Las universidades públicas siempre tuvieron un punto clave de consenso: la educación superior debe adaptarse día a día a las nuevas tendencias. Pero también hubo un acuerdo en que, a pesar de que la inteligencia artificial es una oportunidad innegable para generar procesos educativos formativos en grandes ámbitos, también implica grandes retos a nivel operativo y de regulación normativa para establecer directrices para su uso responsable.
A este acuerdo llegaron en el foro titulado “Inteligencia Artificial: implicaciones en la Educación Superior”, organizado por el Equipo Interuniversitario de Gestión de Calidad e Innovación en la Educación Superior (Gecies-CR), el cual se realizó el pasado 14 y 15 de octubre.
En la actividad participaron panelistas, docentes y personal administrativo de las cinco universidades públicas: Universidad de Costa Rica (UCR), Universidad Nacional (UNA), Universidad Nacional Estatal a Distancia (UNED), el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Universidad Técnica Nacional (UTN).
Parte de esas consideraciones tienen que ver con las implicaciones éticas del uso de las herramientas de inteligencia artificial. Los expertos señalaron que estos lenguajes generativos pueden tener sesgos al momento de brindar respuestas, lo que tiene relación con la forma en la están diseñadas y con la manera en la que se entrena. Por lo que hay que tener cuidado con no replicar los mismos sesgos que se quiere evitar dentro de ese proceso de entrenamiento.
Del mismo modo, otra consideración ética es el uso de los datos que se le brinda a las herramientas de inteligencia artificial y entender bien cómo cada herramienta los va a utilizar. “En temas de derechos de autor hay todo un tema y una discusión que se ha generado alrededor de esto y les pongo un ejemplo muy concreto: cuando ustedes utilizan Adobe para crear imágenes o para crear contenidos hay una letra pequeñita que hay que leerla con mucho cuidado que dice que las imágenes pasan a ser propiedades de ellos para los modelos de entrenamiento”, comentó Agustín Gómez, profesional en el campo de la Estadística, investigador activo y moderador en el Foro.
Gómez también recalcó la importancia de que las universidades públicas tomen un rol activo en torno al uso de la inteligencia artificial, pero también detalló algunas dificultades como la resistencia al cambio, la brecha digital y el acceso a la infraestructura tecnológica (desde conexión de Internet hasta el pago de licencias de ciertas herramientas).
“¿Cuál es el principal reto? ¿Cuánto tiempo van a durar las universidades reaccionando para poder crear estos espacios? Mientras la tecnología sigue avanzando a un ritmo hiperacelerado, y con esto no quiere decir que nosotros tenemos que estar liderando la carrera, pero sí deberíamos estar identificando en qué etapa de la carrera estamos y cuáles son las previsiones que estamos teniendo para llegar a etapas posteriores”, recalcó el investigador.
Los miembros de las vicerrectorías de docencia de cada universidad explicaron la manera en la que están tratando de adoptar reglamentos y normativas, pero reconocen que no sería útil desarrollar un enfoque de castigo o de prohibición hacia la utilización de estas herramientas, sino incentivar a su uso responsable y siempre fomentando el pensamiento crítico.
En la UCR, después de la pandemia provocada por el COVID-19, se publicaron los Lineamientos Académicos Administrativos para la Docencia en Ambientes Virtuales.
“En uno de los artículos contemplamos la inteligencia artificial como una manera de reconocer que existe y sobre todo de invitar desde las propias áreas, unidades académicas, carreras de la universidad, etcétera, que se gestionen espacios de reflexión colectiva para guardar no solo los beneficios que aportan las herramientas de la inteligencia artificial en la mediación, pero también sus implicaciones éticas, pedagógicas, didácticas y curriculares”, mencionó Ximena Alvarenga, de la Vicerrectoría de Docencia de la UCR.
La UTN tiene una visión similar y continúa en el proceso de tener la regularización lista lo más pronto posible. “En la UTN estamos en el proceso de generar las políticas con una visión no restrictiva, sino una visión educativa. La idea del proceso ha sido que invitemos a los docentes, que los eduquemos, que les demos las herramientas para que apliquen correctamente la inteligencia artificial y que los estudiantes puedan sacarle el mayor provecho”, aclaró Luis Ricardo Sánchez, vicerrector de Docencia de la UTN.
Mismo caso de la UNED, que tiene 16 años de trabajar cursos virtuales y relacionados con la educación a distancia. “A nivel universitario se estableció un equipo de trabajo para el establecimiento de los lineamientos. Se han hecho todas las capacitaciones y demás que se están trabajando a través de transformación digital, pero también como universidad y con otras universidades que estamos aquí presentes, hemos estado trabajando también el tema de inteligencia artificial a nivel de Centroamérica por medio del Consejo Superior Universitario Centroamericano”, recalcó Mildred Acuña, vicerrectora de Docencia de la UNED.
El TEC también apuesta por un desarrollo integral que tome en cuenta a todos los actores en el proceso. “El TEC en sí ha promovido en el CEDA, el Centro de Evaluación y Desarrollo Académico, múltiples charlas, tratando de inducir a estos procesos de enseñanza y aprendizaje a las personas involucradas para promover esa conciencia y entender las experiencias de uso”, resaltó Roberto Cortés del TEC.
La UNA también ha seguido el ejemplo de las demás instituciones y ha involucrado a la inteligencia artificial dentro de sus reglamentos. “Desde la formulación del plan de mediano plazo institucional 2023-2027… A partir de acá se abre un portillo para empezar a generar todos esos cambios e integraciones a nivel normativo. Estos cambios generaron que en el 2023 el Consejo Académico solicitara a la Vicerrectoría de Docencia generar una serie de lineamientos en cuanto al uso de integración de la inteligencia artificial generativa en la docencia. Pero ahora los hemos retomado a nivel de comunidad académica”, aclaró Óscar Castro, miembro de la Vicerrectoría de Docencia de la UNA.
En las actividades también se incluyeron charlas de expositores internacionales, como Jonathan Miranda del Tecnológico de Monterrey, donde mencionó un ejemplo de un curso potenciado con Inteligencia Artificial en Bilbao, España. En él, utilizaron un Chat Bot entrenado para explicar los módulos, las tareas, las reglas, recomendaciones y accesos directos para que el estudiantado tuviese asistencia 24/7 en temas relacionados con el curso.
El octavo foro del Gecies se iba a efectuar en las instalaciones de la UNED, pero por la situación que presentó el país en relación con las condiciones climáticas, se decidió reprogramar las actividades para que fuesen completamente virtuales.
Todas las exposiciones quedaron grabadas y disponibles para su visualización en el canal de YouTube de “Audiovisuales UNED” y en el perfil de Facebook de la Universidad Estatal a Distancia.