Universitarias Sala IV lleva más de dos años sin resolver el recurso de inconstitucionalidad presentado por las universidades

Universidades públicas “al filo de la navaja” por aplicación de regla fiscal

Regla fiscal provoca que universidades no puedan utilizar los recursos aunque estén disponibles; “algo absolutamente contradictorio”, en palabras del presidente de Conare, Francisco González.

Este 30 de setiembre es el último día para que las universidades públicas presenten, ante la Contraloría General de la República (CGR), los presupuestos para el año 2022; no obstante, sin que haya ninguna garantía de que vayan a ser ejecutados, advierte el presidente del Consejo Nacional de Rectores, Francisco González. Señala la regla fiscal como la causante de esta inseguridad financiera que castiga a las casas de enseñanza.

La regla fiscal establece, para 2022, un límite en el crecimiento de los presupuestos de 1,96%, tomando como base el 2021. Adicionalmente, al finalizar la fase de ejecución presupuestaria se verifica que el gasto ejecutado no haya superado ese porcentaje.

“Estamos haciendo un presupuesto donde todavía nosotros no sabemos cuál es el resultado final de la ejecución y se nos va a medir el otro año, sobre un presupuesto que es sobre lo ejecutado. Entonces ahí hay una gran inconsistencia y una escasa visión de la planificación”, aseveró González, también rector de la Universidad Nacional (UNA).

“Este bicentenario pasará a la historia como el momento donde se recortó más recursos en la educación”, Francisco González, presidente de Conare.

Al respecto, el rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Gustavo Gutiérrez comentó que esta situación genera que “al establecerse un tope máximo a ejecutar menor al presupuesto aprobado, la institución no podrá consumar la totalidad de los gastos corrientes ya incorporados en el presupuesto”.

Tampoco se podrán utilizar los ingresos que se recolectan a través de la venta de servicios ni asumir proyectos de investigación financiados por el sector privado, explica el rector de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Rodrigo Arias: “Resulta que, en este momento particular, la regla fiscal no permite presupuestarlos”.

“Si en este momento nos aparece un “ángel” con 100 millones de dólares y los recibimos, no podríamos usarlos”, ejemplifica el rector del Tecnológico de Costa Rica (TEC), Luis Paulino Méndez.

Universidades en peligro

La aplicación de la regla fiscal es un obstáculo para la continuidad del servicio educativo, sostiene el presidente de Conare: “En el corto plazo, las universidades vamos a tener serios problemas para continuar con el servicio educativo como lo tenemos”.

Por su parte, el rector de la UNED, explicó lo contradictoria que resulta la aplicación de la regla fiscal a las universidades, que impide que utilicen los recursos a pesar de tenerlos disponibles.

“La regla fiscal es de las aplicaciones más dañinas en contra de instituciones de servicio de naturaleza educativa como las universidades, porque nos impide hacer el uso más amplio de los recursos disponibles para mejorar la cobertura que tengamos en el acceso a la educación superior en todo el país”.

También, el rector de la Universidad Técnica Nacional (UTN), Emmanuel González, fue contundente con este tema: “La regla fiscal es completamente perversa porque, aunque se generen recursos no se pueden usar. Es un tema terrible para el desarrollo social del país”.

El dirigente de la UTN puso sobre la mesa el caso de la Sede Interuniversitaria de Alajuela (SIUA), que no se ha podido construir debido a esta situación.

“Eso está paralizado, estando el dinero ahí para construir, eso es lo más lamentable. Al final hay ₡6.000 millones que la UTN no ha podido utilizar para el inicio de la construcción de la Intersede; que Conare no puede utilizar y que no pueden ser trasladados a la UTN por regla fiscal”, agregó González.

El costo en alquileres de la SIUA se sitúa alrededor de $1.000.000, comenta el jerarca de la UTN.

Un caso similar presentó el jerarca de la UNED:

“En medio de la pandemia hemos tenido un crecimiento de matrícula, hemos aumentado las becas para las poblaciones más necesitadas, pero resulta que, aunque dispongamos de recursos para seguir dando estos dos tipos de apoyo presupuestario, no podemos hacerlo porque la regla fiscal lo impide”.

Arias explicó que esto obliga a que las universidades generen superávits “para ver si alguna vez en el futuro se pueden usar”, al tiempo que existen poblaciones con necesidades sin atender porque “la regla fiscal, aplicada ilegalmente a las universidades, no nos permite utilizarlos (los recursos) como debería ser”.

“Es un cierre técnico que nos van llevando a las universidades de manera irreversible”, sentenció el rector de la UTN.

Áreas más afectadas

La afectación de la regla fiscal incluye desde las becas hasta las inversiones y el mantenimiento de las instalaciones, explican los dirigentes de las casas de enseñanza.

En el caso de la UCR, “impacta la planificación institucional y pone en inminente riesgo la buena marcha operativa de la Universidad. Esto por cuanto se dejan de desarrollar y potenciar las actividades sustantivas: docencia, investigación, acción social”, asegura Gutiérrez.

El rector recordó que la crisis económica actual ha conllevado una mayor presión sobre las finanzas, debido a una mayor demanda de becas.

En el TEC, la afectación se centra en la reducción en gastos de operación e infraestructura. Según el rector, para 2022 no se podrán usar cerca de ₡2.100 millones: “Estamos dando prioridad a la oferta de cupos, becas estudiantiles y servicios estudiantiles”.

Por su parte, el rector de la UNA explicó que para esa casa de enseñanza la mayor afectación se centra en la parte de inversiones y mantenimiento de las instalaciones. Tampoco podrán asumir un incremento de cupos ni un mejoramiento de becas, aunque estas últimas sí tienen asegurada su continuidad. Además que la afectación por la regla fiscal ronda por los ₡5.500 millones.

En el caso de la UNED, las becas son las que más sufren a causa de la regla fiscal. Según el dirigente de este centro de enseñanza: “La regla fiscal no nos permite seguir aumentando el paquete de ayudas para estudiantes que lo necesitan. Becas es el área, de uso de recursos, más afectada por la regla fiscal en este momento”.

Arias también señaló que se debe considerar la venta de servicios y las oportunidades perdidas para proyectos financiados: “Son eventuales ingresos que no se van a materializar nunca”.

En el caso de la UTN, el rector apuntaló hacia la parte de inversiones, los salarios y las becas: “Ese es el gran tema”.

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