Cultura Exhibición de Cecilia Paredes

Celebrar la migración como un vuelo de libertad

La propuesta más reciente de la artista visual peruana Cecilia Paredes se exhibe en los Museos del Banco Central bajo el título “El Perpetuo Errante”.

Aun cuando la artista visual Cecilia Paredes (Perú, 1950) es consciente de que su condición de género ha definido su ser y estar, la exhibición “El Perpetuo Errante” interpela sobre la migración y la libertad a todos los seres humanos, sin distinciones. Así lo afirma María José Monge, curadora de la muestra abierta hasta marzo del 2017 en los Museos del Banco Central, ubicados en los bajos de la Plaza de la Cultura en San José centro.

Una de las principales inquietudes que le surgió a Monge en su proceso curatorial fue las razones de proponer un título en masculino, “si desde mi perspectiva todo el trabajo de ella tenía un elemento transversal que pasaba por la feminidad; en algún momento se lo consulté, y me sorprendí”.

En el foto-performance “Silk”, Cecilia Paredes expresa el estado de asimilación de la textura de su entorno en su cuerpo
En el foto-performance “Silk”, Cecilia Paredes expresa el estado de asimilación de la textura de su entorno en su cuerpo

La respuesta de Paredes trasciende las categorías sexistas. “No es que no tuviera consciencia de género acerca de su percepción de las cosas como sujeto, pero por sobre eso, a ella le interesaba un discurso acerca de los seres humanos, sin importar si se estaba hablando de hombres o mujeres”, puntualizó Monge.

Por ejemplo, la obra “El vuelo”, que consta de vestidos de niña cubiertos de plumas, le hablaba a Monge de lo femenino; sin embargo, de acuerdo con Paredes hace alusión a no cortarle las alas a la niñez para que tenga la posibilidad de volar.

“Para Cecilia no es un elemento relevante (que sea un vestido de niña), no es algo en lo que esté pensando, porque de lo que se trata es de que no te corten las alas desde chiquito. Pero eso no significa que no tenga presente que hay inequidad en este mundo”, añade Monge.

El origen de esta instalación se basa en un episodio peruano acaecido en la época de la colonización española cuando se impuso la cosmovisión cristiana, y los indígenas empiezan a ataviar la figura del niño Jesús con plumitas y varios objetos asociados con las aristocracias precolombinas, como un gesto para honrar esa deidad.

“Los monjes inmediatamente identifican una amenaza y prohíben la pluma. A partir de ahí para ella (Cecilia) la pluma es un elemento empoderador y de resistencia porque pese a la prohibición se continua utilizando de forma clandestina”.

Migración y mimesis
Cecilia Paredes salió de Perú en los años ochenta y radicó en Costa Rica durante 24 años. Luego partió para desplazarse por varios países hasta que se detuvo en Filadelfia, Estados Unidos, su actual residencia.

La artista ha vivido en un constante peregrinaje, pero hoy vive esta errancia sin conflicto ni tensiones. De acuerdo con Monge, la exposición es un acto celebratorio de esas experiencias.

“No hay tensión o conflicto con la migración, pero hay una gran consciencia de lo que es la migración forzada y como vulnera a muchísimas personas en el mundo; por otro lado hay una celebración de la riqueza que es la vida”, dice Monge.

En nuestro país, Paredes protagonizó un trabajo relevante al desarrollar obras objetuales e instalaciones, con el empleo de recursos naturales como materia prima y con el uso del propio cuerpo como referente y medio expresivo.

Fiel a estos precedentes, la muestra reúne 14 obras, entre foto-performances e instalaciones, que fueron producidas entre los años 2008 y 2016.
“Son obras cuyo gran móvil sigue siendo su cuerpo en relación con el entorno, con elementos del reino animal o vegetal, con formato bidimensional que sería la fotografía y además relacionado con la migración”, detalla Monge.
Paredes toma distancia de la aproximación política o social del fenómeno migratorio y hace un planteamiento intimista y autobiográfico, como resultado de la asimilación de esta trashumancia a lo largo de los años.
Al entrar en contacto y dialogar con la artista, Monge concluye que la experiencia migratoria no está “viva” sino que ahora el desarraigo y el anhelo se transforman en la necesidad de adaptación que le permite la madurez.
Monge opina que el periplo ha sido trasmutado en una experiencia enriquecedora que le otorga plena consciencia de ser parte de muchos lugares que se suman dentro de ella. Entonces es momento de celebrar.

La idea del vuelo asociado con la libertad, de adaptarse o mimetizarse al entorno, que el camuflaje no sea total y la posibilidad de tomar decisiones prevalecen en su visión de vida. Monge considera que Cecilia se integra, pero sigue siendo ella.



El vuelo de Cecilia Paredes

Cecilia Paredes Polack (Perú, 1950) estudió Artes Plásticas en la Universidad Católica de Artes de Lima, en el Cambridge Arts and Crafts School de Inglaterra y en la Scuola del Nudo de Roma, Italia. Expone con regularidad en diversos países y su obra forma parte de importantes colecciones privadas e institucionales. Ha recibido diversos premios y distinciones, entre ellos: Premio a la Excelencia de la Bienal de Fotografía de Pingyao (China, 2014), una pasantía en el Taller de Impresión Guanlan, (Shenzhen, China, 2010), el Premio a la Mejor Artista Extranjera de Santiago de Chile (2009), el Premio “Studio of 40th Street Award” de Filadelfia, USA (2009), Primera Mención de Honor en la III Bienal Centroamericana de Artes Visuales (Managua, Nicaragua, 2002), residencia DISCOVERY en el Banff Centro para las Artes (Canadá), Residencia Bellagio por la Fundación Rockefeller (Bellagio, Italia, 1998), y el Premio Nacional de Grabado (Lima, Perú, 1998).



Errancias

Qué: Exhibición “El Perpetuo Errante”.
Cuándo: hasta marzo del 2017.
Dónde: Museos del Banco Central, bajos de la Plaza de la Cultura.
Curaduría: María José Monge.
Más información: www.museosdelbancocentral.org



 

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