La Universidad de Costa Rica (UCR), a través del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR), el Centro de Investigación en Biodiversidad Ecología Tropical (CIBET) y la Escuela de Biología, elaborará un estudio propio y una lista de especies naturales de interés acuícola explotables a nivel nacional.
La decisión llega tras la lista emitida por Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) el anterior 5 de mayo, en el que ampliaba a 234 las especies explotables, incluyendo tortugas, corales e iguanas, misma que fue derogada días después, por falta de criterios adecuados en el estudio previo.
La elaboración de este ejercicio será de manera independiente, a lo interno de la universidad y sin asociación a Incopesca, con el fin de determinar un criterio propio sobre las especies.
“Puede ser que el estudio nos arroje información muy interesante, es algo que generaríamos para la UCR, pero, eventualmente, si Incopesca nos invita a un proceso nuevo, contemos con una información actualizada para aportar en el proceso”.
UNIVERSIDAD conversó con Álvaro Morales, director del CIMAR, y Cindy Fernandez, directora de la Escuela de Biología, para conocer algunos detalles del proceso de elaboración del estudio.
Morales comentó que, tanto desde la Escuela de Biología como desde el CIMAR y el CIBET, van a revisar la lista emitida por Incopesca, el estatus taxonómico de la lista, alguna información importante de esas especies y luego evaluar, a lo interno y mediante criterio de expertos, qué información es importante considerar.
“Puede ser que el estudio nos arroje información muy interesante, es algo que generaríamos para la UCR, pero, eventualmente, si Incopesca nos invita a un proceso nuevo, contemos con una información actualizada para aportar en el proceso”, aseguró Morales.
Fernández destacó que existen muchas especies dentro de la lista de Incopesca que están mal clasificadas, por lo que un sustento taxonómico es necesario, así como revisar la lista detalladamente, pues algunas no están en el país o son especies no explotables por convenios internacionales.
“Por ejemplo, hay especies que se encuentran en ambos océanos, pero no sabemos si es adecuado explotarlas en los dos o solo en uno, es una de las cosas que se pretende abarcar en el estudio”, afirmó Fernández.
Fernández asegura que la comercialización no debería dejarse abierta, pues se corre el riesgo de amenazar a las especies. Además, señala que el proceso tiene que ser riguroso, con información biológica importante que indique qué se debe hacer mediante criterios y no a la libre, ya que esto podría significar hasta la extinción de algunas especies.
Fernández comentó que el proceso de elaboración ya inició, algunos investigadores especialistas de varios centros de investigación de la universidad revisaron la lista e indicó que “la idea es tener un resultado, una lista propia definida en las próximas semanas”.
Para Morales, es fundamental que exista la información biológica del ciclo de vida de las especies que se quieran comercializar, bajo un marco sostenible, por lo que el estudio pretende tener elementos que se fundamenten en conocimiento sobre la afectación posible de cada población, así como medir el grado en el que sea posible comercializar.
Fernández, asimismo, hizo énfasis en que no buscan realizar una lista para uso comercial: “Uno de los principales objetivos es revisar, revisar el estatus de protección de las especies, y hacer anotaciones de cada una, como su potencial comercial, el marco de uso sostenible, así como realizar un análisis correspondiente de elementos para su uso”.
“Nosotros creemos que vamos a hacer un análisis de la lista y puede ser que en determinado caso se encuentren cosas interesantes que requieran el financiamiento de un proyecto, es una buena coyuntura, a lo mejor para nosotros significa una bonita oportunidad de hacer un estudio más completo”, destacó Morales.
Fernández, por su parte, señaló que el estudio se está realizando a partir de un análisis interno, en el que se toman en cuenta elementos ya recopilados, pero es muy posible que en muchos casos se necesite hacer investigación de campo, aunque no necesariamente para la elaboración de esta lista.
“En la universidad tenemos el potencial de tener especialistas en todas las ramas y de desarrollar proyectos, fue fácil repartir la lista al análisis entre todos los especialistas de la U, de acá en adelante es ver cuáles son los futuros proyectos a establecer, pero, sobre todo, las alianzas para poder generar la información”, contestó Fernández sobre la importancia de este trabajo.
Por su parte, Morales señaló que en las universidades públicas hay muy buen conocimiento sobre la flora y fauna del país y las especies marinas, y es por esta razón que se da la reacción ante los señalamientos de Incopesca.
“Los gobiernos tienen que ser más inteligentes, si están invirtiendo en educación superior pública aprovechar en vez de criticar, aprovechar abierta y transparentemente porque aquí podemos apoyar desde muchas formas”, concluyó Morales.
