Crisol

Avanza construcción de robot humanoide

Nuevos brazos robóticos se suman al ensamblaje de un robot humanoide.

Nada más piense en llegar a la casa y que la comida ya esté lista, preparada por un robot humanoide programado para tal fin; además, encontrar el piso brillante y hasta el perro ya bañado y perfumado.

Un mundo tan parecido a aquella serie animada de antaño “Los Supersónicos” está cada vez más cerca. Gracias a la compleja labor de programación robótica, es palpable el avance de distintos proyectos.

La Facultad de Ingeniería de la Universidad de Costa Rica (UCR) está formando cada año a los profesionales que se encargarán de llevar la robótica “Made in Costa Rica” a la misma altura de países desarrollados.

En el Laboratorio de Investigación en Robots Autónomos y Sistemas Cognitivos (Arcos-Lab) de la Escuela de Ingeniería Eléctrica (EIE), sus profesores y estudiantes se adentran en el mundo de la inteligencia artificial y el ensamblaje de robots. También participan profesores de la Escuela de Ingeniería Mecánica de la UCR y estudiantes del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).

Tecnología segura

 Una de las iniciativas consiste en la creación de un robot humanoide que pueda asistirnos en nuestras tareas cotidianas.

“Normalmente los robots no han ayudado en esas cosas, pues los han mantenido principalmente en la industria; queremos sacarlos de ahí y acercarlos a las personas, a sus ámbitos normales, principalmente en sus casas”.

Federico Ruiz Ugalde, director del Arcos-Lab

A una mano robótica que ya tienen lista y a la base mecánica en la que será montado todo el cuerpo del robot, se le unen ahora dos brazos robóticos denominados Robot de peso ligero (Light Weight Robot), que fueron diseñados por la Agencia Aeroespacial Alemana (DLR, por sus siglas en alemán) y construidos en Alemania por la firma KUKA Robotics. Cada uno tiene un peso de 17 Kg. y pueden alzar un máximo de 14 Kg., con un costo de $156 000.

“Cuando una persona toca estos brazos robóticos ellos sienten la fuerza y se vuelven suaves y ayudan al movimiento. Se pueden adaptar tanto al ambiente que les rodea como a las personas para interactuar”, explicó el Dr. Ruiz.

Los brazos compensan su propio peso ante la gravedad, del mismo modo que lo hacen los seres humanos al sostener por ejemplo un brazo en alto.

En el momento en que se les puedan programar mejores mecanismos para reaccionar, sus movimientos van a ser mucho más naturales. Es en esto en lo que trabajan los investigadores de la UCR.

Una vez que en el ARCOS-Lab logren ensamblar ambos brazos con manos robóticas y montar el resto del cuerpo en la plataforma mecánica, seguirán las pruebas en ambientes de trabajo reales, como una cocina y una bodega, entre otros.

“La idea es que este tipo de robots sean más comunes en el futuro. Creemos que esta es una oportunidad para que los jóvenes obtengan el conocimiento necesario y posteriormente monten empresas en esta área y el desarrollo tecnológico crezca en Costa Rica”, afirmó Ruiz.

Los brazos robóticos estarán disponibles para que los estudiantes los utilicen en sus proyectos finales de graduación de bachillerato, licenciatura, maestría y doctorado.


 

Los estudiantes opinan

“Los robots que se utilizan en la industria tienen mucha fuerza y son muy precisos, pero no pueden convivir con nosotros. La meta que tenemos es cómo hacer para que ellos se sepan adaptar a un ambiente cambiante y que no le hagan daño a los humanos”.

Daniel García Vaglio

“En la UCR podemos manipular robots, usar los mismos softwares que utilizan las universidades más avanzadas del mundo en las que se estudia a fondo la robótica y, finalmente, programarlos. Todo esto suma de forma invaluable a nuestro aprendizaje”.

Ricardo Ramírez Barquero

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