País Según WhatsApp enviado desde teléfono de Ministro de Comunicación

Objetivo logrado: tensar relación con Brasil

La protesta en Naciones Unidas buscó, intencionalmente, endurecer el nexo bilateral, según el mensaje recibido por diputados oficialistas.

El deterioro de la relación entre ambos gobiernos, aceptado así por el embajador brasileño Fernando Jacques De Magalhães Pimenta, fue más que una consecuencia.

Según ese mensaje de WhatsApp dirigido a los diputados oficialistas, crear tensión era un objetivo calculado y buscado, por la delegación tica al retirarse del salón de discursos apenas se anunció el ingreso del mandatario Michel Temer, en la jornada inaugural de la Asamblea General de la ONU.

El acto fue “un momento de tensión INTENCIONAL”, según un mensaje enviado desde el celular del ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, a los diputados del Partido Acción Ciudadana (PAC).

Este es parte del mensaje enviado desde el teléfono del ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, como parte de la coordi- nación con los diputados del Partido Acción Ciudadana.
Este es parte del mensaje enviado desde el teléfono del ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, como parte de la coordinación con los diputados del Partido Acción Ciudadana.

Este mensaje, contenido en un grupo de WhatsApp llamado “Coordinación Gobierno”, se envió el 22 de setiembre y en el encabezado se indica “esta es la línea que siguió el presidente respecto del affair Brasil y es la línea recomendada para seguir en caso de consultas de la prensa o cualquier declaración”.

Consultado acerca de este mensaje al finalizar la sesión de Consejo de Gobierno, Herrera dijo que no recuerda haber redactado esas líneas, a pesar de que el chat muestra en el encabezado su nombre y su número telefónico como emisor del mensaje al grupo.

En la bancada oficialista, los diputados Marcela Guerrero y Ottón Solís confirman haberlo recibido y otros dos legisladores también lo aceptan, pero prefirieron no hacerlo de manera pública.

“Sí, ahí están los elementos, aunque se trata de una comunicación privada”, apuntó Guerrero cuando se le consultó.

Ottón Solís dijo haberse interesado por el tema y haber leído el mensaje de Herrera: “Me pareció un poco absurdo explicar la protesta así. Eso no puede ser un fin. Nunca había visto eso en la diplomacia. Eso revela la impericia del ministro González en manejar la política exterior de este país”.

Otras dos legisladoras rojiamarillas dijeron no haber visto el mensaje y otra prefirió no referirse al tema. Otros miembros de la fracción no contestaron las llamadas en la tarde del martes anterior.

La intención de tensar la relación bilateral fue mencionada en dos partes del mensaje. La primera, en el cuarto punto referido a la forma del “affaire Brasil”.

“No representa ningún ‘rompimiento’ de relaciones ni amerita más que un momento de tensión INTENCIONAL (una llamada de atención) ante hechos que consideramos preocupantes”, se lee en el texto. Las mayúsculas y los paréntesis se respetan del original.

La manifiesta intención de tensar la relación bilateral se mencionó de nuevo en el cuarto punto, debajo de un subtitulo llamado “Por el fondo”, que dice así:

“¿Fue entonces un acto POLÍTICO? Sí, claro, justificado y apegado a los ‘usos’ de NNUU. ¿Cambia fundamentalmente la naturaleza o el carácter de las relaciones entre CR y Brasil? No y no tiene por qué cambiarlas. Sí las tensa un poco y ese era el propósito que perseguíamos”.

Herrera sí admitió haber recomendado maneras de explicar el caso, como parte de sus labores como ministro de Comunicación, pero no precisó si escribió el mensaje de WhatsApp que recibieron los legisladores.

El contenido de ese mensaje coincide con las líneas que siguió el canciller Manuel González en la comparecencia de casi tres horas el jueves 29 ante los diputados.

Allí, pese a las explicaciones, las distintas fracciones opositoras quedaron con más dudas que certezas sobre las condiciones y motivaciones de esa protesta. El Canciller no dijo en ningún momento que el objetivo fuera tensar la relación bilateral, como se expresa en el mensaje emitido desde el celular de Herrera.

Si así fuera, el objetivo se logró. Desde el mismo martes 20 Brasilia llamó a pedir explicaciones al embajador tico Jairo Valverde. Incluso después de la visita de González a la Asamblea Legislativa, el embajador brasileño en Costa Rica, lamentaba lo ocurrido.

“Fue un episodio que causó sorpresa y desagrado. Las relaciones no están como estaban antes”, señaló el representante de Brasilia, a contrapelo de las “relaciones bilaterales normales” que el Canciller tico asegura existen en este momento.

Comparecencia caliente
La visita del ministro González a los diputados levantó varios grados de temperatura en el ambiente. El Canciller argumentó que la protesta contra Temer coincidió con otros países, sí, pero por casualidad y no porque así se halla coordinado con los gobiernos de Nicaragua, Cuba, Bolivia, Venezuela y Ecuador.

También subrayó que retirarse antes de un discurso no es inusual como método de reproche en Naciones Unidas y que, además, ahí quedó presente el embajador ante ese organismo, Juan Carlos Mendoza, “el funcionario de más alto rango de nuestra misión en Nueva York”.

González también evitó precisar si el acto fue idea del presidente Solís, aunque pidió a los periodistas remitirse a él para detallar las motivaciones.

Sobre el fondo, González recalcó que la protesta no ataca directamente el impeachment, el procedimiento controvertido mediante el cual quitaron del poder a Dilma Rousseff, pues este fue “impecable en lo procedimental” y ahora Costa Rica no está obligada a calificarlo en lo político.

La preocupación tica, añadió, se dirige a actos posteriores a que Temer asumiera la presidencia de Brasil, aunque González evitó mencionarlos ante los diputados por un supuesto riesgo de dañar la relación con Brasil.

Por eso González pidió escuchar lo que había dicho Solís a dos cadenas internacionales, palabras que el mandatario también repetiría después sin temor aparente a deteriorar más la relación con Brasil.

Son tres puntos: falta de transparencia, represión policial abusiva de las protestas en las calles y posibilidad de una amnistía que deje impune posibles actos de corrupción en estratos políticos y empresariales.

Estos tres motivos habrían bastado para que Solís, su canciller y otros miembros de la delegación se reunieran dos días antes de la sesión inaugural de la Asamblea General y decidieran protestar ese martes de manera sorpresiva, pues en ningún momento previo se conoció algún reproche o llamado de atención a actos promovidos o permitidos por el nuevo gobierno de Temer.

Además de lo intempestivo del acto, los diputados de oposición criticaron al Canciller y al Presidente por lo que cree es una falta de coherencia, pues otros gobiernos de la región alojan amenazas a la democracia y no fueron objeto de la protesta de Costa Rica realizada en el máximo escenario diplomático.

El Gobierno tampoco quedó bien con la bancada de Frente Amplio, convencida de que el procedimiento contra Dilma Rousseff se trató de un golpe de Estado.

Para el legislador frenteamplista Francisco Camacho a la representación tica más bien le faltó contundencia y debió condenar el impeachment.

Para varios de los legisladores, González cumple solamente el papel de defender al mandatario y por eso hubo incluso reconocimientos, quizás irónicos, a la lealtad que hacia Solís ha mostrado el ministro mejor calificado en las encuestas en este gobierno, cuya presencia además ha servido hasta ahora para atenuar o relativizar las críticas de sectores que no simpatizan con la administración Solís o con el PAC.

 

 

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