Universitarias Iniciativa apoyada por AUGE y Pozuelo

Estudiantes desarrollan experimento social sobre moldes de familia

La propuesta es resultado del “Sprint”, actividad enla que participaron jóvenes de diversas áreas, como Ciencias Sociales, Ingeniería, Administración, Artes y Letras, Agroalimentarias y Salud.

Un grupo interdisciplinario compuesto por cinco jóvenes de la Universidad de Costa Rica (UCR) desarrolló un experimento social con el fin de sensibilizar acerca de los diferentes moldes de familia que existen en nuestro país y destacar la importancia del amor.

El experimento social surgió del “Sprint Pozuelo”, un espacio de cocreación de 48 horas, impulsado en julio del año pasado por la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (AUGE) de la UCR y la empresa Pozuelo, cuyos resultados fueron presentados el jueves 12 de mayo.

Para la actividad, se postularon 96 estudiantes, de los cuales 50 resultaron elegidos, en diez equipos, que debían presentar una propuesta innovadora para solucionar algún reto de la empresa. Fue así como Deiber Quesada, Jorge González, Kimberly Quesada, Santiago Víquez y Valeria Benavides trabajaron hasta dar origen a la Cámara de Sensibilización, la propuesta ganadora.

“Nuestro norte, lo que nos movía, es que como nuestro lenguaje ha cambiado y nuestros abuelos no hablan igual que nosotros, el concepto de la familia también ha cambiado y este cambio es importante hablarlo, entenderlo y que las familias estemos al tanto de esto para poder sensibilizarnos con los demás y con nosotros mismos”, comentó Santiago Víquez, estudiante de Física e Ingeniería Eléctrica.

En el experimento participaron cuatro familias que fueron seleccionadas después de un proceso de búsqueda y de exploraciones iniciales de manera indirecta:  sin saber el objetivo del experimento las familias fueron entrevistadas a profundidad en sus hogares por casi dos horas.

De izquierda a derecha: Kimberly Quesada (Derecho), Deiber Quesada (Gestión de Recursos Naturales y Diseño Gráfico), Santiago Víquez (Física e Ingeniería Eléctrica), Valeria Benavides (Ingeniería de Alimentos) y Jorge Luis González (Música y Dirección de Empresas) fueron los estudiantes que idearon la propuesta ganadora.
De izquierda a derecha: Kimberly Quesada (Derecho), Deiber Quesada (Gestión de Recursos Naturales y Diseño Gráfico), Santiago Víquez (Física e Ingeniería Eléctrica), Valeria Benavides (Ingeniería de Alimentos) y Jorge Luis González (Música y Dirección de Empresas) fueron los estudiantes que idearon la propuesta ganadora.

El proyecto desea demostrar que el concepto de familia ha evolucionado a lo largo del tiempo, para dar paso a diferentes núcleos familiares compuestos por una pareja sin hijos y con mascotas (o sin ellas), madres jefas de hogar y padres solos a cargo de sus hijos.

“Nuestro objetivo fue rescatar las vivencias y pensamientos de familias reales, que pueden ser las nuestras o las de nuestros conocidos y compartirlas para reconocer que, independientemente del molde, son más las similitudes que las diferencias y todas merecen respeto y reconocimiento”, indicó María José Rodríguez, gerente de Marcas de Pozuelo.

Innovación y creatividad

Un equipo externo de profesionales en Antropología y Psicología valoró la idea propuesta por los estudiantes, “con el fin de percibir con mayor profundidad la carga emocional y las creencias asociadas a un molde de familia en particular”, señaló la gerente.

La Cámara de Sensibilización consistió en un tipo de cápsula con dos cuartos, un espacio de encuentro entre dos tipos de familia. La idea era que, al inicio de la cámara, la Familia A expusiera sus opiniones y creencias sobre lo que considera una familia, mientras observaba una fotografía de la familia B, intervenida y readecuada a una estructura tradicional.

Luego, la familia A empezaba su recorrido por la cámara, observaba diferentes elementos que la envolvían en la dinámica cotidiana de la familia B y, conforme se avanzara, la familia A se daba cuenta de que la familia B en realidad corresponde a un modelo familiar diferente. Al final de la cámara, ambas familias se encontraban.

“La experiencia de crear una idea ya supuso un gran reto para el grupo, no nos conocíamos y tuvimos que aprender a escuchar, defender nuestros puntos de vista y crear algo en consenso. Esta oportunidad nos permitió materializar nuestras ideas y dejar una huella en la sociedad”, indicó Deiber Quesada, estudiante de Diseño Gráfico y Gestión de Recursos Naturales.

Para Kimberly Quesada, estudiante de Derecho, la importancia de este tipo de actividades radica en que les permite desarrollarse fuera del área académica.

“Cuando estamos en la universidad, los espacios para innovar son bastante reducidos y una vez fuera de las aulas nos vamos a enfrentar a un  mundo donde el emprendimiento y la globalización son cada vez más importantes”.

Este acercamiento entre empresa y academia generado por el “Sprint” buscaba la generación de diez propuestas de experimentos sociales que, a través de las metodologías de Open Innovation, Lean Startup, Design Thinking y Branding Cultural, abrieran el espacio para desarrollar conocimientos y fomentar habilidades en torno al emprendimiento y la innovación en los estudiantes.

“Las empresas están llamadas también a hacer emprendedores, los gerentes de las empresas necesitan esa fuerza del emprendimiento. En el caso de Pozuelo, están dispuestos a asumir un riesgo porque están detrás de un problema relevante. La verdadera riqueza está en una participación colectiva”, destacó Luis Jiménez, director-gerente de AUGE.

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