Opinión

Necesitamos más estadistas y menos políticos

Otto von Bismarck, político alemán de finales del siglo XIX, acuñó la famosa frase de que: “El político piensa en la próxima elección

Otto von Bismarck, político alemán de finales del siglo XIX, acuñó la famosa frase de que: “El político piensa en la próxima elección; el estadista, en la próxima generación”. Lo anterior  le permitió a Winston Churchill   cincuenta años después declarar que “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”.

Si hacemos un esfuerzo tendiente a determinar el contenido  y alcances de dichas máximas podemos  describir al POLÍTICO de la siguiente manera.

  • Es una persona que participa en la vida política electoral pero cuya mente es cortoplacista.
  • Piensa más en el beneficio y el resultado electoral inmediato que en el bien común.
  • Necesita ver resultado inmediatos para complacer al electorado a pesar de que estos sean pírricos e intrascendentes.
  • Le gusta decir al ciudadano lo que quiere escuchar y no lo que debe oír.
  • Trata de evitar que existan controversias y discrepancias so pretexto de que es un político conciliador y democrático.
  • Es una persona poco reflexiva y estudiosa.
  • Es una persona muy voluble al qué dirán y piensan de mí.
  • Promete construir un puente aunque no haya un río.
  • Se empeña en hacer lo posible imposible.
  • Se acomoda muy fácilmente a las circunstancias en función de lo que más les conviene.
  • Carece de una visión de país.
  • Se complace y necesita de la adulación.
  • Busca cualquier momento propicio para salir en la foto.
  • Utiliza todos los medios y recursos que brinda el poder del Estado para conseguir sus deseos y metas.
  • Siente que merece ser un gobernante perenne.
  • Divide a las personas en dos grupos: los instrumentos y los
  • Su prestigio lo alcanza por pura casualidad o por  circunstancias que ellos mismos no podían prever (Otto von Bismark).
  • No les interesa que los problemas se solucionen porque mantienen vigencia con la promesa de que sí los va a solucionar algún día.
  • Como nunca cree lo que dice, se sorprende cuando alguien sí lo cree (Charles de Gaulle).

El  ESTADISTA, a su vez, lo podríamos describir de la siguiente manera:

  • Su preocupación final es la próxima generación, por lo que su pensamiento y propuestas son a largo plazo y son de contenido profundo.
  • Lo anterior no le impide enfrentar y solucionar los problemas inmediatos y relativamente intrascendentes.
  • Es un ejecutivo eficiente y eficaz.
  • Sabe escuchar, asesorarse y tomar las mejores decisiones.
  • Prevalece en él su responsabilidad social sobre el interés personal.
  • Es un intelectual y pensador que siempre busca las mejores opciones de desarrollo para la sociedad.
  • Utiliza de manera efectiva los recursos que le brinda la democracia para solucionar los problemas sociales.
  • No le interesa la foto inmediata y vacía sino dejar huella en la historia.
  • No busca ni le interesa complacer a todo el mundo.
  • El estadista actúa con la convicción de que los problemas se tienen que resolver.
  • Sabe articular a todos los actores sociales amigos o enemigos hasta lograr consensos en la consecución del bien común.
  • Logra hacer lo imposible posible.

Nuestro país  ha tenido grandes estadistas (José María Castro Madriz; Juan Rafael Mora; Rafael Ángel Calderón Guardia; José Figueres, entre otros). Hoy contamos con muchos políticos en todos los ámbitos del Estado costarricense. Esperemos  que algunos de ellos empiecen  a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones. ¿Quiénes  podrán dar ese salto cualitativo y destacarse como verdaderos estadistas?

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