País Clínica de la Adolescencia

Población adolescente tiene pésima información sobre sexualidad

Investigador de Clínica del Adolescente señala que información de jóvenes sobre protección sexual es deficiente.

La población adolescente de Costa Rica está abandonada, pues el Estado hoy no le suministra salud, educación y protección de calidad, afirmó Alberto Morales, director de la Clínica de Adolescentes del Hospital Nacional de Niños, al anunciar los resultados de un estudio realizado entre colegiales de la Gran Área Metropolitana (GAM) y las provincias de Guanacaste, Puntarenas y Limón (GPL).

El mencionado centro de salud de  la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) reveló el mes pasado los resultados de una encuesta comparativa realizada en el 2015 con adolescentes de 31 colegios de GPL.

El estudio se comparó con una encuesta similar realizada en el 2013 con estudiantes de igual número de colegios de la GAM, más dos investigaciones en la provincia de San José en 1991 y el 2006.

El análisis buscaba estudiar los conocimientos y prácticas en sexualidad, el estado de la nutrición, la violencia, consumo de drogas y la protección de la población adolescente.

Una de las conclusiones del estudio es que los conocimientos que tienen los adolescentes en cuanto a información protección sexual es pésima. Manejan una información aceptable de aspectos anatómicos pero cuando se habla de cómo manejar información que pueda servir para protegerse, las cifras “son verdaderamente escandalosas”, dijo Morales.

“Es una llamada de atención a los que trabajamos en el sector educación y el sector salud”, anotó el especialista.

Cuando se le preguntó si está dando resultados la educación sexual que se imparte a los escolares, la respuesta del profesional fue que “hemos llegado tarde con la educación sexual en los colegios”.

El programa que existe tiene que profundizarse y extenderse más, deberíamos estar ya desarrollándolo en quinto y sexto grado de escuela, anotó.

En lo relacionado con las prácticas sexuales, el estudio indica que el 19% de los adolescentes de GPL y el 16% de la GAM mencionan que ya habían iniciado actividad sexual coital.

Estas cifras significan que la gran mayoría de los muchachos no han iniciado actividad sexual y que el estar escolarizado viene a ser un factor para no iniciar actividad sexual desprotegida de manera temprana.

Para el director de la Clínica de Adolescentes, aunado a la desinformación que revelan los datos, el que el grupo mayoritario no hayan iniciado la actividad sexual ofrece una oportunidad de poderles trasmitir información científica y sobre protección a los adolescentes, ya que esto se ha estado dejando de hacer y se está perdiendo esa oportunidad.

Otro dato es que los que inician actividad sexual temprana lo hacen entre los 12 y 15 años, y eso indica que si se quiere llegar a tiempo la educación sexual debe empezar desde la escuela.

Estos datos sobre personas escolarizadas son muy diferentes a los observados para la población en general, ya que alrededor del 60% de los hombres y el 48% de las mujeres a los 18 años ya han iniciado actividad sexual coital.

Ahí se ve la escolarización como un factor que favorece la protección, y que le permite a la persona posponer la actividad sexual para poder desarrollar otros proyectos de vida, apuntó Morales.

Otro motivo de preocupación que deja el estudio es la calidad de la nutrición de los adolescentes.

Más del 50% de estas personas consumen comida “chatarra” por lo menos una vez a la semana, y casi una cuarta parte lo hacen todos los días.

En la GAM es mayor la frecuencia de quienes consumen comida chatarra todos los días, mientras que en la GPL ese grupo baja a la mitad, pero si se junta a los que lo hacen todos los días, o menos días, o al menos una vez a la semana, tanto en una región como en la otra suman más del 50%.

“Esto viene a explicar en parte todos los cambios que han ocurrido en la dieta del costarricense. Vemos que el 60% de la población adulta tiene sobrepeso y obesidad, una tercera parte son hipertensos y 500.000 personas tienen diabetes tipo 2. Todo esto se relaciona con el sobrepeso, la obesidad y los malos hábitos de alimentación”, comentó Morales.

SEDENTARISMO

El estudio encontró que el 60% de los adolescentes hacen solo una hora de ejercicio a la semana, y entre tres y seis horas al día se conectan a pantallas de cualquier tipo.

Si al sedentarismo se le agrega una alimentación no saludable, el resultado es una mezcla perfecta para los problemas que se están viendo, es decir, adolescentes que llegan a la adultez joven enfermos o con una alta posibilidad de enfermarse, como revelan las estadísticas de la CCSS.

Con los datos de la encuesta a la vista, Morales concluye que, si antes se decía que los adolescentes eran una población invisibilizada o mal atendida, “ahora decimos que está abandonada”.

Y es que no se le está dando salud, educación y protección de calidad, y eso ha hecho que las situaciones problemáticas se acumulen y exploten en edades posteriores.

“Si queremos hacer acciones de impacto ya tenemos que incorporar a las personas de diez a los 25 años, porque la desatención ha hecho que en ese grupo estemos viendo los datos de suicidios, homicidios y de accidentes de tránsito que hacen un pico exagerado, y todo eso guarda relación con lo que ha estado pasando con toda esta población joven.”

Por otro lado, el que el 50% de jóvenes no terminen su bachillerato o que solo un 19% estén en estudios superiores, son cifras que hablan de un abandono y de una mala calidad en esas áreas, añadió.

