Mundo Analista y periodista estadounidense

“No veo mucho futuro para Trump”

Alan Schroeder, conocido académico y especialista en debates, coincide en que es posible una fractura del Partido Republicano luego de la campaña de Donald Trump

El periodista y profesor universitario Alan Schroeder afirmó en entrevista con UNIVERSIDAD que los debates televisados aún tienen un impacto significativo en términos de ganar el voto indeciso.

Schroeder vino al país para participar en el foro “Comprendiendo la Elección Presidencial de Estados Unidos del 2016, organizado el 18 de octubre por el Instituto de Formación y Estudios en Democracia (IFED) del Tribunal Supremo de elecciones (TSE), además de la Escuela de Ciencias Políticas y el Centro de Investigación y Estudios Políticos de la UCR y la Embajada de Estados Unidos.

La entrevista ser realizó un día antes del tercero0 y último debate presidencial y posteriormente por correo electrónico se le solicitó su impresión al respecto.

En el contexto del siglo XXI, Internet y las redes sociales se suman a todo el despliegue mediático de la televisión y demás. ¿Hasta qué punto hay una saturación con las personalidades de los candidatos que puede ser negativa para ambos? ¿Qué peso real pueden tener los debates?

-Un debate es oportunidad para comparar candidatos y lo que aprendemos es un poco sobre su personalidad, específicamente bajo una gran presión.

Hemos visto en el caso de Donald Trump que ha tenido problemas y según las encuestas ha perdido los dos primeros debates. Para Hillary Clinton no es su ambiente natural, pero creo que como política más tradicional entiende más la meta de un debate.

¿En qué consistió su exposición ante el Parlamento del Reino Unido sobre el tema?

-El Reino Unido hacía tiempo no tenía debates, estaban explorando las posibilidades y hablé para darles una idea de los formatos que han existido en todo el mundo.

Los debates británicos son muy buenos, normalmente las preguntas son hechas por los mismos votantes y es un muy alto nivel de conversación.  En realidad son mejores que los nuestros.

Al fin y al cabo sirven para tratar de pescar votos entre los indecisos.

-Sí, creo que los debates tienen mucha importancia para los indecisos, porque es su oportunidad para tener la información que faltaba para hacer un voto inteligente. Pero la realidad es que no hay muchos indecisos en Estados Unidos hoy en día, nada más un 15%, me parece.

¿Qué análisis hace de los dos primeros debates presidenciales en su país?

-Cada situación y personalidad es distinta. La idea para Trump es aumentar su apoyo, atraer a nuevos votantes, pero en los debates no ha podido lograr eso y por ello es un fracaso, entonces tengo que buscar dependiendo de la situación, cuál es el objetivo de cada uno de los candidatos en cada uno de los debates.

Estoy de acuerdo con las encuestas que declararon a Hillary Clinton como ganadora de los dos primeros debates. Creo que Trump no se había preparado de ninguna manera y llegó a la escena del debate sin tener una estrategia ni un plan. Al contrario, Clinton es una persona muy bien preparada con una estrategia específica, tuvo éxito especialmente en el primer debate por eso, porque ella entiende la importancia de la preparación y de tener un plan contra su oponente.

Los súper comités de acción política (Super PAC’s, por su acrónimo en inglés) pueden aportar dinero sin límites en la campaña electoral estadounidense. ¿Considera que tienen un efecto en detrimento de la democracia? ¿Deberían ser abolidos?

-Lo ideal sería una campaña que no dependiera tanto del dinero, pero la realidad es que la Corte Suprema ha dicho que cualquier persona u organización tiene el derecho de dar la máxima cantidad de dinero que quieran, por eso es un sistema que en el futuro podremos cambiar, pero desafortunadamente ahora vivimos con esa realidad.

Pareciera que entre el sistema del colegio electoral y los Super PAC’s ha retrocedido mucho la calidad de la democracia estadounidense.

