Desde el pasado 1 de enero, los contratos bajo el régimen de dedicación exclusiva en la Universidad de Costa Rica (UCR) tendrán una vigencia finita de cinco años, contrario a lo que sucedía años atrás, cuando estos se firmaban con una duración indefinida.
Así lo establece la resolución de Rectoría R-335-2021, que toma en cuenta la situación económica del país y de las finanzas públicas, así como algunas disposiciones de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9635).
“En aras de cumplir con lo establecido en el artículo 28, capítulo IV de la Ley 9635, Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, de garantizar la pertinencia y la conveniencia institucional del otorgamiento del incentivo de dedicación exclusiva a la persona funcionaria a través del tiempo, y con el fin de contribuir a la optimización del uso de los recursos institucionales; esta Rectoría estima pertinente establecer una vigencia finita de cinco años para los contratos de dedicación exclusiva”, dice el documento.
Al respecto, el rector de la UCR, Gustavo Gutiérrez, comentó que la decisión se toma en el marco de la crisis económica que atraviesa el país, agravada por la pandemia de la COVID-19:
“Considerando la situación fiscal que ha atravesado el país en los últimos años, es claro que la Rectoría, no solo nosotros sino las anteriores, hemos emitido varias resoluciones orientadas a la contención del gasto institucional”, dijo el rector.
“Esto nos va a permitir a nosotros determinar realmente si aplica o no aplica, basado en mérito, basado en ese esfuerzo, en esa entrega, en ese compromiso con la institución”, Gustavo Gutiérrez
Para Gutiérrez, el presupuesto universitario no escapa de la realidad nacional, más aún cuando se tiene en cuenta los efectos negativos de la aplicación de la regla fiscal a las casas de enseñanza superior estatal: “Con esto en mente, se han propuesto algunos cambios orientados completamente a contribuir con el fortalecimiento de las finanzas públicas”.
El académico explicó que se conformó una comisión para revisar el tema de los incentivos salariales por méritos académicos conformada por miembros de la Vicerrectoría de Administración, la Oficina de Recursos Humanos y la propia Rectoría.
“Retrospectivamente, todas las dedicaciones exclusivas que se habían firmado eran por tiempo indefinido, entonces, una de las cosas que surge del trabajo de esta comisión es establecer una vigencia finita para los contratos de dedicación exclusiva”.
La resolución también establece que, si en dicho periodo de cinco años el funcionario pierde la continuidad laboral con la institución, este deberá solicitar nuevamente el incentivo, en el momento que se reactive su contrato laboral.
Igualmente, el texto deja fijada la posibilidad de que el incentivo se solicite en repetidas ocasiones por periodos iguales de tiempo, para lo cual se deberá enviar la solicitud con tres meses de anticipación al vencimiento del plazo original. En estos casos, cada solicitud se tramitará como si fuese nueva, bajo el procedimiento descrito en las Normas que Regulan el Régimen de Dedicación Exclusiva en la Universidad de Costa Rica.
¿Qué es el régimen de dedicación exclusiva?
La dedicación exclusiva es un régimen laboral, de origen contractual, que obliga a los funcionarios, docentes o administrativos, a “prestar sus servicios profesionales en la UCR” y que conlleva una serie de prohibiciones, como ejercer la profesión de forma independiente u ocupar algún puesto en otras instituciones o empresas, sea remunerado o no.
En el reglamento correspondiente, se contemplan algunas pocas excepciones a esta dedicación exclusiva a la Universidad, como la producción de obras de interés nacional o institucional; o las actividades académicas en otros centros de educación superior estatal, siempre que estas no superen un cuarto de tiempo. No obstante, en estos casos no puede existir superposición horaria.
Para incorporarse a este sistema, la UCR debe aceptar la solicitud del funcionario interesado mediante un largo proceso, y debe quedar formalizado en el respectivo contrato de trabajo:
“El incentivo de dedicación exclusiva llega a la unidad académica y la dirección tiene que conformar una comisión que analice la conveniencia o la pertinencia de que esa persona que solicita tenga o no tenga la dedicación exclusiva. Pasa por muchos procesos y puede venir con el aval de la Unidad Académica, que no necesariamente va a ser aprobado en la instancia superior. Es decir, pasa por un proceso riguroso antes de ser aprobado”, manifestó Gutiérrez sobre el proceso.
Según datos brindados por el asesor de Rectoría y docente de la Escuela de Matemática, Pedro Méndez, cerca de 2.800 personas cuentan con este incentivo en la UCR, lo cual en 2020 significó un desembolso de ₡6.759 millones (sin contar lo correspondiente a las cargas sociales).
El rector indicó que las modificaciones realizadas se pensaron en aras de tener un mejor control sobre la situación, puesto que antes no se hacía ningún seguimiento del trabajo de quienes obtuvieron el beneficio: “Esto nos va a permitir a nosotros determinar realmente si aplica o no aplica, basado en mérito, basado en ese esfuerzo, en esa entrega, en ese compromiso con la institución”.
Sin objeciones por el momento
Gutiérrez afirmó que, hasta el momento, no ha recibido ningún tipo de comunicación señalando alguna preocupación respecto a la directriz concretada el pasado 15 de diciembre.
“Absolutamente ninguna inquietud hemos tenido. No hemos recibido ningún oficio por parte de la comunidad universitaria. No sabemos si fue por la fecha en que sacamos esto, que fue el 15 de diciembre, o porque la gente está identificada con el fondo de esta modificación, el fondo de este cambio. Yo me inclino más a pensar en lo segundo, de que la gente se pone más la mano en el corazón y dicen: “Bueno, sí. Tiene mucho sentido“”.
UNIVERSIDAD también contactó al secretario general del Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica (Sindeu), Harold Chavarría, quien aseguró que por ahora solo han recibido algunas inquietudes particulares, pero manifestó que de su lectura al oficio se desprende que “sí se está respetando el tema de la retroactividad de la ley”, puesto que la disposición aplica solo para nuevos contratos.
De todas formas, Chavarría afirma que solicitarán una reunión a Rectoría para evacuar algunas consultas, tras lo cual podrían surgir nuevas inquietudes: “De la reunión que se logre con el señor rector, veríamos si se logra desprender algún otro elemento del cual deberíamos preocuparnos como sindicato”.
Tras consultarle al dirigente del Sindeu qué preocupaciones le habían comunicado, este expresó que se relacionan mayoritariamente con el tema de los derechos adquiridos, sin embargo, expresó que será tras la reunión con el rector cuando puedan aportar más declaraciones: “Hasta que no tengamos la reunión con el señor rector no podemos añadir ningún otro comentario, hasta que se vayan despejando los nublados”.