ante todo una reacción emocional proveniente de la experiencia de nuestro cuerpo. Es solo a partir de la situación de la corporalidad que reconocemos lo que los próximos nos brindan y posibilitan: la oportunidad de complacernos con nuestra existencia como si estuviésemos viviendo nuestra situación preferida, la que alegra y conforta en cualquier espacio y condición. La risa amable, la tranquilidad, el roce tibio de su piel son parte de lo que nos aporta la presencia de la buena compañía y del modo en que la vivenciamos es la buena compañía que necesito para un vivir confortable.

Siendo así la aproximación de tal importancia que la buscamos, en ocasiones, sin percatarnos inclusive de que debemos ser selectivos tanto con quien nos vinculamos, como de donde estamos. Nuestras vinculaciones con los otros buscan trascender la distancia con intimidad, pero son en ocasiones tan complejas que no solo hemos de considerar personas, sino también lugares y momentos. En ese escenario con múltiples detalles, la osadía de intentar vincularnos abre, o se cierra, la oportunidad de vivenciar alegrías, tanto como puede propiciar el separamos de quienes amamos. Todo lo que experimentamos a lo largo de nuestro acontecer diario tiene esa ambivalencia.

Ese otro a quien me aproximo, o bien se me aproxima, es una persona que justo antes de ese arrebato era solo un demás, pero que ahora, destacado de la muchedumbre, por su belleza, su recurrencia, o heroísmo, es alguien en lo que me es diario. Para mí es ahora reconocible, aun sin saber de él más que su rostro. El otro siempre es alguien que reconozco, intime con él o no, su ausencia se nota en algún momento, pues en su proximidad es parte ya de lo cotidiano, como, presupongo, lo soy del suyo. Un vínculo que en realidad no lo es, pero que posibilita, por voluntad, o por casualidad, que nos aproximemos más íntimamente… o talvez no.

Lo cierto del acaso es que en nuestro mundo, justo más allá de aquellos que constituyen a mi lado el nosotros, están los otros. Más allá de ellos están los demás. Mientras unos me son íntimos, los otros solo próximos, y los demás me son indiferentes, tanto como lo soy yo para ellos si, por simple casualidad, nos percatamos de nuestra presencia. No me despiertan interés, transitan sin reconocimiento por mi tiempo y espacio diario. Su existencia no me concierne, me son solo imagen. Son, por ello, refugio de mis perversiones. Ante los anónimos sin importancia, mis vicios pueden aflorar sin romper vínculos, o provocar alusiones que me importen. Sus juicios carecen de peso, son solo tránsfugas casuales, accesorios de mi realidad.

Esa realidad, mi mundo, es escenario de mis representaciones. Soy corporalización de significados de ser y pensar. Verdades asentadas solo en los criterios de la época. Mis vínculos se medían por esos supuestos de conducta educada que reglamentan nuestra aproximación con el fin de que nos sea agradable. Hay a quienes me acostumbro a ver, sin conocerlos, hay con quienes me vinculo, y hay con quienes intimo, con ellos con los que conformo mi mundo, mi nosotros. Que ese perdure o no, no importa, pues lo significativo es que sea confortable. Por medio de su presencia su mundo roza el mío. Y esto puede ser breve, cierto, pero imprescindible para la vida, pues através de ello se intima y se constituye la buena compañía. Esa que solo los que conmigo son nosotros me pueden brindar.

 

 

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