Un total de 17 pacientes que fueron rescatados de la polémica Fundación Manos Abiertas murieron en las seis semanas posteriores a pesar de haber sido atendidos en hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Así lo denunció la Alianza Latinoamericana de Mujeres con Discapacidad y lo corroboró el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad (Conapdis), según publica hoy Diario Extra.
Se trata de personas con enfermedades graves y diversas condiciones de discapacidad que estaban a cargo de esa organización intervenida en los primeros días de marzo, tras denuncias sobre maltratos y mal uso de los fondos públicos, después de 33 años de funcionamiento de esa entidad en Tres Ríos.
“La responsabilidad recae directamente en la totalidad del Estado costarricense, en diversidad de instituciones del Poder Ejecutivo y Judicial que no colocaron a las personas en el centro de la gestión”, denunció la Alianza.
Explica que “no se elaboró un plan por parte de las instituciones judiciales en coordinación con diversas instituciones del Ejecutivo, que considerara por un lado las condiciones de salud de las personas residentes, su situación de discapacidad, las necesidades y apoyos que requerían y por otro las necesidades de la investigación judicial”.
“Hoy no decimos que se investigan ‘supuestos maltratos’, sino ‘dudosos maltratos’ ya que nunca antes en la historia de esa fundación se habían registrado tantísimas muertes”, dice la organización en un comunicado.
Por su parte, Conapdis reportó al diario que los fallecidos tienen edades de entre 20 años y 70 años, y que la institución no recibió ninguna alerta sobre abusos previa a los los allanamientos hechos por el Ministerio Público el 5 de marzo, tras los cuales se investigan posible malversación de fondos, y presuntos ejercicio ilegal de la profesión y maltrato infantil.
Tras la denuncia, Conapdis informó de que ejecutan una estrategia para procurar la protección de los pacientes actuales, con personal médico y de apoyo social.
