País

La costosa elección del 1° de mayo: facturas, fracturas, la mano de Chaves y el peso de Gloria Navas

La reelección de Rodrigo Arias como presidente legislativo parecía un resultado previsible, a falta de detalles dependientes de fogosas discusiones que reflejaron un agravamiento de las divisiones internas en las bancadas.

Si la elección del Directorio Legislativo de cada 1° de mayo fuera sólo un ejercicio de sumar votos que van acomodándose como los botones de un ábaco, la noticia estaba fácil de pronosticar: Rodrigo Arias se prepara para una tercera legislatura consecutiva como presidente de la Asamblea Legislativa y prolongarse como un modoso contrapeso opositor al gobierno de Rodrigo Chaves.

Pero la política está llena de vueltas y arrugas, egos más que ideologías, prejuicios más que principios y ambiciones, sangre en el ojo, posturas y postureos. Esto lo han demostrado las últimas tres semanas de negociaciones dentro de cada bancada legislativa y entre ellas; no obstante, es evidente la intervención del presidente Chaves, que con sus palabras decía estar alejado de este proceso y con sus actos hizo todo lo contrario, todo mientras lanza mensajes sobre un supuesto referendo que permita, según él, bordear al Poder Legislativo para impulsar ciertos proyectos.

El 1° de mayo que marca la mitad del actual cuatrienio legislativo y también el punto medio del gobierno de Chaves, se deberá confirmar si se cuaja la probable reelección de Arias. Aunque aún quedan aspectos no menores qué resolver, el cuadro parece acomodarse para esa continuidad, pero ya hay resultados evidentes: el agravamiento de las fracturas dentro de las fracciones y el polarizador “factor Chaves” que provoca trastornos adicionales.

El principal resultado hasta ahora lo puede relatar en voz propia Gloria Navas, la diputada vicepresidenta legislativa y presidenta de la comisión sobre Seguridad y Narcotráfico, quien acabó renunciando al Partido Nueva República (PNR) 48 horas antes de que se conozca el resultado de las negociaciones de estos días. La legisladora, protagonista de numerosas discusiones con el presidente Chaves no soportó que su agrupación le pidiera irse del Congreso en caso de no retractarse de posiciones de fondo expresadas en días atrás sobre formas de condenar a un criminal, a raíz de su polémica visita a un presidiario criticada con fuerza por Rodrigo Chaves el miércoles pasado y voces oficialistas.

Esas “situaciones politiqueras” y esa coincidencia en la “línea” del PNR y de Chaves las señaló este lunes la diputada, reafirmando lo que días atrás denunció la bancada de Frente Amplio cuando se desmarcó el respaldo a Arias y pidió una presidencia de un estilo de oposición más frontal ante el Gobierno. Ella ha protagonizado buena parte de las discusiones para reformas legales que vayan contra la inseguridad y la violencia, señalados como el principal problema del país. El pulso retórico entre Chaves y Navas, aunque acumulaba más de un año y había dejado ver en múltiples ocasiones en pensamiento de Navas en favor de garantías procesales, reventó con la posición que manifestó a última hora el partido de Fabricio Alvarado, cuya bancada ha sido benévola para el Poder Ejecutivo, con excepción de esa diputada.

En la bancada del PUSC, Carlos Felipe García y Vanessa Castro dieron su apoyo a la reelección de Rodrigo Arias en la presidencia del Directorio, en un acto motivado por el “resentimiento”, según dijo después el jefe de fracción socialcristiana. (Foto: Asamblea Legislativa)

Un rompecabezas

El problema podría haber acabado ahí, pero ese elemento hacía que no se pudiera dar por cerrado el cálculo aritmético para Rodrigo Arias, quien en estos dos años ha conformado un equipo de conducción legislativa con Navas y pretendía prolongarlo un año más. “Doña Gloria se convirtió en un dilema para Rodrigo Arias”, advirtió este lunes Eugenia Aguirre, politóloga del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) en la Universidad de Costa Rica, antes de que el veterano político emitiera una declaración en la que fijar una posición entre Fabricio Alvarado y Navas, aunque aludió a una sólida amistad mutua con ella y le atribuyó integridad, ética y compromiso de trabajo.

En la cambiante serie de condiciones para este 1° de mayo, hasta la tarde del lunes parecían inciertos los votos del PNR para la vicepresidencia y brotaban dudas sobre el efecto que eso tendría sobre la elección de la presidencia. Aguirre reiteró la volatilidad de las conversaciones legislativas y la dificultad de prever lo que ocurriría el 1° de mayo, pero admitió como resultados adelantados la incidencia de Chaves y las divergencias dentro de las fracciones, con Navas como principal ejemplo.

Chaves, a quien Navas achacó un “populismo estilo Bukele” y a quien atribuyó que “quiere tener más poder y quien se le opone quiere sacarlo” (programa Hablando Claro, el lunes por la mañana), marcó buena parte de las discusiones desde que semanas atrás recibió a un grupo de diputados opositores sonrientes e interesados en constituirse como alternativa al interés de reelección de Arias. La reunión en la Presidencia deparó imágenes de camaradería que, sin embargo, tardaron poco por las críticas que suscitó un altisonante acto político de Chaves en Limón, en contra de dos diputados y de la Contralora General de la República que dirige el órgano de control auxiliar de la Asamblea Legislativa.

Eso también provocó que Rodrigo Arias, con palabras de reproche, cancelara una reunión con Chaves en la que iban a hablar sobre el 1° de mayo y dijera que no contaba con los eventuales siete votos del oficialismo. Para ese momento, ya tenía en el bolsillo el apoyo de los diputados del PNR, que sumados a los votos del propio Partido Liberación Nacional (PLN) y otros más le permitían completar las cuentas para la reelección, aunque faltaban formas y detalles. Mucho dependía del comportamiento de cada fracción y en los días previos las divisiones internas fueron la tónica.