-Sí, puede ser, pero la cosa es que la presencia de mucha plata en las elecciones no cambia quiénes son los candidatos. Es verdad que la plata puede comprar mucha publicidad pero no puede ganar una elección porque la gente todavía decide, a pesar de las publicidades y de las contribuciones de dinero por parte de los ricos. Soy optimista en que la inteligencia de los votantes va a dominar.

Una de las particularidades de este proceso electoral en Estados Unidos es que tanto Clinton como Trump son bastante impopulares. Trump, sin embargo, parece pasar límites que no se creían posibles, como decir que las elecciones están arregladas. ¿Qué tan perjudicial es la actitud de Donald Trump de decir desde ahora que va a haber fraude?

-No hay duda que esta elección ha tenido impacto por el señor Trump.  Lo que dice de la fraudulencia simplemente no es verdad. Un estudio hecho por un académico reveló que hubo solamente 31 casos de fraudulencia por parte de votantes dentro de mil millones de votos, es casi nada. Por eso no tengo mucha preocupación, es muy difícil de lograr.

Hace unos diez años se hablaba de la web 2.0 y se dio el auge de los blogs, todo eso se asumió con mucho optimismo como un gran momento de democratización y ruptura de cercos mediáticos. Años después vemos que ha servido para todo lo contrario, hay casos como el de la llamada alt-right (o derecha alternativa) que se encuentra y cobra fuerza en sitios como Breitbart.  ¿Cómo valora ese factor ambivalente de Internet y cuánto más perjudicial puede ser en el futuro, pensando no en Donald Trump en el 2016, sino en el 2020?

-Me parece que el tono es muy violento, no hay duda, pero es un sector de la población muy pequeño. La mayoría de la gente todavía tiene un punto de vista más positivo que el alt-right y Breitbart, pero no hay ninguna duda de que existe esa actitud.

No creo que Donald Trump vaya a meterse como candidato en el futuro, esta es la única oportunidad que va a tener y después de la elección si pierde es muy posible que empiece una empresa de medios para promover su marca, pero como político no veo mucho futuro para él.

¿Es posible que esos sectores logren crecer? El mismo presidente Obama dijo ver una línea directa de Sarah Palin a Trump. ¿Hasta qué punto el ascenso de estos personajes se debe a que una parte del electorado tiene un nivel de educación política muy bajo?

-Siempre hay un sector del electorado al que falta educación o que tiene una reacción muy emocional, no del cerebro. El caso de Sarah Palin es  interesante, ella fue una gran estrella hace años pero ahora nadie le discute. Me imagino que algo parecido va a pasar con Donald Trump, es un tipo muy raro.

Steve Schmidt (exdirector de campaña de John McCain) ha dicho que el Partido Republicano se va a fracturar, que los sectores más radicales lo abandonarán. ¿Coincide con esa lectura?

-Puede ser, pero mucho depende del resultado de la elección. Si hay una pérdida grande por parte de Trump, él no va a tener mucho poder en el futuro dentro del Partido Republicano.

Pero sí es verdad que hay dos  versiones del Partido Republicano, una que es más radical y la otra más tradicionalmente conservadora. Va a ser interesante ver qué pasa, pero es un partido con más de cien años de existencia y por eso creo que va a sobrevivir, puede ser que no sea el mismo partido que hemos conocido antes, pero va a existir en alguna forma.

¿Considera que la negativa de Trump a comprometerse a reconocer el resultado electoral significó su derrota en el tercer debate y, eventualmente, en las elecciones?

-A mí me parece que la amenaza de Trump de no reconocer los resultados de la elección fue un gran error. Su reto en los debates, y durante toda la campaña, ha sido aumentar su apoyo, y su comentario sobre los resultados no ha hecho eso. Para mí, ese comentario fue el momento exacto en que Trump perdió el debate. Y puede ser que vaya a tener un efecto negativo sobre las elecciones en general, aunque también hay muchas otras razones de los votantes para rechazarlo.

 

 

 

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