La cobertura de adolescentes en la CCSS no llega ni al 30% y es la más baja de todos los grupos poblacionales, según el dato oficial de la Caja.

La causa de toda esta situación, opina el especialista, es que las acciones realizadas por las instituciones que deben dar la atención a este sector son débiles y de bajo impacto, y hace falta una política pública más agresiva en ese campo.

“Creo que la gente esta viendo para otro lado, en Costa Rica el tema es déficit fiscal, fraude fiscal y todo este tipo de cosas, que son importantes, pero eso no es todo, y se han dejado de realizar acciones que antes se hacían y es lo que marca la diferencia en cuanto a calidad de vida de las personas”, observó Morales.

Con todo, un dato positivo de la encuesta es que los adolescentes todavía perciben a la familia y al colegio como un ambiente de protección.

Para el investigador, esto es algo muy importante que se puede aprovechar con estrategias adecuadas, porque existe una predisposición del adolescente a percibir que el colegio y la familia lo contienen y lo protegen.

Sin embargo, también hay cifras muy altas de ideas suicidas y de planeamientos de suicidios, que están presentes entre el 8 y 10% de los adolescentes.

Esto habla de desesperanza, de un riesgo mayor de incremento del número de suicidios en el país, donde cada día y medio se suicida una persona, y donde los que más quitan la vida están en edades entre 15 y 24 años y mayores de 60.

En general, la tasa de suicidios es de 7,7 por cada 100.000 habitantes, que no es una tasa tan alta como en otros países, pero si se desmenuza se ve que el grupo jóvenes es uno de los de mayor riesgo y eso ha venido aumentando, subrayó el médico.



Consumo de drogas

El estudio de la Clínica de Adolescentes revela que el 14% de los adolescentes en la GAM y el 11% en GPL reportan consumo de drogas, y el 60% es marihuana.

“Es una tendencia que ha venido aumentando y a nosotros desde salud nos preocupa mucho, porque hablar de consumo recreativo de marihuana en la etapa adolescente es totalmente irresponsable”, expresó Alberto Morales, director de la Clínica.

El médico sostiene que el efecto que tiene el consumo en un cerebro en proceso de maduración es de mucho riesgo. “Afecta la atención, la concentración, pasando por brotes psicóticos, trastornos de ansiedad severos, aparición temprana de enfermedades como esquizofrenia y afectación de la parte cognitiva a largo plazo”, dijo.

Sucede que están circulando marihuanas jamaiquinas, dominicanas y colombianas con concentraciones de casi el 20% de tetrahidrocannabinol, el principio activo de la marihuana, que tiene efectos psicotrópicos en el cerebro. A diferencia de la importada, en la marihuana de producción local dicha concentración apenas si llega al 5%.

A esto se asocia el problema de que la marihuana provoca adicción, y este tipo que contiene altas concentraciones del principio activo incrementa el riesgo de adicción, señaló Morales.

En sentido inverso, el estudio confirma una reducción del consumo del tabaco, que es una tendencia nacional.

Respecto a las anteriores mediciones se ha reducido a la mitad el número de quienes han probado en algún momento el tabaco, lo cual se atribuye al impacto beneficioso que ha tenido la ley antitabaco que prohíbe el fumado en sitios públicos.

En cambio, se mantienen cifras muy altas en consumo de alcohol. Más del 50% de los adolescentes reportan haberlo consumido al menos una vez en su vida.

En las dos regiones donde se realizó la encuesta, el 24% de los adolescentes se han embriagado, y es lo que los investigadores denominan consumo problemático.

Un dato interesante es que las que están consumiendo más licor son las mujeres, un fenómeno que también había sido detectado en una encuesta del IAFA.

Esta es una tendencia peligrosa, porque las mujeres tienen más grasa corporal y menos agua, entonces retienen más el licor, lo metabolizan más lento y con menos cantidades tienen más efectos secundarios, señaló Morales.



Estadística preocupante*

  • Según el estudio sobre la población adolescente escolarizada, la respuesta correcta sobre los días fértiles de la mujer fue de solo un 21% entre los estudiantes de la GAM y 17% de Guanacaste, Puntarenas y Limón (GPL).
  • Las respuestas correctas sobre medidas de prevención en prácticas sexuales fue de 23% en la GAM y 20% en GPL.
  • Han tenido relaciones coitales el 16% de adolescentes de la GAM y 19% en GPL.
  • La primera relación sexual en jóvenes de 12 años o menos se dio en el 10% de esa población en la GAM y 15% en GPL. Entre 13 y 15 años fue el 51% en la GAM y 55% en GPL, y de 16 a 18 años fue el 26% en la GAM y 20% en GPL.
  • El acceso a pornografía lo reportan el 47% de los adolescentes de la GAM y 50% de GPL.
  • La primera exposición a pornografía la tuvieron el 24% de menores de 11 años en la GAM y 22% en GPL. En la edad de 12 a 15 años la primera exposición fue de 54% en la GAM y 57% en GPL.
  • En cuanto al inicio del consumo de drogas en la edad de 11 a 13 años, en la GAM fue del 68% y en GPL de 53%.

Respecto al tipo de droga consumida, la marihuana constituye el 87% en la GAM y el 78% en GPL. El crack conforma el 5% en la GAM y 7% en GPL.

*Fuente: Encuesta de la Clínica de Adolescentes, Hospital Nacional de Niños.



 

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