PLN dudoso con Arias

Primero fue el PLN el que dejó ver esas diferencias dentro suyo, cuando los diputados Gilberth Jiménez y Monserrat Ruiz rechazaron expresar desde un principio los votos para Rodrigo Arias, aunque lo hicieron en los últimos días cuando las cuentas del sábado parecían inclinarse inevitablemente por la reelección. En ello también metió la mano Rodrigo Chaves, al aducir en conferencia de prensa que quizás su tocayo le había cancelado la reunión presionado por diputados afines a “un expresidente”.

La fracción del PPSD, que se ha reducido a ocho curules por los conflictos desde el propio 2022, también presentó grietas en este proceso a pesar del liderazgo de tono duro que intenta proyectar Chaves y también su jefa de fracción, Pilar Cisneros. Aunque Arias dijo que no contaba con el oficialismo y la vocera mencionó el desinterés de ser parte del Directorio, el diputado Manuel Morales la refutó en público al decir que lamentaba esa imposición y que deseaba seguir en el Directorio o que otro compañero se integrara en su lugar, pues consideró “estratégico” estar ahí. Estaba por verse cómo afectaba esa posición en el 1° de mayo, pero no fue la primera vez en que Morales se salía del lote oficialista, pues es el impulsor del proyecto que prohibiría por ley explorar petróleo y gas natural, en contra del criterio de Chaves.

El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) ya abundaba en demostraciones de diversidad interna, sobre todo entre un grupo proclive a posiciones afines con el Poder Ejecutivo y otros que han denunciado rasgos autoritarios del Ejecutivo o alejamiento del compromiso con políticas sociales. De esa bandera es Horacio Alvarado, un silencioso diputado que aspiró a ser candidato a la presidencia para esta tercera legislatura con el apoyo de una parte de su bancada y otros, incluido el oficialismo. Sin embargo, pronto fue perdiendo fuerza y los socialcristianos iban quedando ante la disyuntiva de apoyar o no a Arias Sánchez.

Hasta que ocurrió lo previsible: el apoyo explícito para Arias de parte de Felipe García y Vanessa Castro, quien desde marzo denunció haber sido vetada por el oficialismo para una eventual postulación y además haber sido afectada por Chaves al intervenir en la ruptura de un contrato por asesoría jurídica con la televisora Repretel. Castro, de por sí, acumula varios episodios de duras reacciones contra actuaciones del Gobierno y desde ahora dijo que se opondrá al nuevo intento gubernamental de privatización del Banco de Costa Rica (BCR), la propuesta estrella del discurso de Chaves cuando cumplió 100 días en el poder, en agosto del 2022.

“Creemos en un Directorio de oposición (…) en este momento histórico”, dijo Castro, quien dijo que otro factor es el mensaje de Chaves de hacer a un lado la Asamblea Legislativa, ya no sólo culpabilizarla por la falta de avances como él quiere. Dijo que la intención es “formar equipo con los demócratas para que este país disfrute de democracia e institucionalidad fuerte que ha tenido hasta este momento”, añadía Castro, dejando la pregunta de si esos “demócratas” también están en su bancada.

Nuevos duelos

Ese anunció de García y Castro fue por “resentimiento”, corrió a decir Alejandro Pacheco, jefe de la bancada del PUSC y uno de los que había acudido a la reunión con Chaves para impulsar a Horacio Alvarado. Dijo que eso lo hicieron sus compañeros de bancada como represalia porque no tuvieron apoyo interno para sus postulaciones. Y sólo un rato después, en este mismo lunes convulso, García le contestó directo diciendo que sus decisiones se basan en la “coherencia” y en la costumbre de relacionarse de manera directa. “Yo no me ando por curvas”, dijo como queriendo expresar algo más allá del sentido literal de la frase. Para ese momento seguía sin estar claro el destino del voto de la mayoría de legisladores socialcristianos.

Un poco al margen de las fisuras en PPSD, PLN, PNR y PUSC, el Partido Liberal Progresista (PLP) y Frente Amplio mostraban más cohesión, pero no más señales de lo que harían en la jornada del 1° de mayo. En el PLP, su vocero Eliécer Feinzaig sí había dejado bien claro que no continuaría en las conversaciones con el oficialismo después de lo ocurrido en Limón, llamando “desbocado” al mandatario. Tanto criticó el diputado a Rodrigo Chaves que este decidió incluirlo en su paredón de los dardos el último miércoles, una posición que el liberal no había compartido nunca antes con otros diputados que suelen recibir las críticas de Chaves, entre los que sí están los del FA.

El Frente Amplio, que en ocasiones anteriores ha votado por sus mismos miembros a pesar de la improbabilidad de obtener cargos, podría acabar repitiendo esa práctica ante la aparente suficiencia de votos de otros diputados para Rodrigo Arias. En una carta abierta diez días antes de la elección se apunta contra Arias y Chaves, acusándolos de un falso enfrentamiento:

“El resultado que persiguen en este teatro de sombras: Zapote logra que siga Arias en la Presidencia, Arias da la imagen (falsa) de que no pacta con Chaves, y Chaves da la imagen (falsa también) de un alejamiento con su contraparte”, dijeron los del FA apuntando como un factor el respaldo que sí da el PNR, al que llaman la “fracción anexa” del oficialismo, sin saber si el conflicto en torno a Gloria Navas podría complicar esa “coreografía”, como llama la bancada del FA.

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