El Consejo Nacional de Rectores (Conare) presentó un resumen de recursos rebajados, postergados y aportados por las Instituciones de Educación Superior Universitaria Estatal (IESUE) entre 2019 y 2021.
En este informe se señala que, en el periodo mencionado de tres años, las universidades públicas dejaron de percibir más de ₡90 mil millones.
Estas limitaciones en el presupuesto de las universidades estatales se desglosan de la siguiente manera: ₡74 mil millones relativos al Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), ₡9 mil millones correspondientes al Aporte a la Comisión Nacional de Emergencias y ₡6 mil millones al Aporte de fondos internos de becas y otras ayudas a estudiantes.
Impacto a las Universidades
Para Emanuel González, rector de la Universidad Técnica Nacional y presidente del Conare, no poder contar con estos recursos ha limitado la capacidad de las universidades públicas, sobre todo en el cumplimiento de algunas tareas preestablecidas.
“Ese es un dinero que impacta los presupuestos de todas las universidades, al ingresarnos menos dinero, se refleja en el desarrollo de programas, de compra de equipos, de laboratorios, de becas, afecta diversos procesos y tenemos que adaptarnos a presupuestos que disminuyen cuando el costo de la vida aumenta”, añadió González.
“Ese es un dinero que impacta los presupuestos de todas las universidades, al ingresarnos menos dinero, se refleja en el desarrollo de programas, de compra de equipos, de laboratorios, de becas, afecta diversos procesos y tenemos que adaptarnos a presupuestos que disminuyen cuando el costo de la vida aumenta”.
Por otra parte, González también sostiene que este estudio refleja una precarización del presupuesto, que tiene un impacto en el desarrollo de los objetivos estratégicos que las universidades han planeado. “Nos llevan a una muerte lenta, además hay una violación a los principios constitucionales”, señaló.
Si bien el resultado del informe de Conare evidencia una afectación económica directa, no es la única instancia de las universidades públicas que presenta dificultades en la actualidad.
“Estas situaciones nos ponen a nosotros en una encrucijada. Existen una serie de proyectos que tienden a debilitar la gestión universitaria, está el tema de la regla fiscal, el equilibrio financiero, de la caja única, las normas asociadas a la contratación pública, son muchos frentes que tenemos que no nos permiten desarrollar nuestra política universitaria, Eso es lo que constantemente nos hace estar en una confrontación con el gobierno”, comentó González.
Para el presidente del Conare, no existe una voluntad entre las partes que les permita salir adelante, por lo que realiza un llamado para que el diálogo y la comunicación puedan permear en las negociaciones.
“Al final nosotros lo que generamos es ese valor público traducido en número de graduados, proyectos de investigación, traducido en política pública que viene a consolidar la democracia y a mejorar la empleabilidad y calidad de vida”, dijo González, justificando que la afectación no es únicamente hacia las universidades, sino que, esto se traduce a consecuencias a nivel país.
¿Qué pasa con el FEES?
Alrededor de un 90% de los recortes mencionados en el informe presentado por el Conare están ligados al presupuesto del FEES.
El FEES es el financiamiento que, por mandato constitucional, el Estado debe distribuir cada año entre las universidades públicas. La negociación de este monto es el resultado de lo que se negoció el año anterior, sumado a la inflación, por lo que nunca puede ser un monto menor.
González argumenta que el deterioro del ingreso del presupuesto del FEES va de la mano con el deterioro de las recientes negociaciones, por lo que menciona que desde el Conare se ha propuesto y se tiene la voluntad de que dicha negociación por el fondo universitario sea de manera quinquenal, pues, con la situación fiscal tan incierta y la incertidumbre económica, se genera más estrés y tensión en las constantes negociaciones.
“Si nosotros tenemos una negociación cada 5 años ligada a planes estratégicos, con métricas e indicadores, no tendríamos enfrentamientos cada año, sino que permite una planificación que hace que el país obtenga mejores resultados”, aseguró González.
Estos desgastes económicos se traducen en afectaciones a distintos sectores universitarios, para González no es solo un desgaste en el liderazgo de los rectores, más bien lo interpreta como una afectación a la comunidad universitaria.
Impacto estudiantil
Además de que la reducción del presupuesto del FEES se traduce en una afectación directa para el estudiantado, uno de los apartados que señala el informe de Conare es la aportación de becas y otros servicios estudiantiles.
Según informó UNIVERSIDAD, para 2021, el número de estudiantes becados en las universidades públicas alcanzó los 69.628, presentando un crecimiento de casi 30% de estudiantes becados respecto a 2019.
Esta cifra se traduce en la importancia que tienen los fondos de ayuda estudiantil, pues representa un alto porcentaje de la población universitaria.
González comenta que, aunque se han realizado recortes en este apartado en específico, desde las universidades se trata de mantener siempre el presupuesto para las becas intacto, con el fin de asegurar el bienestar estudiantil.
“El presupuesto la universidad lo percibe como un todo, hemos tenido que ajustar varias veces el presupuesto para no tocar el dinero establecido para las becas. Nos hemos tenido que limitar en otros temas, carreras, investigación, equipo, laboratorios, pero las becas no pueden disminuir su presupuesto, no podemos desamparar a los estudiantes y la calidad educativa”.
Para González no es posible debilitar las oportunidades de las personas, y se debe fortalecer este presupuesto, con el fin de seguir ofreciendo oportunidades a las personas que lo necesitan.
